Por: Luis Elquis

 
Por estos días los países del Continente Americano rindieron homenaje al comediante Mexicano Roberto Gómez Bolaños- Chespirito. El chavo, uno de los personajes encarnados por el comediante siempre que cometía un error decía: se me “chispoteo”. Lo traigo a colación teniendo en cuenta el anuncio realizado por las Farc, quienes inicialmente habían propuesto liberar a los secuestrados el 26 de Marzo. Sin embargo, como al Chavo se les chispoteó y la aplazaron para el 30 de Marzo. Curiosamente el proceso de liberación propuesto por las Farc está relativamente cercano con la apertura de la VI Cumbre de las Américas a escenificarse en la ciudad de Cartagena los días 13 y 14 de Abril.  De igual manera también resulta curioso que los voceros de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) se hayan mostrado renuentes para confirmar su asistencia a un evento de carácter continental y de mucha importancia para la región.
La  buena noticia sobre la liberación surge poco tiempo después que las Farc perpetraran un ataque en inmediaciones de la vereda Tres Cruces, municipio de Arauquita. “En el hecho terrorista perdieron la vida un suboficial y diez soldados regulares, y resultaron heridos dos más”, de acuerdo con el informe de prensa de la Décima Octava Brigada. Desde luego, la noticia es alentadora para el país y principalmente para los familiares de los secuestrados, sin embargo, el sometimiento al secuestro se constituye en la peor situación en la que pueda encontrarse un ser humano y con tanto antecedente desagradable no se puede confiar plenamente.
Celebro que los secuestrados recuperen su libertad, sin embargo no cambia mi concepción sobre las Farc,  pues son una organización inverosímil que merece mi absoluta desaprobación, sin lugar a dudas es la misma que comparte todo el pueblo colombiano; sus actos crueles e inhumanos no tienen ninguna justificación, aunque ahora realicen gestos que avizoren espacios para un dialogo serio y consecuente con la anhelada paz, no deja de ser incongruente que mientras realizan estos actos no cesen su accionar y el fuego. Sostener una lucha armada en medio de consignas amenazantes bajo el yugo del secuestro no genera enardecimiento, es contraproducente temerario y desacreditador, especialmente por los procesos que han culminado infelizmente sin ningún tipo de acuerdo.
El Estado Colombiano en aras de encontrar una salida pacífica del conflicto ha puesto de su parte a lo largo de la historia, así mismo, el pueblo colombiano ha dejado innumerables victimas, mientras tanto los proyectos terminan infértiles envueltos en shows mediáticos propios de los mejores certámenes que premian las obras del séptimo arte. Las Farc han sido a lo largo de su historia una organización rebelde sin objetivos claros, su revolución no tiene una vocación democrática, asolan al pueblo, no creo que tengan seguidores por lo menos voluntariamente, sus integrantes quizás incautos, son seducidos por los ingresos intrínsecos del narcotráfico, paulatinamente se han quedado sin libreto y sin ningún tipo de reconocimiento como organización insurgente.
Luego de sesenta años el organigrama de las FARC esta envejecido, sus principales cabecillas han sucumbido ante la potestad del estado, algunos atizadores de la guerra por conveniencia o para simplemente controvertir consideran que las FARC está ganando porque volvió a sus ataques sorpresivos y al dominio de espacios donde prevalece su influencia. Estas consideraciones son emotivas y llenas de intereses particulares, la estructura dogmática de esa organización subversiva solo defiende la línea del narcotráfico; gracias a su poder económico pueden sostener vigencia, sin embargo, sino existe una salida negociada del conflicto no se puede titubear.
Esperemos que el próximo 30 de Marzo nuestros compatriotas en cautiverio retornen a la libertad y se reencuentren con sus familiares.
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