Luis Napoleón de Armas P. La interinidad malsana se estaba enraizando en la UPC; lo típico en los últimos años ha sido el encargo, enemigo del largo plazo, limitante del pensamiento constructivo; la interinidad es beber agua desesperadamente cuando se encuentra un oasis; por tanta incertidumbre, las apetencias tribales han prevalecido situándose por encima de […]
Luis Napoleón de Armas P.
La interinidad malsana se estaba enraizando en la UPC; lo típico en los últimos años ha sido el encargo, enemigo del largo plazo, limitante del pensamiento constructivo; la interinidad es beber agua desesperadamente cuando se encuentra un oasis; por tanta incertidumbre, las apetencias tribales han prevalecido situándose por encima de los intereses institucionales; por eso la UPC no despega, siempre está en el mismo sitio por la inercia de los acontecimientos. Aquí se imponen los carteles que controlan sectores claves de la administración, sin solución de continuidad; la deslealtad y la conspiración aleve han sido el plasma por donde se mueven grupúsculos de algunos estudiantes, profesores, directivos y hasta secretarias a quienes les han dado el relieve que no tienen ni merecen, bajo un amancebamiento laboral; aquí se combinan todas las formas de lucha con tal de derribar al contrario o simplemente al que difiera; la convivencia y el sosiego no son comunes. La política de grupos tampoco ha estado ausente; algunos gobernadores y políticos también han participado en el asalto a la U; allí han montado sus trincheras, allí tiene sus áulicos y forajidos como quintacolumnistas que difaman y acusan como si el honor fuera la pata reproducible de un reptil.Parece que la autonomía nos quedó grande. Por fortuna, el Consejo de Estado acaba de confirmar la legalidad de la elección de JHM como rector de la UPC y los cohetes de bengala, que tenían preparados para festejar la asonada, tendrán que explotarlos en otros nichos. Quiero felicitar al doctor JHM por esta decisión confirmatoria que le permitirá tranquilidad y equilibrio para ejecutar sus planes académicos y administrativos; lo tenían en ascuas. Yo estaba convencido que la demanda no iría mas allá de la perfidia y la maledicencia. Ahora, esta es la oportunidad que él tiene para hacer los ajustes que sean necesarios, a los niveles que se requieran. Uno no puede gobernar con un caballo de Troya pastando en sus entrañas porque en la
UPC la oposición no es franca ni académica, se hace desde los matorrales; esto debe tomarlo en serio. Conozco bien a JHM; fui su profesor, es un hombre tranquilo y coherente, con mucha paz en su espíritu, inspirado religiosamente, nadie podría tener más pertenencia que él para desempeñarse pero las guerras no se ganan con crucifijos; tampoco con fusiles, pero la gama media de posibilidades donde se encuentra la razón, ofrece esa posibilidad. Tampoco se trata de conculcar derechos ni de arrasar la tierra; hay que gobernar con las leyes en la mano y los pantalones bien amarrados como creo que los tiene él, aunque se ha excedido en tolerancia con sus adversarios que pelean de otra manera. Él ha recibido un mandato que debe ejercer desde ya con firmeza porque los malhechores no dan tregua; por eso debe identificarlos, si aún no lo ha hecho, y con procedimientos homeopáticos, sacarlos de sus madrigueras. O él o los otros, esa es la alternativa, muy legítima.Bueno, como en las corridas de toros, hay que entrar a matar; la UPC necesita terminar la faena. Toda la cuadrilla debe concentrarse en la ampliación y cualificación de la planta docente así como de la acreditación de todos sus programas y de la institución; para esta labor, se necesita dinero y asesoría; lo primero requiere el apoyo gubernamental, y para lo segundo deberá establecer acuerdos con quienes ya hayan vivido estos procesos; la UN es una y la de Antioquia otra, incluso la UIS. No hay tiempo para perder, estamos en cuidados intensivos. Desde esta columna estaremos vigilantes y prestos a ayudar.
