Algo sobre
José Romero Churio
A cuatro días de que el presidente Santos cumpla dos años de gobierno, sobre los resultados de los recientes sondeos de opinión concernientes a su gestión presidencial, realizados por varios medios, podría decirse que a la mayoría de los consultados les falta objetividad y se sobrepasan en apasionamiento con el ex presidente que tanto lo critica por twitter.
Aunque, el presidente, Juan Manuel Santos, no es santo de mi devoción, en vista de sus tantas falacias, como su acercamiento al “socialismo del siglo 21”. Disiento con tales encuestas y, en consecuencia, considero que su administración gubernamental no se debería satanizar, por que si bien es cierto que el país anda mal, no es sólo por su culpa, sino por la mayoría de compatriotas y también de muchos extranjeros, principalmente los gringos con intervenciones y acciones dañinas, las cuales no reseño, ya que son ampliamente conocidas.
Por la codicia (léase envidia) y la nociva participación foránea, entre otras no menos lesivas, ninguno de nuestros presidentes ha podido gobernar con suficiente independencia. Y para colmo de males, después de la implementación de la Constitución Política de 1991, con la cual se establece que Colombia es un Estado social de derecho, con el propósito de mejorar las condiciones perjudiciales, la politiquería reinante acá y acullá, ha empeorado la situaciónde todos los colombianos, sin excepción alguna.
Pues del riesgo de ser victima de ataques guerrilleros y otros atentados terroristas nadie nos protege, tampoco de los atracos callejeros y domiciliarios, además de los borrachos motorizados que todos los fines de semanas causan muertes y dejan discapacitada a muchas gente personas.
Son múltiples los factores adversos que obstaculizan la gobernabilidad en nuestro país, entre los cuales sobresalen la guerrilla, el paramilitarismo, las desigualdades sociales, económicas y políticas, el narcotráfico y la corrupción. Pero, al presidente Santos le ha tocado soportar los atrevimientos del ex presidente Uribe, como adversario político sin antecedentes en la historia nacional; ni siquiera en la peligrosa época de la nefasta “Chulavita”, organizada para intimidar a los opositores políticos.
Ahora el Ex de marras, secundado y/o tutelado por su mayor áulico, José Obdulio Gaviria, ha creado el Puro Centro Democrático, a donde converge la derecha recalcitrante, cuya ambición no tiene límites. Sin duda alguna, con el propósito de lograr el poder dictatorial que tanto anhela, o por lo menos poder mandar detrás del trono del títere elegido como presidente.
De aquí en adelante, al presidente Santos lo que lo espera es un calvario que nunca pensó, por que las Farc, no dejará de atacarlo por los duros golpes que jactanciosamente se apropió, cuando fue Ministro de Defensa.
Por otro lado, tendrá el hostigamiento despiadado del PCD. Obvio, si no le entrega el comando del gobierno, para lo cual, tendría que cambiar el gabinete ministerial o por lo menos, tres o cuatro ministros, entre ellos a Germán Vargas Llerasy a Juan Camilo Restrepo, con todos sus allegados.
Sin embargo, ante la politiquería imperante en el país, no sorprendería una componenda entre ambos bandos.Esperemos el discurso del presidente Santos, el próximo 7 de agosto, su contenido será la pauta del resto de su cuatrienio gubernamental, al cual, muchos le auguran fracaso rotundo. En todo caso, esperemos a ver si tiene suficiente valor para no someterse al terrible ex que propone la paz disparando fusiles a diestra y siniestra, contraria a la política actual.