La ganadería es uno de los sectores económicos más importantes del Cesar. Históricamente la vocación del vallenato y cesarense en este renglón pecuario ha sido una constante, en la actualidad mantenerse no ha sido fácil. Hoy la entrevista es con Joaquín Camargo, un estudioso que ha dedicado su vida a hacer crecer la ganadería y nos habla de la ganadería regenerativa.
La ganadería es uno de los sectores económicos más importantes del Cesar. Históricamente la vocación del vallenato y cesarense en este renglón pecuario ha sido una constante, en la actualidad mantenerse no ha sido fácil. Hoy la entrevista es con Joaquín Camargo, un estudioso que ha dedicado su vida a hacer crecer la ganadería y nos habla de la ganadería regenerativa.
Yo soy Médico Veterinario Zootecnista con especializaciónn en Nutrición y Alimentación Animal. Mi vida profesional siempre ha estado entre los bovinos, primero nací y me criaron entre vacas, luego a los 29 años llegué a la zona caribe con la empresa Cicolac asistiendo a los ganaderos en programas de alimentación y mejoramiento genético, luego pasé como Director del Departamento Agropecuario de Cicolac que luego pasó a propiedad de Nestlé. Una vez retirado me he dedicado a manejar mi finca adelantando programas de manejo como pastoreo racional Voasin (PRV) y ganadería regenerativa, aplicando PUAD (pastoreo de intra alta densidad); realizo consultorías a ganaderos que me lo solicitan.
Pienso que el mayor porcentaje de ganadería en la región Caribe Colombia es una ganadería extensiva y extractiva, hoy de baja rentabilidad y dónde los suelos, la fauna y la flora se están viendo seriamente afectados, como podemos observar en los estudios que nos enseñan que cada día se incrementan los suelos desertificados, que son de difícil recuperación.
Bajo este sistema extensivo nuestra producción por unidad de área es cada vez menor y la productividad y competitividad no lograrán hacerle frente a los mercados internacionales, lo que afecta no solo nuestra seguridad alimentaria, si no, la generación de empleo y bienestar para la población.
Hemos intentado diferentes modelos de producción pero todos no basados en nuestras realidades, si no, en realidades foráneas, donde siempre nos han traído lo basado en el consumismo, como maquinaria, herbicidas, genética foránea, semillas de pastos con otros desarrollos y hemos desechado lo nuestro, que tiene cientos de años de adaptación que les ha conferido un alto grado de rusticidad y resistencia, hemos desechado nuestros pastos nativos, nuestros ganados nativos, nos han enseñado a destruir con herbicidas todo lo que no sea pastos mejorados, que han mostrado visualmente muy buenos aspectos ayudados con abonos químicos y fumigados con insecticidas para protegerlos de las plagas, haciéndonos dependientes de todo tipo de insumos.
La ganadería nuestra debe ser sencilla y no complicada, debemos manejar lo que tenemos a la mano, reactivando lo que la naturaleza nos ha dado y que estamos destruyendo, debemos volver a lo básico, aprovechando la energía solar, el oxígeno, nitrógeno y minerales de nuestro aire, darle vida al suelo, de tal forma que se realice una verdadera biocenosis, para que ese suelo nos provea de los nutrientes necesarios para un buen desarrollo de las pasturas y arvenses, volver a que nuestros animales se acostumbren a comer pastos y arvenses, volver a utilizar animales nativos para lograr biotipos rústicos buenos convertidores de pastos fibrosos y tolerantes a altas temperaturas, garrapatas y moscas. Esto se logra solo cuando somos conscientes de que es necesario la rentabilidad, pero respetando y con el compromiso que el suelo y sus componentes los devolveremos en mejor estado.
La ganadería regenerativa es una de las mejores alternativas con las que se cuenta y básicamente consiste en colocar en pequeñas áreas gran cantidad de ganado en periodos muy cortos, máximo 3 días, ojalá un día, con periodos de reposo lo suficientemente amplios que permitan la total recuperación de las pasturas, estos periodos pueden estar entre 25 y 90 a 120 días, dependiendo de diversos factores como humedad, temperatura, vientos, evapotranspiración, etc.
