El obispo de Valledupar, monseñor Óscar Vélez Isaza, levantó su voz para exigirle al gobierno del presidente Iván Duque la reapertura de las iglesias en todo el país y que la feligresía pueda retornar a los templos (cumpliendo con todos los protocolos y restricciones para evitar el contacto social) para participar de las eucaristías con los sacerdotes.

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El prelado tomó la vocería por todos los obispos de Colombia luego de que 18 de ellos enviaran una serie de cartas al Gobierno nacional, desde el pasado 20 de abril, en las que destacaron que desde hacía 43 días han venido adelantando actividades tendientes al cumplimiento de los protocolos sanitarios y que esperaban el acompañamiento del estamento para ser avalados y permitirles abrir los templos de manera gradual.

Esta comunicación tuvo respuesta solo hasta el 26 de mayo por parte del Gobierno nacional lo que llevó al Obispo de Valledupar a pronunciarse al país, criticando que no hay equidad en la reapertura.

“Liberando gradualmente sectores de la producción, estableciendo estrategias para salir de compras, para hacer trámites de salud, servicios bancarios, uso del transporte público. En estos momentos se ha llegado a la apertura de centros comerciales, se anuncia ya la apertura del campeonato del fútbol profesional y hasta de peluquerías y servicios estéticos”, sin embargo, agregó, los templos siguen cerrados.

Para el pastor de la Diócesis de Valledupar las medidas tomadas por el alto Gobierno son válidas, pero le resulta increíble que los templos, centros de la feligresía y de la fe sean considerados de alto riesgo.

“Nos hemos encontrado con oídos sordos por parte de nuestro gobernante. Los obispos entendemos los riesgos de la pandemia, pero hemos hecho propuestas razonables con medidas similares a las que se les ha autorizado reabrir sus puertas, guardando la distancia social, usando los elementos de protección personal. ¡Pensar -y lo digo en alta voz- que es más peligrosos estar en una iglesia que en una peluquería o en un medio de transporte público!, ¿esto es o ignorancia o mala fe?”, preguntó monseñor.

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De manera aún más fuerte, Vélez Isaza se expresó manifestando la poca atención y lo que considera indiferencia por parte del presidente de los colombianos. “El presidente no nos ha mencionado ni una sola vez en sus múltiples alocuciones desde que inició esta pandemia. Pareciera que los creyentes no existiéramos en Colombia; no entendemos al presidente, creíamos conocerlo pero nos equivocamos. Apenas el reciente 26 de mayo se dignó dar una respuesta a las diversas comunicaciones que nosotros enviamos”.

El mandatario de los colombianos respondió diciendo que nombró una comisión para analizar las solicitudes de la Iglesia, lo que fue criticado por el pastor al señalar la paquidermia de la citada comisión.

El Obispo de la Diócesis de Valledupar pide al presidente que reflexione y que no caiga en la autocracia porque hay una diferencia entre no ceder a presiones y no escuchar razones, mostrándole además la importancia de la labor pastoral para una sociedad, en especial la nuestra.

El sermón de monseñor incluyó al presidente, pero también a sus asesores a quienes conminó a abrir los ojos y considerar a los que creen y les hacen falta las celebraciones en los templos.

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“Pareciera desafortunadamente que el presidente y sus asesores pensaran que la fe es como un virus del cual hay que cuidarse; los creyentes nos sentimos como las personas mayores de 70 años a los que se trata como incapaces de cuidarse y de tomar decisiones responsables, somos tratados como menores de edad. Se piensa que los pastores no podemos cuidar a nuestros rebaños, que no podemos tomar medidas y estamos capacitados para tomar las mejores medidas para cuidarlos”, acotó el jerarca católico.

POR: JOSÉ URBANO CÉSPEDES / EL PILÓN