La lucha se agudizó en junio de 2020, cuando Zarwawiko Torres Torres fue elegido cabildo gobernador del resguardo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los arhuacos se definen y han sido catalogados como gente pacífica. Esa fama fue ganada por la visión del mundo de este pueblo indígena asentado en la Sierra Nevada de Santa Marta. Sin embargo, desde hace varios años afrontan un conflicto interno por el poder que ni las autoridades espirituales ni el Estado han logrado solucionar.
La lucha se agudizó en junio de 2020, cuando Zarwawiko Torres Torres fue elegido cabildo gobernador del resguardo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta. Su elección fue vista como un golpe de estado a José María Arroyo Izquierdo, quien fungía como cabildo gobernador desde el 2014, pero que contaba con poca popularidad.
Meses después, la Corte Constitucional entró a la discusión gracias a una tutela de José María Arroyo Izquierdo aduciendo la vulneración de sus derechos. La autoridad constitucional decidió tumbar el nombramiento de Zarwawiko Torres, mientras tomaba una decisión de fondo.
Luego, citó a varias audiencias a los arhuacos, pero poco o nada avanzaban hacia la resolución de las diferencias, agravadas por hechos violentos, como la retención ilegal de varios miembros de la Directiva General de 2014.
El desgaste del poder le habría pasado factura a José María Arroyo Izquierdo en el 2020, cuando la pandemia obligó a pausar las actividades económicas. Cientos de arhuacos que se trasladaban a la ciudad se quedaron sin trabajo y sin poder comer.
“El encargado de liderar la rebelión fue Zarwawiko Torres, aprovechando el descontento de la gente que estaba pasando hambre y que José María Arroyo ya no era tan popular por algunos cuestionamientos”, comentó una lideresa arhuaca.
El papel de Zarwawiko en la ‘revolución’ no fue casualidad: es hijo de Napoleón Torres, uno de los cabildos gobernadores más populares en la Sierra Nevada, y quien fue asesinado hace más de 30 años.
Este martes 12 de diciembre, el Ministerio del Interior tomó la decisión de revocar la elección de Zarwawiko Torres como cabildo gobernador. El argumento es claro: hasta el momento, las decisiones del Estado solo habrían agudizado el conflicto.
Recomendado: Conflicto arhuaco: Ministerio tumbó elección de Zarwawiko Torres como cabildo gobernador
Por eso, trasladó toda la responsabilidad a los mismos arhuacos para que resuelvan las diferencias. “Los indígenas son quienes deben asumir un papel proactivo en el restablecimiento del orden interno y de las confianzas perdidas”, concluyó el Ministerio.
Una de las alternativas es la formación de un consejo de gobierno transicional que permita reestructurar el órgano de gobierno propio. “Los indígenas son quienes deben asumir un papel proactivo en el restablecimiento del orden interno y de las confianzas perdidas, que han generado una crisis no solo institucional, sino en las propias familias, donde la unidad entre hermanos (as), entre padres, madres e hijos, está fracturada, generando una fragilidad cultural que pone al pueblo arhuaco en grave peligro de extinción”, sostuvo el Ministerio.
Tal como lo hicieron en el 2020, los arhuacos estarían preparando mingas pacíficas en Valledupar y otros puntos estratégicos para manifestar su apoyo a Zarwawiko Torres.
La lucha se agudizó en junio de 2020, cuando Zarwawiko Torres Torres fue elegido cabildo gobernador del resguardo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los arhuacos se definen y han sido catalogados como gente pacífica. Esa fama fue ganada por la visión del mundo de este pueblo indígena asentado en la Sierra Nevada de Santa Marta. Sin embargo, desde hace varios años afrontan un conflicto interno por el poder que ni las autoridades espirituales ni el Estado han logrado solucionar.
La lucha se agudizó en junio de 2020, cuando Zarwawiko Torres Torres fue elegido cabildo gobernador del resguardo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta. Su elección fue vista como un golpe de estado a José María Arroyo Izquierdo, quien fungía como cabildo gobernador desde el 2014, pero que contaba con poca popularidad.
Meses después, la Corte Constitucional entró a la discusión gracias a una tutela de José María Arroyo Izquierdo aduciendo la vulneración de sus derechos. La autoridad constitucional decidió tumbar el nombramiento de Zarwawiko Torres, mientras tomaba una decisión de fondo.
Luego, citó a varias audiencias a los arhuacos, pero poco o nada avanzaban hacia la resolución de las diferencias, agravadas por hechos violentos, como la retención ilegal de varios miembros de la Directiva General de 2014.
El desgaste del poder le habría pasado factura a José María Arroyo Izquierdo en el 2020, cuando la pandemia obligó a pausar las actividades económicas. Cientos de arhuacos que se trasladaban a la ciudad se quedaron sin trabajo y sin poder comer.
“El encargado de liderar la rebelión fue Zarwawiko Torres, aprovechando el descontento de la gente que estaba pasando hambre y que José María Arroyo ya no era tan popular por algunos cuestionamientos”, comentó una lideresa arhuaca.
El papel de Zarwawiko en la ‘revolución’ no fue casualidad: es hijo de Napoleón Torres, uno de los cabildos gobernadores más populares en la Sierra Nevada, y quien fue asesinado hace más de 30 años.
Este martes 12 de diciembre, el Ministerio del Interior tomó la decisión de revocar la elección de Zarwawiko Torres como cabildo gobernador. El argumento es claro: hasta el momento, las decisiones del Estado solo habrían agudizado el conflicto.
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Por eso, trasladó toda la responsabilidad a los mismos arhuacos para que resuelvan las diferencias. “Los indígenas son quienes deben asumir un papel proactivo en el restablecimiento del orden interno y de las confianzas perdidas”, concluyó el Ministerio.
Una de las alternativas es la formación de un consejo de gobierno transicional que permita reestructurar el órgano de gobierno propio. “Los indígenas son quienes deben asumir un papel proactivo en el restablecimiento del orden interno y de las confianzas perdidas, que han generado una crisis no solo institucional, sino en las propias familias, donde la unidad entre hermanos (as), entre padres, madres e hijos, está fracturada, generando una fragilidad cultural que pone al pueblo arhuaco en grave peligro de extinción”, sostuvo el Ministerio.
Tal como lo hicieron en el 2020, los arhuacos estarían preparando mingas pacíficas en Valledupar y otros puntos estratégicos para manifestar su apoyo a Zarwawiko Torres.