A audiencia pública realizada en el Juzgado Cuarto Penal del Circuito con funciones de conocimiento, compareció durante tres horas Oscar Fuentes Marshall, acusado por la Fiscalía Seccional 13 de Valledupar, de presunto acto abusivo sexual con menor de 14 años.
En audiencia realizada en la mañana de ayer, el organismo investigador presentó como evidencia a sus acusaciones los informes periciales realizados por el Instituto de Medicina Legal, realizados en el momento en que familiares de cuatro menores de edad denunciaron que Marshall abusó sexualmente de ellos el 4 de noviembre del año 2014, en el barrio Amaneceres del Valle de la capital del Cesar.
El médico de Medicina Legal que sirvió como testigo del ente acusador, indicó que en los cuatro informes de valoración física y clínica a niños con edades de 11, 12 y 7 años de edad, no se identificaron lesiones traumáticas o psicológicas que afirmen o rechacen las versiones entregadas por los infantes, que aseguran que una noche llegaron a la casa de Marshall y este los hizo seguir para proponerles actos sexuales con él.
“Ese día fui en busca de una gillette, cuando Marshall comenzó a tener conversaciones con nosotros de carácter sexual y más tarde nos introduce a su habitación pidiéndonos que estuviéramos relaciones sexuales con él”, expresa el joven de 11 años en el testimonio plasmado en el primer informe.
Las tres evaluaciones restantes reseñadas por el médico de Medicina Legal, señalan el testimonio de los otros infantes que relatan acciones similares a la anterior.
“Como conclusiones de los informes, la presunta agresión sexual de Marshall con sus vecinos, no se descartan ni aseguran. Considerando que no existen rastros biológicos o físicos en los niños, pero también teniendo en cuenta que las caricias e insinuaciones obscenas descritas no dejan huellas”, dijo el médico.
El proceso jurídico en contra de Oscar Fuentes Marshall por presuntamente intentar abusar de los niños continúa y si es hallado culpable podría enfrentar una condena de hasta 14 años de años de cárcel.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
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