Bajo este sistema realizamos una fertilización más uniforme con las bolitas y orines de los animales, ayudamos a descarificar las capas compactadas del suelo logrando en relativo corto tiempo que las calvas, suelo descubierto, vuelva a cubrirse de vegetación, le devolvemos la vida al suelo y se reactivan todos sus procesos. Es un sistema de baja inversión, donde en corto tiempo usted verá duplicada o triplicada su capacidad de carga mejorando sus ingresos por hectárea.
Durante muchos años nos llevaron a creer que la ganadería y agricultura verde, la revolución verde, apoyada por las grandes empresas productoras de agroquímicos, productoras de maquinaría agrícola, de semillas y toda clase de insumos, era la mejor alternativa y en forma bien manejada, lograron que tuviéramos inicialmente buenos resultados; mientras nos acostumbramos al consumismo, universidades, institutos, los gobiernos fueron infiltrando con estás tecnologías que tanto daño nos han causado a través de los años, provocando el mayor daño a la naturaleza y hoy vemos los resultados negativos y lo intentan sanar con más y más insumos, modelo que fuera de ser depredador, ya no resistimos económicamente.
Sin embargo, no queremos aceptar que debemos cambiar y volver a lo básico, quizás por los escombros que nos quedan del confort que aún nos ofrece la ganadería tradicional, acompañada de pocas políticas agropecuarias adecuadas del Estado; como créditos, asistencia técnica, proyectos macros de riegos, vías, etc.
Enfrentar los factores climáticos, especialmente de los periodos de sequía, no es tarea fácil, cuando durante años hemos lesionado al sistema ecológico; sin embargo, hay formas de minimizar sus efectos. Yo lo que puedo recomendar es comenzar a cambiar y desaprender lo que aprendimos y que de una y otra forma fue beneficioso en forma temporal, debemos de aceptar el cambio, debemos aceptar que le hemos hecho daño y continuamos haciendo daño a la madre naturaleza, una vez tomemos conciencia practiquemos alternativas dónde se guarde el equilibrio entre productividad, dinero, y respeto al medio ambiente, realice ganadería regenerativa, que regenera el suelo, las plantas, el aire, etcétera; mejora la infiltración de los suelos lográndose mayor retención de agua, menor evapotranspiración, mayor captación de CO2 del aire y convertirlo a través del pasto en carbohidratos no estructurales.
Hay que programar los pastoreos, de tal forma, que un porcentaje de potreros estén descansando en los meses iniciales de la sequía, para que puedan ser pastores en las épocas más críticas; nunca dejar que los animales recorran libremente por toda la finca, mantener en épocas de lluvia las máximas cargas de animales para incrementar los resultados, mantener cargas flotantes, para descargar fácilmente a finales del periodo de lluvias, desechar o eliminar del hato los animales de más bajos rendimientos, pastorear en periodo de lluvias diariamente por animal, según cantidad de pasturas, áreas que oscilen entre 35 a 60 metros cuadrados, repartidas en mínimo 2 comidas. Esto nos permite programar mejor nuestros bancos de comida para el periodo seco, mantener cercas bien habilitadas, ojalá eléctricas. Finalmente en lo posible, cosechar pasturas en forma de heno como alternativa de suplementación, sembrar árboles forrajeros con buen manejo de podas, como totumo, samán, campano, guácimo, etc. Todo esto se consigue con buen liderazgo y personal, trabajadores, capacitados, conocedores de los objetivos y bien tratados y estimulados.
Sin agricultura es casi imposible desarrollar ganadería. El ganado que al final nos debe ofrecer buenos resultados, en carne y leche, depende de los pastos, arvenses, sales, agua y aire, a la vez los pastos y las arvenses dependen de los nutrientes del suelo, del agua, aire y energía solar, y el suelo depende de la biocenosis que se realice en el que genera todos los procesos de transformación, tales como trofobiosis, transmutación y otros procesos, que garantizan durante el tiempo entregarle a las plantas los nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Esto solo se logra con una agricultura bien manejada, que sea sostenible y sustentable.
