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Columnista - 22 noviembre, 2024

Gobernadora Elvia Milena: ¿más impuestos? !Mamola!

En Colombia, el PIB estimado para 2024 es de aproximadamente 2.150 billones de pesos. Sin embargo, el presupuesto aprobado para este año asciende a 502,6 billones, cerca del 30 % del PIB​, ¡cifra exorbitante!

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En Colombia, el PIB estimado para 2024 es de aproximadamente 2.150 billones de pesos. Sin embargo, el presupuesto aprobado para este año asciende a 502,6 billones, cerca del 30 % del PIB​, ¡cifra exorbitante! ¿Cómo un Estado se va a tragar él solito un 30 % de la economía total de un país? Cuando el papel del Estado debe ser el de regular y servir. Peor aún, los ingresos tributarios, que deberían sostener este exagerado gasto, apenas representan el 8,5 % del PIB, es decir, tenemos un déficit mayor al 20 % del PIB.

Lo anterior plantea una pregunta clave: ¿de dónde proviene el dinero faltante? La respuesta apunta principalmente a dos fuentes: endeudamiento y emisión de dinero. Ambas son problemáticas y tienen efectos secundarios severos.

Endeudamiento: Colombia recurre a deuda interna y externa para cubrir su déficit. Para 2024, se proyectan desembolsos por 87,3 billones de pesos por concepto de pago de deuda, de los cuales el 73% provienen de deuda interna​ (Boletín 33. MFMP2024).

Emisión de dinero: aunque es menos visible, la emisión de dinero para financiar déficits genera inflación. Esto actúa como un “impuesto indirecto” porque reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos. El costo de vida aumenta, y las familias con ingresos fijos sufren las consecuencias de manera desproporcionada.

El impacto de un Estado ineficiente: el problema de fondo es que el Estado colombiano, lejos de ser un medio para servir a sus ciudadanos, se ha convertido en una maquinaria ineficiente, plagada de corrupción y burocracia. Como dice el dicho, es una “serpiente de siete cabezas“: cortas una y aparecen más. Según datos oficiales, sectores como educación y salud reciben gran parte del presupuesto, pero la percepción general sigue siendo de ineficiencia y mal manejo​.

¿Puede una economía crecer con un Estado parasitario? La experiencia sugiere que no. Países con Estados eficientes logran resultados diferentes, por ejemplo, en Argentina están comenzando a replantear sus políticas públicas. Bajo la administración de Javier Milei, se prioriza la reducción de la burocracia y el gasto improductivo, una estrategia que, aunque controvertida, busca evitar el colapso económico.

El camino equivocado: más impuestos. En Colombia, en lugar de combatir la corrupción y reducir la burocracia, los políticos optan por crear por el facilismo de incrementar los ya onerosos impuestos. Esto es evidente en regiones como el Cesar, donde la gobernadora Elvia Milena Sanjuán Dávila implementa políticas fiscales que solo agravan la crisis económica y social, en vez de atacar la corrupción rampante, eliminar la burocracia y la ineficiencia. La creación de más impuestos no es la solución, sino un golpe adicional para una economía que ya está al borde del abismo.

Conclusión: abrir los ojos. El Estado, que debería ser un servidor público, se ha transformado en un yugo para los ciudadanos. Es hora de exigir eficiencia, transparencia y responsabilidad. No permitamos que los políticos sigan haciendo fiesta con el dinero ajeno mientras arruinan la economía de todo un país, no seamos testigos mudos de cómo hacen fiestas con nuestras vidas.

Por: Hernán Restrepo.

Columnista
22 noviembre, 2024

Gobernadora Elvia Milena: ¿más impuestos? !Mamola!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán José Restrepo Muñoz

En Colombia, el PIB estimado para 2024 es de aproximadamente 2.150 billones de pesos. Sin embargo, el presupuesto aprobado para este año asciende a 502,6 billones, cerca del 30 % del PIB​, ¡cifra exorbitante!


En Colombia, el PIB estimado para 2024 es de aproximadamente 2.150 billones de pesos. Sin embargo, el presupuesto aprobado para este año asciende a 502,6 billones, cerca del 30 % del PIB​, ¡cifra exorbitante! ¿Cómo un Estado se va a tragar él solito un 30 % de la economía total de un país? Cuando el papel del Estado debe ser el de regular y servir. Peor aún, los ingresos tributarios, que deberían sostener este exagerado gasto, apenas representan el 8,5 % del PIB, es decir, tenemos un déficit mayor al 20 % del PIB.

Lo anterior plantea una pregunta clave: ¿de dónde proviene el dinero faltante? La respuesta apunta principalmente a dos fuentes: endeudamiento y emisión de dinero. Ambas son problemáticas y tienen efectos secundarios severos.

Endeudamiento: Colombia recurre a deuda interna y externa para cubrir su déficit. Para 2024, se proyectan desembolsos por 87,3 billones de pesos por concepto de pago de deuda, de los cuales el 73% provienen de deuda interna​ (Boletín 33. MFMP2024).

Emisión de dinero: aunque es menos visible, la emisión de dinero para financiar déficits genera inflación. Esto actúa como un “impuesto indirecto” porque reduce el poder adquisitivo de los ciudadanos. El costo de vida aumenta, y las familias con ingresos fijos sufren las consecuencias de manera desproporcionada.

El impacto de un Estado ineficiente: el problema de fondo es que el Estado colombiano, lejos de ser un medio para servir a sus ciudadanos, se ha convertido en una maquinaria ineficiente, plagada de corrupción y burocracia. Como dice el dicho, es una “serpiente de siete cabezas“: cortas una y aparecen más. Según datos oficiales, sectores como educación y salud reciben gran parte del presupuesto, pero la percepción general sigue siendo de ineficiencia y mal manejo​.

¿Puede una economía crecer con un Estado parasitario? La experiencia sugiere que no. Países con Estados eficientes logran resultados diferentes, por ejemplo, en Argentina están comenzando a replantear sus políticas públicas. Bajo la administración de Javier Milei, se prioriza la reducción de la burocracia y el gasto improductivo, una estrategia que, aunque controvertida, busca evitar el colapso económico.

El camino equivocado: más impuestos. En Colombia, en lugar de combatir la corrupción y reducir la burocracia, los políticos optan por crear por el facilismo de incrementar los ya onerosos impuestos. Esto es evidente en regiones como el Cesar, donde la gobernadora Elvia Milena Sanjuán Dávila implementa políticas fiscales que solo agravan la crisis económica y social, en vez de atacar la corrupción rampante, eliminar la burocracia y la ineficiencia. La creación de más impuestos no es la solución, sino un golpe adicional para una economía que ya está al borde del abismo.

Conclusión: abrir los ojos. El Estado, que debería ser un servidor público, se ha transformado en un yugo para los ciudadanos. Es hora de exigir eficiencia, transparencia y responsabilidad. No permitamos que los políticos sigan haciendo fiesta con el dinero ajeno mientras arruinan la economía de todo un país, no seamos testigos mudos de cómo hacen fiestas con nuestras vidas.

Por: Hernán Restrepo.