Dos menores de edad que tuvieron la osadía de grabar un momento de intimidad para complacer el fetiche de uno de ellos.
Así es… este vídeo íntimo entre dos jóvenes que se ha difundido recientemente a través de las redes sociales ha sido “el boom del momento”. Pero esto mismo pasó con el vídeo del 2004 (viejo, por cierto), que protagonizaron Kelly y Diego, en aquél entonces.
Dos menores de edad que tuvieron la osadía de grabar un momento de intimidad para complacer el fetiche de uno de ellos. Todo el mundo lo vio, porque apenas se conoció el hecho de la filtración del material audiovisual, salieron corriendo a comprar el CD a la Galería Popular.
Eran otras épocas, pero era el mismo amarillismo y la misma serie de “novelería” -como solía decir mi abuela Leticia Rodríguez- que tanto nos inunda, bien sea por curiosidad, morbo y tantas otras cosas que no nos enorgullecen.
Como dice @El_vigi en su más reciente vídeo de Tik tok: también tengo mamá, tengo hija, tengo hermanas, tengo tías, primas y conozco a tantas otras mujeres que aprecio y respeto demasiado, que no me agradaría nada verlas protagonizar un hecho tan bochornoso como este.
Si, cada quién es libre de proceder en su privacidad como prefiera, pero lo cierto es que nadie tiene el derecho ni debe tomar la atribución de pasar el límite para difundir imágenes o vídeos de la intimidad de otra persona.
No hay que esperar una nueva publicación, ni que los protagonistas sean personas cercanas o allegadas a nuestras familias, para tomar conciencia de lo que se publica y se filtra en este mundo digital, pero todos sí podemos aprender a dar un mejor manejo a nuestros perfiles y a los contenidos que difundimos en nuestras redes sociales.
Ahora, en la serenidad del fin de semana, con puente a bordo, cuando “las olas han bajado con la marea” de esta novedad tan retumbante que sobrepasó los límites de lo viral en redes sociales, y que traspasó fronteras, recuerdo de nuevo aquél lejano y antes mencionado 2004, cuando el gran periodista y amigo Limedes Molina Urrego (premio Sirena Vallenata 2021 como periodista del año CPV) exhortaba a los oyentes del informativo Radiosucesos RCN, que dirigía en RCN Radio Valledupar: “No se moleste en ir a la galería a comprar ese CD; no lo vaya a buscar… No se contamine”.
Dos menores de edad que tuvieron la osadía de grabar un momento de intimidad para complacer el fetiche de uno de ellos.
Así es… este vídeo íntimo entre dos jóvenes que se ha difundido recientemente a través de las redes sociales ha sido “el boom del momento”. Pero esto mismo pasó con el vídeo del 2004 (viejo, por cierto), que protagonizaron Kelly y Diego, en aquél entonces.
Dos menores de edad que tuvieron la osadía de grabar un momento de intimidad para complacer el fetiche de uno de ellos. Todo el mundo lo vio, porque apenas se conoció el hecho de la filtración del material audiovisual, salieron corriendo a comprar el CD a la Galería Popular.
Eran otras épocas, pero era el mismo amarillismo y la misma serie de “novelería” -como solía decir mi abuela Leticia Rodríguez- que tanto nos inunda, bien sea por curiosidad, morbo y tantas otras cosas que no nos enorgullecen.
Como dice @El_vigi en su más reciente vídeo de Tik tok: también tengo mamá, tengo hija, tengo hermanas, tengo tías, primas y conozco a tantas otras mujeres que aprecio y respeto demasiado, que no me agradaría nada verlas protagonizar un hecho tan bochornoso como este.
Si, cada quién es libre de proceder en su privacidad como prefiera, pero lo cierto es que nadie tiene el derecho ni debe tomar la atribución de pasar el límite para difundir imágenes o vídeos de la intimidad de otra persona.
No hay que esperar una nueva publicación, ni que los protagonistas sean personas cercanas o allegadas a nuestras familias, para tomar conciencia de lo que se publica y se filtra en este mundo digital, pero todos sí podemos aprender a dar un mejor manejo a nuestros perfiles y a los contenidos que difundimos en nuestras redes sociales.
Ahora, en la serenidad del fin de semana, con puente a bordo, cuando “las olas han bajado con la marea” de esta novedad tan retumbante que sobrepasó los límites de lo viral en redes sociales, y que traspasó fronteras, recuerdo de nuevo aquél lejano y antes mencionado 2004, cuando el gran periodista y amigo Limedes Molina Urrego (premio Sirena Vallenata 2021 como periodista del año CPV) exhortaba a los oyentes del informativo Radiosucesos RCN, que dirigía en RCN Radio Valledupar: “No se moleste en ir a la galería a comprar ese CD; no lo vaya a buscar… No se contamine”.