En la finca Los Robles, ubicada en el Municipio de Codazzi, hace 15 años iniciamos con un plan de manejo PRV que consiste en dividir la finca en potreros más pequeños, de hectárea y media, con periodos de ocupación de 3 a 5 días y periodos de descanso de 30 a 35 días, plan que mejoró los indicadores, pero no fueron suficientes para enfrentar las sequías y el deterioro de los suelos.
Desde hace 2 años leyendo a reconocidos investigadores sobre pastoreo racional y regenerativo como Andrés Voasin, Allan Savory, Luis Carlos Panheiro, Johan Zistsman, Tom Lasater y otros, resolvimos realizar algunos cambios y manejar nuestro hato con cargas altas instantáneas de ganado de 550 vacas por hectárea con periodos de ocupación de 5 horas y descansos de 30 a 45 días en lluvias y 70 a 90 días en sequía, lo que ha arrojado en estos 24 meses de trabajo unos mayores índices productivos por hectárea, como alcanzar 3,6 UGG, 28 a 32 litros por hectárea, mayor presencia de insectos en el suelo, mejor descomposición de las boñigas, mayor infiltración de suelos, cobertura de gran porcentaje de suelos sin vegetación, mayor presencia de aves que nos ayudan al control de insectos que atacan las praderas, menor uso de insumos externos porque desterramos las ivermectinas, los herbicidas, los fertilizantes químicos, compra de semillas de pasto no nativas, y todo esto ha ocasionado unos mejores ingresos netos en las hectáreas intervenidas.
En Colombia hay muchos ganaderos trabajando en ganadería regenerativa con excelentes resultados, que nos podrían apoyar en un plan masivo de implementación a través de sus experiencias y enseñanzas. Igualmente podemos contar con la Asociación Colombiana de Ganadería Regenerativa.
Lo más difícil de implementar los sistemas de pastoreo regenerativo es romper los paradigmas del pasado y aceptar los cambios. Es más fácil y con menos trabajo administrativo realizar pastoreo extensivo donde nos damos el lujo de no asistir a nuestras fincas, manejo tradicional que no nos obliga a realizar un trabajo disciplinado, con metas y estrategias.
El sistema regenerativo es poco conocido en nuestra región y tiene como limitantes un mayor liderazgo, mayor presencia, mayor disciplina, mayor compromiso, mayor persistencia y más amor por nuestra ganadería, pero con seguridad no solo entregará mejores resultados económicos, si no la satisfacción de entregarle a nuestros hijos unos suelos mejores que los que recibimos.
Esto quizás suene melancólico, pero es una realidad, poco apoyada por los gobiernos, pero con grandes perspectivas. Gracias a Dios, contamos con el apoyo académico de una red de ganaderos en toda América que están trabajando en ganadería regenerativa y cada día aprendemos más y somos más, para el bien de los ganaderos y del medio ambiente.
Algunos conceptos para tener en cuenta en ganadería regenerativa con manejo de PUAD: pastoreo a ras, es decir lo más bajo posible, sin dejar desprotegido el suelo; buena condición corporal de los animales; aceptables intervalos entre partos; biotipo de animales adecuados a la zona y al sistema. Observaciones de fallas o deficiencias en las apreciaciones anteriores, nos obliga a revisar en forma inmediata el sistema. La ganadería regenerativa es un proceso de mucha observación del suelo, de los pastos y arvenses, de los animales, de las boñigas, del sistema hidraúlico y eléctrico y del comportamiento y motivación del personal integrante del equipo. Es un manejo integral dónde hay que observar y analizar todos los ingredientes, ninguno es más importante que el otro, todos trabajan para todo, es un manejo holístico del sistema.
Reitero, debe realizarse en forma fácil y simple, donde el hombre lidere los procesos y permita que el ganado, los pastos y arvenses, el suelo, la energía solar y el aire y sus componentes realicen sus procesos naturales. No continuemos agrediendo nuestros suelos con maquinaria, con venenos, con fertilizantes químicos, con manejos inadecuados y agresivos del ganado, hagamos un pare y pensemos lo correcto, es hora de desaprender lo aprendido, aún hay tiempo.