[email protected]
Luis Napoleón de Armas P. La interinidad malsana se estaba enraizando en la UPC; lo típico en los últimos años ha sido el encargo, enemigo del largo plazo, limitante del pensamiento constructivo; la interinidad es beber agua desesperadamente cuando se encuentra un oasis; por tanta incertidumbre, las apetencias tribales han prevalecido situándose por encima de […]
Luis Napoleón de Armas P.
La interinidad malsana se estaba enraizando en la UPC; lo típico en los últimos años ha sido el encargo, enemigo del largo plazo, limitante del pensamiento constructivo; la interinidad es beber agua desesperadamente cuando se encuentra un oasis; por tanta incertidumbre, las apetencias tribales han prevalecido situándose por encima de los intereses institucionales; por eso la UPC no despega, siempre está en el mismo sitio por la inercia de los acontecimientos. Aquí se imponen los carteles que controlan sectores claves de la administración, sin solución de continuidad; la deslealtad y la conspiración aleve han sido el plasma por donde se mueven grupúsculos de algunos estudiantes, profesores, directivos y hasta secretarias a quienes les han dado el relieve que no tienen ni merecen, bajo un amancebamiento laboral; aquí se combinan todas las formas de lucha con tal de derribar al contrario o simplemente al que difiera; la convivencia y el sosiego no son comunes. La política de grupos tampoco ha estado ausente; algunos gobernadores y políticos también han participado en el asalto a la U; allí han montado sus trincheras, allí tiene sus áulicos y forajidos como quintacolumnistas que difaman y acusan como si el honor fuera la pata reproducible de un reptil.Parece que la autonomía nos quedó grande. Por fortuna, el Consejo de Estado acaba de confirmar la legalidad de la elección de JHM como rector de la UPC y los cohetes de bengala, que tenían preparados para festejar la asonada, tendrán que explotarlos en otros nichos. Quiero felicitar al doctor JHM por esta decisión confirmatoria que le permitirá tranquilidad y equilibrio para ejecutar sus planes académicos y administrativos; lo tenían en ascuas. Yo estaba convencido que la demanda no iría mas allá de la perfidia y la maledicencia. Ahora, esta es la oportunidad que él tiene para hacer los ajustes que sean necesarios, a los niveles que se requieran. Uno no puede gobernar con un caballo de Troya pastando en sus entrañas porque en la
UPC la oposición no es franca ni académica, se hace desde los matorrales; esto debe tomarlo en serio. Conozco bien a JHM; fui su profesor, es un hombre tranquilo y coherente, con mucha paz en su espíritu, inspirado religiosamente, nadie podría tener más pertenencia que él para desempeñarse pero las guerras no se ganan con crucifijos; tampoco con fusiles, pero la gama media de posibilidades donde se encuentra la razón, ofrece esa posibilidad. Tampoco se trata de conculcar derechos ni de arrasar la tierra; hay que gobernar con las leyes en la mano y los pantalones bien amarrados como creo que los tiene él, aunque se ha excedido en tolerancia con sus adversarios que pelean de otra manera. Él ha recibido un mandato que debe ejercer desde ya con firmeza porque los malhechores no dan tregua; por eso debe identificarlos, si aún no lo ha hecho, y con procedimientos homeopáticos, sacarlos de sus madrigueras. O él o los otros, esa es la alternativa, muy legítima.Bueno, como en las corridas de toros, hay que entrar a matar; la UPC necesita terminar la faena. Toda la cuadrilla debe concentrarse en la ampliación y cualificación de la planta docente así como de la acreditación de todos sus programas y de la institución; para esta labor, se necesita dinero y asesoría; lo primero requiere el apoyo gubernamental, y para lo segundo deberá establecer acuerdos con quienes ya hayan vivido estos procesos; la UN es una y la de Antioquia otra, incluso la UIS. No hay tiempo para perder, estamos en cuidados intensivos. Desde esta columna estaremos vigilantes y prestos a ayudar.
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