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Columnista - 3 septiembre, 2020

Más sobre la pandemia

La pandemia provocada por el Sars-CoV-2 continúa y, en realidad nadie sabe hasta cuando, porque hasta hoy los casos de contagios confirmados no llegan a 26 millones de personas, y aunque es un dato estadístico con bastante subregistro, la cantidad de infectados es mínima comparada con las más de 7 mil millones de personas que […]

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La pandemia provocada por el Sars-CoV-2 continúa y, en realidad nadie sabe hasta cuando, porque hasta hoy los casos de contagios confirmados no llegan a 26 millones de personas, y aunque es un dato estadístico con bastante subregistro, la cantidad de infectados es mínima comparada con las más de 7 mil millones de personas que actualmente alberga el planeta tierra.

A los que aún no nos hemos enfermado de covid-19, aquí, allá, acullá o en Cafarnaúm (la ciudad bíblica de los milagros sagrados de Jesucristo), el peligroso coronavirus nos seguirá emboscando. Su contagio amainará cuando en las poblaciones haya inmunidad de rebaño y para que esto ocurra, entre el 60 y 70 % de los habitantes de las comunidades se deben contagiar.

Hay dos maneras para adquirir la inmunidad de rebaño: una es la producción de la vacuna anticovid-19, la otra es esperar a que, por lo menos el 60 % de la población se infecte. Para que esta última opción se logre, no hay sistema de salud que pueda prestarle atención adecuada a la gran cantidad de enfermos. Si dichos porcentajes los extrapolamos a la población mundial que tiene más de 7 mil millones de personas, mínimo 4.200 millones requerirían atención sanitaria. Si la trasladamos a la gente de Colombia (cerca de 50 millones) habría que atender a unas 30 millones de personas enfermas, pero ubiquémonos en Valledupar, que, según el censo reciente tiene 490.075 habitantes, significa que 294 mil personas de nuestra ciudad necesitarían atención por covid-19. Esto, repito, para lograr adquirir la inmunidad de rebaño.

En Valledupar que todavía no ha llegado a los 9 mil infectados, los vallenatos estamos que nos morimos de miedo y el alcalde Mello Castro y sus asesores no suspendieron la cuarentena, con el propósito de disminuir el número de contagiados y prevenir el colapso de las UCI de la ciudad, que en el mes de septiembre dizque llegará al pico de la curva estadística de la pandemia.

No voy a desconocer lo bueno y oportuno que ha sido el alcalde Mello Castro, para evitar la rápida propagación en la ciudad de Valledupar, sobre todo en contener a los indisciplinados que si no les importa la salud de ellos mismos, mucho menos les importará el bienestar de los demás; sin embargo, la medida de permitir ejercicios en los parques de la ciudad, solo en las mañanas por una o dos horas, fue una pésima decisión, porque toda la gente se volcó al aprovechamiento del poco tiempo concedido, tal aglomeración, sin duda alguna, difundió el coronavirus, esto se hubiera evitado si en los parques se hubiera permitido el ejercicio durante las horas del día (entre 5 am y 5 pm) con vigilancia policial permanente, especialmente prohibiendo el baño en el río Guatapurí para que el agua no contaminara a los bañistas. Seguramente, en el trascurso del día la gente hubiera escogido la hora preferida para hacer sus ejercicios, esto ha sido la costumbre de siempre, porque a muchos les gusta asolearse.

Ya lo dije, la segunda expectativa para obtener la inmunidad de rebaño es la vacuna anticovid-19, ya se ha anunciado que hay varias adelantadas, la más avanzada se ha previsto para comienzos de 2021. Pero por lo complejo que es el coronavirus causante de la tan tenebrosa pandemia que estamos sufriendo, personalmente no estoy muy optimista en que algunas de las vacunas ya reveladas estén listas para las fechas avisadas. Ojalá que mi duda se convierta en realidad y la humanidad pueda salir lo más rápido posible de la agonía que estamos soportando. ¡Amén!