La ganadería es uno de los sectores económicos más importantes del Cesar. Históricamente la vocación del vallenato y cesarense en este renglón pecuario ha sido una constante, en la actualidad mantenerse no ha sido fácil. Hoy la entrevista es con Joaquín Camargo, un estudioso que ha dedicado su vida a hacer crecer la ganadería y nos habla de la ganadería regenerativa.
La ganadería es uno de los sectores económicos más importantes del Cesar. Históricamente la vocación del vallenato y cesarense en este renglón pecuario ha sido una constante, en la actualidad mantenerse no ha sido fácil. Hoy la entrevista es con Joaquín Camargo, un estudioso que ha dedicado su vida a hacer crecer la ganadería y nos habla de la ganadería regenerativa.
Yo soy Médico Veterinario Zootecnista con especializaciónn en Nutrición y Alimentación Animal. Mi vida profesional siempre ha estado entre los bovinos, primero nací y me criaron entre vacas, luego a los 29 años llegué a la zona caribe con la empresa Cicolac asistiendo a los ganaderos en programas de alimentación y mejoramiento genético, luego pasé como Director del Departamento Agropecuario de Cicolac que luego pasó a propiedad de Nestlé. Una vez retirado me he dedicado a manejar mi finca adelantando programas de manejo como pastoreo racional Voasin (PRV) y ganadería regenerativa, aplicando PUAD (pastoreo de intra alta densidad); realizo consultorías a ganaderos que me lo solicitan.
Pienso que el mayor porcentaje de ganadería en la región Caribe Colombia es una ganadería extensiva y extractiva, hoy de baja rentabilidad y dónde los suelos, la fauna y la flora se están viendo seriamente afectados, como podemos observar en los estudios que nos enseñan que cada día se incrementan los suelos desertificados, que son de difícil recuperación.
Bajo este sistema extensivo nuestra producción por unidad de área es cada vez menor y la productividad y competitividad no lograrán hacerle frente a los mercados internacionales, lo que afecta no solo nuestra seguridad alimentaria, si no, la generación de empleo y bienestar para la población.
Hemos intentado diferentes modelos de producción pero todos no basados en nuestras realidades, si no, en realidades foráneas, donde siempre nos han traído lo basado en el consumismo, como maquinaria, herbicidas, genética foránea, semillas de pastos con otros desarrollos y hemos desechado lo nuestro, que tiene cientos de años de adaptación que les ha conferido un alto grado de rusticidad y resistencia, hemos desechado nuestros pastos nativos, nuestros ganados nativos, nos han enseñado a destruir con herbicidas todo lo que no sea pastos mejorados, que han mostrado visualmente muy buenos aspectos ayudados con abonos químicos y fumigados con insecticidas para protegerlos de las plagas, haciéndonos dependientes de todo tipo de insumos.
La ganadería nuestra debe ser sencilla y no complicada, debemos manejar lo que tenemos a la mano, reactivando lo que la naturaleza nos ha dado y que estamos destruyendo, debemos volver a lo básico, aprovechando la energía solar, el oxígeno, nitrógeno y minerales de nuestro aire, darle vida al suelo, de tal forma que se realice una verdadera biocenosis, para que ese suelo nos provea de los nutrientes necesarios para un buen desarrollo de las pasturas y arvenses, volver a que nuestros animales se acostumbren a comer pastos y arvenses, volver a utilizar animales nativos para lograr biotipos rústicos buenos convertidores de pastos fibrosos y tolerantes a altas temperaturas, garrapatas y moscas. Esto se logra solo cuando somos conscientes de que es necesario la rentabilidad, pero respetando y con el compromiso que el suelo y sus componentes los devolveremos en mejor estado.
La ganadería regenerativa es una de las mejores alternativas con las que se cuenta y básicamente consiste en colocar en pequeñas áreas gran cantidad de ganado en periodos muy cortos, máximo 3 días, ojalá un día, con periodos de reposo lo suficientemente amplios que permitan la total recuperación de las pasturas, estos periodos pueden estar entre 25 y 90 a 120 días, dependiendo de diversos factores como humedad, temperatura, vientos, evapotranspiración, etc.
