El combinado de Guillermo Morenose las tiene que ver con México y Puerto Rico los días 23 y 26 de febrero respectivamente con el objetivo de terminar con buenas sensaciones.
La selección colombiana masculina de baloncesto encara este mes una doble cita en la que va a ser la sexta y última ventana internacional para calificar al Mundial 2023, que se va a celebrar en Filipinas, Japón e Indonesia. El combinado de Guillermo Morenose las tiene que ver con México y Puerto Rico los días 23 y 26 de febrero respectivamente con el objetivo de terminar con buenas sensaciones. El equipo cafetero ya no tiene opciones de estar en la cita mundial FIBA, pero quiere demostrar a su afición que cada vez están más cerca de pelear por uno de esos puestos de privilegio.
El Coliseo Iván de Bedout en Medellín ha sido la sede elegida por FECOLCESTO para celebrar los dos duelos del Grupo F y que permiten a Colombia tener incidencia sobre quién seguirá con opciones de estar en la Copa del Mundo. Tanto los mexicanos como los puertorriqueños tienen un bagaje de 6-4, igualados en la pelea por la tercera plaza, la última que clasifica directamente. El que quede detrás optará a ingresar como mejor cuarto, aunque en el otro grupo el nivel de victorias está resultando superior.
Por su parte, la tricolor se sitúa en última posición con tres victorias y siete derrotas en los diez partidos que ha disputado, habiendo perdido los últimos tres y quedando eliminada. El combinado nacional estuvo muy cerca de dar la sorpresa frente a Estados Unidos en Washington (88-81), ante la que es la máxima favorita en las apuestas para llevarse esta cita mundialista de 2023. Las casas de apuestas ponen a los americanos con una cuota 1.80, muy lejana a las de otros combinados como España, actual campeona y con cuota 12.00, o la de Argentina, subcampeona, con cuota 40.00 y con una situación límite también en su grupo.
El plantel colombiano tan solo ha podido derrotar México (89-93) en esta segunda fase y lo tuvo que hacer en prórroga. Las otras dos victorias llegaron en la primera ronda ante Chile (67-66) y ante Brasil (104-98), también en el tiempo extra. Ambas llegaron en la última ventana de esa llave inicial, lo que permite a los medellinenses ser optimistas de cara a esta recta final de los clasificatorios sudamericanos. Es cierto que los boricuas vienen en buena forma tras sus últimas dos victorias, pero los aztecas parecen más vulnerables y presionados a ganar. Y eso le puede jugar a favor a Colombia.
Moreno ya hizo su preselección de 24 jugadores que deberá reducir y donde solo destaca la ausencia de Tonny Trocha-Morelos con respecto a la última convocatoria. La estrella de la lista volverá a ser Braian Angola, el alero del Karsiyaka Basket turco que es el líder de las eliminatorias en puntaje por partido. Pero también hay otros jugadores importantes en el bloque del equipo como el experimentado capitán Juan Diego Tello o el base Hansel Atencia, que en estos momentos juega en el segundo nivel en España con Estudiantes. Entre los jóvenes mencionar a Romario Roque, Álvaro Peña o Juan Duarte, este último todo un talento del baloncesto universitario estadounidense.
Los quince seleccionados se concentrarán a partir del próximo día 15 de febrero en busca de dos victorias balsámicas que refuercen los grandes avances que se están dando en el basketball colombiano en los últimos años.
El hecho de haber logrado pasar al menos una ronda en un clasificatorio para un Mundial habla bien de lo que Colombia pretende hacer con su baloncesto. En las eliminatorias para el torneo de 2019, el combinado nacional solo logró una victoria ante la selección de Chile en la primera fase y quedó eliminada a las primeras de cambio.
Esto quiere decir que en estos cuatro años ha habido un progreso cuyo fin es poder estar en la fase final, como ocurrió en la Copa del Mundo de 1982. Entonces ingresaron como anfitriones y se libraron de jugar la fase preliminar. Sin embargo, en segunda ronda no pudieron ganar un solo partido en un grupo muy potente con rivales como Estados Unidos, Unión Soviética, Yugoslavia o España.
Las participaciones en la FIBA AmeriCup también son un buen ejemplo, pues en su ingreso en la edición de 2017 no pudo ganar ningún partido en la primera ronda, a pesar de ejercer como organizador en su grupo en particular y en el torneo en general, junto a Argentina y Uruguay. Pero si avanzamos hasta la cita de 2022 observamos no solo que Colombia logró ganar a la selección uruguaya en la ronda preliminar, sino que estuvo muy cerca de pasar a cuartos de final. Una derrota ante Canadá por un solo punto en la jornada definitiva lo evitó.
A esto hay que añadir la continuidad de la Liga WPlay, fundada en 1988 y profesionalizada desde 1992 con la División Superior hasta 2001, donde volvió a su faceta invitacional. Hasta el año 2013, también gracias a los contratos de derechos televisivos, no recobró su carácter oficial. Ahora gana cada vez más adeptos.
Los clubes y hasta los propios centros educativos en Colombia tratan de inculcar el baloncesto entre los más pequeños, desde torneos como la Liga de Baloncesto del departamento del César, hasta los Juegos Bolivarianos de Valledupar. En eventos como estos es donde las grandes estrellas del mañana comienzan a deslumbrar.
