Mohamed Osman Díaz
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Valledupar celebró de manera anticipada el Día Mundial de la Alimentación, con el Primer Festival Gastronómico en el que los niños de los Centros de Desarrollo Infantil, CDI de la Ciudad fueron los chef protagonistas.
Alrededor de 20 ‘cocineritos’ deleitaron el paladar de los adultos asistentes al evento que se desarrolló este fin de semana en el Centro Zonal del ICBF ubicado en el barrio Doce de Octubre.
“La idea era que cada Centro de Desarrollo Infantil nos mostrara con frutas, verduras y diferentes alimentos, las preparaciones diarias que le dan a los niños pero de una forma creativa”, manifestó Luisa López, nutricionista y dietista del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.
Con los menús decorados se incentiva a los pequeños a comer de esos alimentos que son poco gustosos para ellos, “al ver el alimento transformado en diferentes formas la puedan consumir”.
En la jornada participaron niños, padres de familia, la Asociación de Nutricionistas del Cesar, Secretaría de Salud Departamental y Gestión Social de la Alcaldía de Valledupar.
Objetivo
Según la nutricionista, el objetivo del Festival Gastronómico era que los padres de familia conocieran el contenido nutritivo de los alimentos que a diario les son suministrados a sus hijos.
“Buscamos que nuestras entidades administradoras se estimularan para que a través de las diferentes preparaciones pudieran ofrecerle a los niños, frutas y verduras de una manera divertida”, indicó la nutricionista.
Barcos, bicicletas, gusanitos entre otras fueron las figuras que gustaron a grandes y chicos.
De manea oficial, el Día Mundial de la Alimentación se celebra el 16 de octubre proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La finalidad de este día es concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Desnutrición y obesidad en hogares de bienestar de Valledupar
La funcionaria del ICBF se mostró preocupada por los casos de desnutrición en diferentes hogares de bienestar en Valledupar, como también de altos porcentaje de sobrepeso y obesidad.
Esto casos son el resultado del programa de seguimiento que implementa el Instituto para conocer el progreso de nutrición de los niños en los diferentes Centros de Desarrollo Infantil, CDI, de esta ciudad.
“Los resultados de este programa aplicado en más de 20 niños es que hay desnutrición y obesidad en algunos sectores de Valledupar donde están ubicados Hogares de Bienestar”, enfatizó la nutricionista Luisa López.
El seguimiento consiste en evaluar a los niños que están dentro del programa nutricional donde se le brinda un mínimo de 705 de calorías y nutrientes y evaluar cómo estos complementos le ayudan dentro de su vida y salud.
“Iniciamos nuestro programa en enero, les hacemos una evaluación inicial y luego cada tres meses y hasta finalizar el año le hacemos el seguimiento. Hay desnutrición en algunos sectores de hogares de bienestar, pero también encontramos sobrepeso y obesidad, esto lo estamos encontrando en los programas de Centro de Desarrollo Infantil y hogares infantiles”
Recomendaciones
“Tenemos las dos problemáticas en nuestra región, tenemos niños desnutridos y un alto porcentaje de sobrepeso y obesidad”.
Ante esta situación, Luisa López invitó a seguir trabajando en una buena alimentación, estimular y aprender a tener hábitos de vida saludables porque los resultados de seguimiento nutricional demuestran que ya hay alto porcentaje de sobrepeso y obesidad en Valledupar.
“No hay que desfallecer en dar una buena alimentación a los pequeños, tenemos niños que no les gusta las verduras, las frutas, debemos educar y decirle a los papitos que hay que trabajarle como lo que se hizo en la actividad, de una forma creativa”.
También se refirió a los alimentos chatarras, como los fritos, comidas rápidas y las salsas, para bajar el consumo de las mismas.
“Tenemos adultos con enfermedades crónicas, porque de pronto la alimentación mala en la primera infancia y en la adolescencia no se nota, pero cuando estamos grandes, somos adultos enfermos”.