Columnista
3 septiembre, 2020

Más sobre la pandemia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

La pandemia provocada por el Sars-CoV-2 continúa y, en realidad nadie sabe hasta cuando, porque hasta hoy los casos de contagios confirmados no llegan a 26 millones de personas, y aunque es un dato estadístico con bastante subregistro, la cantidad de infectados es mínima comparada con las más de 7 mil millones de personas que […]


La pandemia provocada por el Sars-CoV-2 continúa y, en realidad nadie sabe hasta cuando, porque hasta hoy los casos de contagios confirmados no llegan a 26 millones de personas, y aunque es un dato estadístico con bastante subregistro, la cantidad de infectados es mínima comparada con las más de 7 mil millones de personas que actualmente alberga el planeta tierra.

A los que aún no nos hemos enfermado de covid-19, aquí, allá, acullá o en Cafarnaúm (la ciudad bíblica de los milagros sagrados de Jesucristo), el peligroso coronavirus nos seguirá emboscando. Su contagio amainará cuando en las poblaciones haya inmunidad de rebaño y para que esto ocurra, entre el 60 y 70 % de los habitantes de las comunidades se deben contagiar.

Hay dos maneras para adquirir la inmunidad de rebaño: una es la producción de la vacuna anticovid-19, la otra es esperar a que, por lo menos el 60 % de la población se infecte. Para que esta última opción se logre, no hay sistema de salud que pueda prestarle atención adecuada a la gran cantidad de enfermos. Si dichos porcentajes los extrapolamos a la población mundial que tiene más de 7 mil millones de personas, mínimo 4.200 millones requerirían atención sanitaria. Si la trasladamos a la gente de Colombia (cerca de 50 millones) habría que atender a unas 30 millones de personas enfermas, pero ubiquémonos en Valledupar, que, según el censo reciente tiene 490.075 habitantes, significa que 294 mil personas de nuestra ciudad necesitarían atención por covid-19. Esto, repito, para lograr adquirir la inmunidad de rebaño.

En Valledupar que todavía no ha llegado a los 9 mil infectados, los vallenatos estamos que nos morimos de miedo y el alcalde Mello Castro y sus asesores no suspendieron la cuarentena, con el propósito de disminuir el número de contagiados y prevenir el colapso de las UCI de la ciudad, que en el mes de septiembre dizque llegará al pico de la curva estadística de la pandemia.

No voy a desconocer lo bueno y oportuno que ha sido el alcalde Mello Castro, para evitar la rápida propagación en la ciudad de Valledupar, sobre todo en contener a los indisciplinados que si no les importa la salud de ellos mismos, mucho menos les importará el bienestar de los demás; sin embargo, la medida de permitir ejercicios en los parques de la ciudad, solo en las mañanas por una o dos horas, fue una pésima decisión, porque toda la gente se volcó al aprovechamiento del poco tiempo concedido, tal aglomeración, sin duda alguna, difundió el coronavirus, esto se hubiera evitado si en los parques se hubiera permitido el ejercicio durante las horas del día (entre 5 am y 5 pm) con vigilancia policial permanente, especialmente prohibiendo el baño en el río Guatapurí para que el agua no contaminara a los bañistas. Seguramente, en el trascurso del día la gente hubiera escogido la hora preferida para hacer sus ejercicios, esto ha sido la costumbre de siempre, porque a muchos les gusta asolearse.

Ya lo dije, la segunda expectativa para obtener la inmunidad de rebaño es la vacuna anticovid-19, ya se ha anunciado que hay varias adelantadas, la más avanzada se ha previsto para comienzos de 2021. Pero por lo complejo que es el coronavirus causante de la tan tenebrosa pandemia que estamos sufriendo, personalmente no estoy muy optimista en que algunas de las vacunas ya reveladas estén listas para las fechas avisadas. Ojalá que mi duda se convierta en realidad y la humanidad pueda salir lo más rápido posible de la agonía que estamos soportando. ¡Amén!