Bajo este sistema realizamos una fertilización más uniforme con las bolitas y orines de los animales, ayudamos a descarificar las capas compactadas del suelo logrando en relativo corto tiempo que las calvas, suelo descubierto, vuelva a cubrirse de vegetación, le devolvemos la vida al suelo y se reactivan todos sus procesos. Es un sistema de baja inversión, donde en corto tiempo usted verá duplicada o triplicada su capacidad de carga mejorando sus ingresos por hectárea.
Durante muchos años nos llevaron a creer que la ganadería y agricultura verde, la revolución verde, apoyada por las grandes empresas productoras de agroquímicos, productoras de maquinaría agrícola, de semillas y toda clase de insumos, era la mejor alternativa y en forma bien manejada, lograron que tuviéramos inicialmente buenos resultados; mientras nos acostumbramos al consumismo, universidades, institutos, los gobiernos fueron infiltrando con estás tecnologías que tanto daño nos han causado a través de los años, provocando el mayor daño a la naturaleza y hoy vemos los resultados negativos y lo intentan sanar con más y más insumos, modelo que fuera de ser depredador, ya no resistimos económicamente.
Sin embargo, no queremos aceptar que debemos cambiar y volver a lo básico, quizás por los escombros que nos quedan del confort que aún nos ofrece la ganadería tradicional, acompañada de pocas políticas agropecuarias adecuadas del Estado; como créditos, asistencia técnica, proyectos macros de riegos, vías, etc.
Enfrentar los factores climáticos, especialmente de los periodos de sequía, no es tarea fácil, cuando durante años hemos lesionado al sistema ecológico; sin embargo, hay formas de minimizar sus efectos. Yo lo que puedo recomendar es comenzar a cambiar y desaprender lo que aprendimos y que de una y otra forma fue beneficioso en forma temporal, debemos de aceptar el cambio, debemos aceptar que le hemos hecho daño y continuamos haciendo daño a la madre naturaleza, una vez tomemos conciencia practiquemos alternativas dónde se guarde el equilibrio entre productividad, dinero, y respeto al medio ambiente, realice ganadería regenerativa, que regenera el suelo, las plantas, el aire, etcétera; mejora la infiltración de los suelos lográndose mayor retención de agua, menor evapotranspiración, mayor captación de CO2 del aire y convertirlo a través del pasto en carbohidratos no estructurales.
Hay que programar los pastoreos, de tal forma, que un porcentaje de potreros estén descansando en los meses iniciales de la sequía, para que puedan ser pastores en las épocas más críticas; nunca dejar que los animales recorran libremente por toda la finca, mantener en épocas de lluvia las máximas cargas de animales para incrementar los resultados, mantener cargas flotantes, para descargar fácilmente a finales del periodo de lluvias, desechar o eliminar del hato los animales de más bajos rendimientos, pastorear en periodo de lluvias diariamente por animal, según cantidad de pasturas, áreas que oscilen entre 35 a 60 metros cuadrados, repartidas en mínimo 2 comidas. Esto nos permite programar mejor nuestros bancos de comida para el periodo seco, mantener cercas bien habilitadas, ojalá eléctricas. Finalmente en lo posible, cosechar pasturas en forma de heno como alternativa de suplementación, sembrar árboles forrajeros con buen manejo de podas, como totumo, samán, campano, guácimo, etc. Todo esto se consigue con buen liderazgo y personal, trabajadores, capacitados, conocedores de los objetivos y bien tratados y estimulados.
Sin agricultura es casi imposible desarrollar ganadería. El ganado que al final nos debe ofrecer buenos resultados, en carne y leche, depende de los pastos, arvenses, sales, agua y aire, a la vez los pastos y las arvenses dependen de los nutrientes del suelo, del agua, aire y energía solar, y el suelo depende de la biocenosis que se realice en el que genera todos los procesos de transformación, tales como trofobiosis, transmutación y otros procesos, que garantizan durante el tiempo entregarle a las plantas los nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Esto solo se logra con una agricultura bien manejada, que sea sostenible y sustentable.
