EL PILÓN dialogó con el recién elegido magistrado sobre este nuevo cargo, la democracia y el nuevo equipo del CNE.
Para el abogado vallenato Alfonso Campo Martínez la democracia colombiana “tiene que ampararse siempre en su tradicional fuerza institucional” para garantizar el derecho de elegir y ser elegido/a.
El exdirector de la Unidad Nacional de Protección, UNP, es uno de los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral, CNE, y en entrevista con este diario aseguró que aportará ideas para “vigilar el voto popular”.
Lea también: Alfonso Campo Martínez inicia este jueves como nuevo magistrado del CNE
Respecto a si este cargo estaba dentro de sus aspiraciones o se materializó tras la propuesta del partido Conservador, el político cesarense guardó silencio.
¿Cómo asume esta nueva responsabilidad como magistrado del CNE?
El país sabe que estuve como servidor público cumpliendo con funciones asignadas a la Dirección General de la Unidad Nacional de Protección. Desde la UNP cumplí con el servicio público tal como lo exige la Constitución, las leyes y normas.
Servir supone escalar dentro del mismo servicio y así entiendo este nuevo reto que exige servirle a la democracia y a su organización electoral.
¿Qué aspectos considera que se deben fortalecer en la vigilancia y control de la organización electoral?
Es necesario que se surta una valoración integral actualizada para conocer cómo se surten algunos detalles y también algunas generalidades al interior de la organización electoral.
Esa mirada debe ser colegiada, socializada y determinada desde cada magistratura sin soslayar todos los logros y avances que el país democrático ha conocido y que son producto del esfuerzo institucional.
¿Cómo define el nuevo equipo de magistrados del CNE que eligió el Congreso el reciente martes?
El nuevo equipo de magistrados que integra al honorable Consejo Nacional Electoral son el resultado de la observancia y el sano criterio; criterios que se amparan en sus estatutos, en la eticidad de cada miembro. Históricamente así se ha constituido el CNE.
¿Qué nuevas ideas trae Alfonso Campo para el CNE?
Prefiero que se surtan los consabidos encuentros colegiados que sostendremos en los próximos días para socializar lo que en sano criterio consideremos aporta a la vigilancia estricta del voto popular y del constituyente primario. Luego, compartiremos aportes para avanzar.
Se viene un nuevo periodo de elecciones, ¿cómo ve el panorama democrático del país?
La democracia en el país debe y tiene que ampararse siempre en su tradicional fuerza institucional. Será la institucionalidad en todo su conjunto, observando siempre la constitución y la ley la que promueva las garantías para la defensa del derecho a elegir y a ser elegido.
Usted aseguró que de alguna manera este logro es también de su padre Alfonso Campo Soto, ¿qué aprendió de él en el ámbito político?
Mi padre fue siempre para mí un modelo que enseñó a través del ejemplo que la democracia es el valor sagrado de los pueblos y que habita en las calles. Ese postulado y el don del servicio público que él proyectaba desde sus entrañas han guiado mis acciones, mis decisiones.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
EL PILÓN dialogó con el recién elegido magistrado sobre este nuevo cargo, la democracia y el nuevo equipo del CNE.
Para el abogado vallenato Alfonso Campo Martínez la democracia colombiana “tiene que ampararse siempre en su tradicional fuerza institucional” para garantizar el derecho de elegir y ser elegido/a.
El exdirector de la Unidad Nacional de Protección, UNP, es uno de los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral, CNE, y en entrevista con este diario aseguró que aportará ideas para “vigilar el voto popular”.
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Respecto a si este cargo estaba dentro de sus aspiraciones o se materializó tras la propuesta del partido Conservador, el político cesarense guardó silencio.
¿Cómo asume esta nueva responsabilidad como magistrado del CNE?
El país sabe que estuve como servidor público cumpliendo con funciones asignadas a la Dirección General de la Unidad Nacional de Protección. Desde la UNP cumplí con el servicio público tal como lo exige la Constitución, las leyes y normas.
Servir supone escalar dentro del mismo servicio y así entiendo este nuevo reto que exige servirle a la democracia y a su organización electoral.
¿Qué aspectos considera que se deben fortalecer en la vigilancia y control de la organización electoral?
Es necesario que se surta una valoración integral actualizada para conocer cómo se surten algunos detalles y también algunas generalidades al interior de la organización electoral.
Esa mirada debe ser colegiada, socializada y determinada desde cada magistratura sin soslayar todos los logros y avances que el país democrático ha conocido y que son producto del esfuerzo institucional.
¿Cómo define el nuevo equipo de magistrados del CNE que eligió el Congreso el reciente martes?
El nuevo equipo de magistrados que integra al honorable Consejo Nacional Electoral son el resultado de la observancia y el sano criterio; criterios que se amparan en sus estatutos, en la eticidad de cada miembro. Históricamente así se ha constituido el CNE.
¿Qué nuevas ideas trae Alfonso Campo para el CNE?
Prefiero que se surtan los consabidos encuentros colegiados que sostendremos en los próximos días para socializar lo que en sano criterio consideremos aporta a la vigilancia estricta del voto popular y del constituyente primario. Luego, compartiremos aportes para avanzar.
Se viene un nuevo periodo de elecciones, ¿cómo ve el panorama democrático del país?
La democracia en el país debe y tiene que ampararse siempre en su tradicional fuerza institucional. Será la institucionalidad en todo su conjunto, observando siempre la constitución y la ley la que promueva las garantías para la defensa del derecho a elegir y a ser elegido.
Usted aseguró que de alguna manera este logro es también de su padre Alfonso Campo Soto, ¿qué aprendió de él en el ámbito político?
Mi padre fue siempre para mí un modelo que enseñó a través del ejemplo que la democracia es el valor sagrado de los pueblos y que habita en las calles. Ese postulado y el don del servicio público que él proyectaba desde sus entrañas han guiado mis acciones, mis decisiones.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.