Con el Festival Tierra de Compositores de Patillal, que se realizará del 23 al 25 de diciembre, se clausura la agenda de festivales de música vallenata del 2021. Una vez caído el telón festivalero, todas las expectativas se concentrarán en el Festival 2022 (26 al 30 de abril) de Valledupar, en homenaje al maestro Jorge […]
Con el Festival Tierra de Compositores de Patillal, que se realizará del 23 al 25 de diciembre, se clausura la agenda de festivales de música vallenata del 2021. Una vez caído el telón festivalero, todas las expectativas se concentrarán en el Festival 2022 (26 al 30 de abril) de Valledupar, en homenaje al maestro Jorge Oñate, paradigma del canto vallenato tradicional. Un artista inmenso como los mares, que con su tenor de diamante puso de moda el valor de los cantantes.
En el marco del Festival 2022 se llevará a cabo el V Concurso rey de reyes. Desde ya, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata viene organizando la edición 55, y se espera que la situación de la pandemia se haya superado, para “rendir un homenaje, de manera presencial, y del mismo tamaño de la grandeza musical del maestro Jorge Antonio Oñate González”.
Ya empiezan los amantes de la música vallenata tradicional a especular con los nombres de los acordeoneros que van a participar, y los que presuntamente tienen más méritos para coronarse rey de reyes. Desde mi experiencia de espectador, de casi todas las ediciones del festival, y de jurado de canción inédita y de piqueria, durante más de 20 años, me permito expresar estas opiniones, afines a las de muchos que quieren y defienden la música vallenata.
1. Los acordeoneros aspirantes a la corona de rey de reyes son músicos profesionales que tienen experiencia, cualidades y méritos reconocidos, y se preparan para concursar con las canciones vallenatas tradicionales que ellos han grabado. Y si aún no han grabado en los cuatro aires, están a tiempo de hacerlo. Es inadmisible que un acordeonero sea rey vallenato sin haber grabado en los cuatro aires tradicionales.
2. Siempre será grato recordar las canciones clásicas de los juglares, pero eso no justifica que los concursantes que han participado varias veces tengan que tocar el mismo repertorio; por eso sugerimos que presenten una puya nueva, pero sin la consabida melodía de las cinco puyas más conocidas, y con apenas algunos cambios en la letra. Algo similar sucede con el aire del son, cuando uno lo escucha piensa que están tocando la misma melodía con diferente letra.
3. Tradición no es repetir lo viejo, lo que ya existe, es conservar la esencia y demostrar talento y creatividad, que son claves fundamentales del verdadero artista. Rafael Escalona y Leandro Díaz, en su momento, se nutrieron de sus antecesores, pero no imitaron; se esforzaron por la calidad de sus canciones y patentaron un estilo personal, por eso pasaron a la historia. Lo mismo podemos decir de acordeoneros como Luis Enrique Martínez, Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, Ovidio Granados, Emilianito Zuleta y Juancho Roys.
4. Un rey no debe ser imitador, debe tener su estilo. La gente no quiere que haya reyes que vengan a imitar a Luis Enrique, a ‘Colacho’ o Emilianito. El rey debe tener su propia impronta, que muestre que es merecedor de la magna corona de rey de reyes. Porque cierto es que hay reyes vallenatos que han sido inferiores al compromiso de exaltar y difundir la tradición musical del vallenato.
Considero oportuno terminar con esta ‘petición folclórica’ a la directiva de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata: en los archivos de la Fundación aparecen los nombres de las canciones que han interpretado los acordeoneros finalistas en las diversas categorías, en los 54 años de concursos. Les sugiero que elijan la más interpretada en cada uno de los cuatro aires, a fin de darle una mención especial a su respectivo compositor.
Con el Festival Tierra de Compositores de Patillal, que se realizará del 23 al 25 de diciembre, se clausura la agenda de festivales de música vallenata del 2021. Una vez caído el telón festivalero, todas las expectativas se concentrarán en el Festival 2022 (26 al 30 de abril) de Valledupar, en homenaje al maestro Jorge […]
Con el Festival Tierra de Compositores de Patillal, que se realizará del 23 al 25 de diciembre, se clausura la agenda de festivales de música vallenata del 2021. Una vez caído el telón festivalero, todas las expectativas se concentrarán en el Festival 2022 (26 al 30 de abril) de Valledupar, en homenaje al maestro Jorge Oñate, paradigma del canto vallenato tradicional. Un artista inmenso como los mares, que con su tenor de diamante puso de moda el valor de los cantantes.
En el marco del Festival 2022 se llevará a cabo el V Concurso rey de reyes. Desde ya, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata viene organizando la edición 55, y se espera que la situación de la pandemia se haya superado, para “rendir un homenaje, de manera presencial, y del mismo tamaño de la grandeza musical del maestro Jorge Antonio Oñate González”.
Ya empiezan los amantes de la música vallenata tradicional a especular con los nombres de los acordeoneros que van a participar, y los que presuntamente tienen más méritos para coronarse rey de reyes. Desde mi experiencia de espectador, de casi todas las ediciones del festival, y de jurado de canción inédita y de piqueria, durante más de 20 años, me permito expresar estas opiniones, afines a las de muchos que quieren y defienden la música vallenata.
1. Los acordeoneros aspirantes a la corona de rey de reyes son músicos profesionales que tienen experiencia, cualidades y méritos reconocidos, y se preparan para concursar con las canciones vallenatas tradicionales que ellos han grabado. Y si aún no han grabado en los cuatro aires, están a tiempo de hacerlo. Es inadmisible que un acordeonero sea rey vallenato sin haber grabado en los cuatro aires tradicionales.
2. Siempre será grato recordar las canciones clásicas de los juglares, pero eso no justifica que los concursantes que han participado varias veces tengan que tocar el mismo repertorio; por eso sugerimos que presenten una puya nueva, pero sin la consabida melodía de las cinco puyas más conocidas, y con apenas algunos cambios en la letra. Algo similar sucede con el aire del son, cuando uno lo escucha piensa que están tocando la misma melodía con diferente letra.
3. Tradición no es repetir lo viejo, lo que ya existe, es conservar la esencia y demostrar talento y creatividad, que son claves fundamentales del verdadero artista. Rafael Escalona y Leandro Díaz, en su momento, se nutrieron de sus antecesores, pero no imitaron; se esforzaron por la calidad de sus canciones y patentaron un estilo personal, por eso pasaron a la historia. Lo mismo podemos decir de acordeoneros como Luis Enrique Martínez, Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, Ovidio Granados, Emilianito Zuleta y Juancho Roys.
4. Un rey no debe ser imitador, debe tener su estilo. La gente no quiere que haya reyes que vengan a imitar a Luis Enrique, a ‘Colacho’ o Emilianito. El rey debe tener su propia impronta, que muestre que es merecedor de la magna corona de rey de reyes. Porque cierto es que hay reyes vallenatos que han sido inferiores al compromiso de exaltar y difundir la tradición musical del vallenato.
Considero oportuno terminar con esta ‘petición folclórica’ a la directiva de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata: en los archivos de la Fundación aparecen los nombres de las canciones que han interpretado los acordeoneros finalistas en las diversas categorías, en los 54 años de concursos. Les sugiero que elijan la más interpretada en cada uno de los cuatro aires, a fin de darle una mención especial a su respectivo compositor.