En la finca Los Robles, ubicada en el Municipio de Codazzi, hace 15 años iniciamos con un plan de manejo PRV que consiste en dividir la finca en potreros más pequeños, de hectárea y media, con periodos de ocupación de 3 a 5 días y periodos de descanso de 30 a 35 días, plan que mejoró los indicadores, pero no fueron suficientes para enfrentar las sequías y el deterioro de los suelos.
Desde hace 2 años leyendo a reconocidos investigadores sobre pastoreo racional y regenerativo como Andrés Voasin, Allan Savory, Luis Carlos Panheiro, Johan Zistsman, Tom Lasater y otros, resolvimos realizar algunos cambios y manejar nuestro hato con cargas altas instantáneas de ganado de 550 vacas por hectárea con periodos de ocupación de 5 horas y descansos de 30 a 45 días en lluvias y 70 a 90 días en sequía, lo que ha arrojado en estos 24 meses de trabajo unos mayores índices productivos por hectárea, como alcanzar 3,6 UGG, 28 a 32 litros por hectárea, mayor presencia de insectos en el suelo, mejor descomposición de las boñigas, mayor infiltración de suelos, cobertura de gran porcentaje de suelos sin vegetación, mayor presencia de aves que nos ayudan al control de insectos que atacan las praderas, menor uso de insumos externos porque desterramos las ivermectinas, los herbicidas, los fertilizantes químicos, compra de semillas de pasto no nativas, y todo esto ha ocasionado unos mejores ingresos netos en las hectáreas intervenidas.
En Colombia hay muchos ganaderos trabajando en ganadería regenerativa con excelentes resultados, que nos podrían apoyar en un plan masivo de implementación a través de sus experiencias y enseñanzas. Igualmente podemos contar con la Asociación Colombiana de Ganadería Regenerativa.
Lo más difícil de implementar los sistemas de pastoreo regenerativo es romper los paradigmas del pasado y aceptar los cambios. Es más fácil y con menos trabajo administrativo realizar pastoreo extensivo donde nos damos el lujo de no asistir a nuestras fincas, manejo tradicional que no nos obliga a realizar un trabajo disciplinado, con metas y estrategias.
El sistema regenerativo es poco conocido en nuestra región y tiene como limitantes un mayor liderazgo, mayor presencia, mayor disciplina, mayor compromiso, mayor persistencia y más amor por nuestra ganadería, pero con seguridad no solo entregará mejores resultados económicos, si no la satisfacción de entregarle a nuestros hijos unos suelos mejores que los que recibimos.
Esto quizás suene melancólico, pero es una realidad, poco apoyada por los gobiernos, pero con grandes perspectivas. Gracias a Dios, contamos con el apoyo académico de una red de ganaderos en toda América que están trabajando en ganadería regenerativa y cada día aprendemos más y somos más, para el bien de los ganaderos y del medio ambiente.
Algunos conceptos para tener en cuenta en ganadería regenerativa con manejo de PUAD: pastoreo a ras, es decir lo más bajo posible, sin dejar desprotegido el suelo; buena condición corporal de los animales; aceptables intervalos entre partos; biotipo de animales adecuados a la zona y al sistema. Observaciones de fallas o deficiencias en las apreciaciones anteriores, nos obliga a revisar en forma inmediata el sistema. La ganadería regenerativa es un proceso de mucha observación del suelo, de los pastos y arvenses, de los animales, de las boñigas, del sistema hidraúlico y eléctrico y del comportamiento y motivación del personal integrante del equipo. Es un manejo integral dónde hay que observar y analizar todos los ingredientes, ninguno es más importante que el otro, todos trabajan para todo, es un manejo holístico del sistema.
Reitero, debe realizarse en forma fácil y simple, donde el hombre lidere los procesos y permita que el ganado, los pastos y arvenses, el suelo, la energía solar y el aire y sus componentes realicen sus procesos naturales. No continuemos agrediendo nuestros suelos con maquinaria, con venenos, con fertilizantes químicos, con manejos inadecuados y agresivos del ganado, hagamos un pare y pensemos lo correcto, es hora de desaprender lo aprendido, aún hay tiempo.