Una variedad de fríjol biofortificado con tolerancia a la sequía y alto contenido de hierro y zinc presentó Agrosavia ante las autoridades indígenas, entidades del sector y colectivos de la cadena de suministro del grano.
La entidad presentó las variedades Corpoica rojo 39 y 43 cuyo rendimiento es superior a las variedades locales disponibles.
El coordinador del Comité del Buen Vivir del cabildo kankuamo, Albert Talco, explicó que están implementando estrategias para garantizar la disponibilidad de alimentos ancestrales, con alto contenido nutricional, referidos por los mayores. “Sin embargo, la prolongación de periodos de sequía han ocasionado que se presenten momentos de baja oferta de alimentos autóctonos de los pueblos ancestrales”, por lo que para ellos esta variedad se convierte en una alternativa viable para garantizar el abastecimiento anual de esa comunidad.
Agrosavia explicó que este tipo de frijol no solo son atractivas para las etnias, también constituyen una oportunidad de agronegocio para los pequeños productores asentados en la serranía de Perijá y Sierra Nevada de Santa Marta.
“Estas ventajas se basan no solamente en su mayor contenido nutricional, también atributos como menor tiempo de cocción, marcan la diferencia en el impacto ambiental del fríjol en zona rural del Cesar y La Guajira pues se requiere menor cantidad de leña para la preparación y menor área sembrada para producir lo que actualmente rinden los materiales locales, lo cual contribuye a limitar la presión de tala en zona de amortiguación de reserva forestal” aseguro Adriana Tofiño, investigadora de Agrosavia.
En el mercado, el fríjol tiene una tasa alta de intermediación y el productor recibe un valor muy bajo respecto al valor que paga el consumidor final del grano. Según Yanine Rozo, investigadora de la institución, el costo de producción real de un kilo de fríjol en el norte del Cesar sin riego es de $2.300, mientras que de un kilo con riego es de $2.700. “Por tanto, los beneficios del uso del riego y semilla mejorada son muy importantes para la capacidad productiva del sistema de agricultura familiar que siembra en promedio 1-1,5 ha de fríjol”.