El combinado de Guillermo Morenose las tiene que ver con México y Puerto Rico los días 23 y 26 de febrero respectivamente con el objetivo de terminar con buenas sensaciones.
La selección colombiana masculina de baloncesto encara este mes una doble cita en la que va a ser la sexta y última ventana internacional para calificar al Mundial 2023, que se va a celebrar en Filipinas, Japón e Indonesia. El combinado de Guillermo Morenose las tiene que ver con México y Puerto Rico los días 23 y 26 de febrero respectivamente con el objetivo de terminar con buenas sensaciones. El equipo cafetero ya no tiene opciones de estar en la cita mundial FIBA, pero quiere demostrar a su afición que cada vez están más cerca de pelear por uno de esos puestos de privilegio.
El Coliseo Iván de Bedout en Medellín ha sido la sede elegida por FECOLCESTO para celebrar los dos duelos del Grupo F y que permiten a Colombia tener incidencia sobre quién seguirá con opciones de estar en la Copa del Mundo. Tanto los mexicanos como los puertorriqueños tienen un bagaje de 6-4, igualados en la pelea por la tercera plaza, la última que clasifica directamente. El que quede detrás optará a ingresar como mejor cuarto, aunque en el otro grupo el nivel de victorias está resultando superior.
Por su parte, la tricolor se sitúa en última posición con tres victorias y siete derrotas en los diez partidos que ha disputado, habiendo perdido los últimos tres y quedando eliminada. El combinado nacional estuvo muy cerca de dar la sorpresa frente a Estados Unidos en Washington (88-81), ante la que es la máxima favorita en las apuestas para llevarse esta cita mundialista de 2023. Las casas de apuestas ponen a los americanos con una cuota 1.80, muy lejana a las de otros combinados como España, actual campeona y con cuota 12.00, o la de Argentina, subcampeona, con cuota 40.00 y con una situación límite también en su grupo.
El plantel colombiano tan solo ha podido derrotar México (89-93) en esta segunda fase y lo tuvo que hacer en prórroga. Las otras dos victorias llegaron en la primera ronda ante Chile (67-66) y ante Brasil (104-98), también en el tiempo extra. Ambas llegaron en la última ventana de esa llave inicial, lo que permite a los medellinenses ser optimistas de cara a esta recta final de los clasificatorios sudamericanos. Es cierto que los boricuas vienen en buena forma tras sus últimas dos victorias, pero los aztecas parecen más vulnerables y presionados a ganar. Y eso le puede jugar a favor a Colombia.
Moreno ya hizo su preselección de 24 jugadores que deberá reducir y donde solo destaca la ausencia de Tonny Trocha-Morelos con respecto a la última convocatoria. La estrella de la lista volverá a ser Braian Angola, el alero del Karsiyaka Basket turco que es el líder de las eliminatorias en puntaje por partido. Pero también hay otros jugadores importantes en el bloque del equipo como el experimentado capitán Juan Diego Tello o el base Hansel Atencia, que en estos momentos juega en el segundo nivel en España con Estudiantes. Entre los jóvenes mencionar a Romario Roque, Álvaro Peña o Juan Duarte, este último todo un talento del baloncesto universitario estadounidense.
Los quince seleccionados se concentrarán a partir del próximo día 15 de febrero en busca de dos victorias balsámicas que refuercen los grandes avances que se están dando en el basketball colombiano en los últimos años.
El hecho de haber logrado pasar al menos una ronda en un clasificatorio para un Mundial habla bien de lo que Colombia pretende hacer con su baloncesto. En las eliminatorias para el torneo de 2019, el combinado nacional solo logró una victoria ante la selección de Chile en la primera fase y quedó eliminada a las primeras de cambio.
Esto quiere decir que en estos cuatro años ha habido un progreso cuyo fin es poder estar en la fase final, como ocurrió en la Copa del Mundo de 1982. Entonces ingresaron como anfitriones y se libraron de jugar la fase preliminar. Sin embargo, en segunda ronda no pudieron ganar un solo partido en un grupo muy potente con rivales como Estados Unidos, Unión Soviética, Yugoslavia o España.
Las participaciones en la FIBA AmeriCup también son un buen ejemplo, pues en su ingreso en la edición de 2017 no pudo ganar ningún partido en la primera ronda, a pesar de ejercer como organizador en su grupo en particular y en el torneo en general, junto a Argentina y Uruguay. Pero si avanzamos hasta la cita de 2022 observamos no solo que Colombia logró ganar a la selección uruguaya en la ronda preliminar, sino que estuvo muy cerca de pasar a cuartos de final. Una derrota ante Canadá por un solo punto en la jornada definitiva lo evitó.
A esto hay que añadir la continuidad de la Liga WPlay, fundada en 1988 y profesionalizada desde 1992 con la División Superior hasta 2001, donde volvió a su faceta invitacional. Hasta el año 2013, también gracias a los contratos de derechos televisivos, no recobró su carácter oficial. Ahora gana cada vez más adeptos.
Los clubes y hasta los propios centros educativos en Colombia tratan de inculcar el baloncesto entre los más pequeños, desde torneos como la Liga de Baloncesto del departamento del César, hasta los Juegos Bolivarianos de Valledupar. En eventos como estos es donde las grandes estrellas del mañana comienzan a deslumbrar.