Valledupar es calificada como una de las ciudades verdes de Colombia y los más de 70.000 árboles urbanos son causa de orgullo para los vallenatos, por su sombra, frutos y la tradición. Pero errores en la planeación convirtieron una parte de la población verde en un problema que requiere de $1,053 millones para erradicar desde la raíz los riesgos de accidentes.

El principal desafío es corregir el rastro de los errores en la planeación de la siembra y tratamiento de las especies. Según el Plan de manejo de arbolado urbano de Valledupar entre el 25 % y 40 % de los árboles registran problemas fitosanitarios, los cuales demandan gastos, desde el análisis de cuáles son y las soluciones.

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El trabajo empezó con las radicales podas de árboles en sectores como la avenida de la calle 44, adyacente a la pista del aeropuerto Alfonso López o la avenida Simón Bolívar, a la altura del centro comercial Guatapurí. El resultado del tratamiento, árboles sin una hoja, con las ramas a medias, ha causado rechazo en algunos sectores de la ciudad. Sin embargo, el tratamiento será más radical con el nuevo contrato de $1,053 millones que tiene por objetivo el mantenimiento y protección de los árboles urbanos en la ciudad.

“El objetivo es la capacitación y la poda para los árboles que lo requieran y otro punto es la tala de árboles que están enfermos y han cumplido su ciclo vital para evitar que causen un peligro”, señaló el secretario de Planeación Robert Murgas, quien agregó que una vez se adjudique se hará la socialización en los medios.

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TRATAMIENTO RADICAL

Calificado como un tratamiento “severo” en los estudios previos, durante los tres meses que dure el proyecto se erradicarán y reemplazarán los árboles que lo ameriten, ya sea por estar enfermos con plagas, bifurcación, levantando el pavimento o secos. Según argumentó en su momento el ambientalista Miguel Sierra, la muerte y enfermedad de muchos árboles de intervenciones de una hechas muchos años atrás.

En este caso, no se aplicará la relación de por cada árbol erradicado sembrar tres porque, aseguran, “se está haciendo una obra de cambio y no una obra de uso del suelo”.

Por ejemplo, siguiendo la recomendación que en la ciudad se debe guardar una distancia para plantar árboles de ocho a diez metros de distancia, muchos de los arboles con una distancia de tres y cuatro metros que afectan el alumbrado público, podrían entrar en el grupo de los árboles que serán talados.

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El debate sobre el estado fitosanitario de los árboles en Valledupar renació con más fuerza en febrero, cuando uno de ellos cayó sobre la camioneta de un joven abogado que perdió la vida a los pocos días en uno de los hospitales de la ciudad. Enseguida se prendieron las alarmas porque en la ciudad hay casi 15.000 árboles con problemas graves o menores, pero que pueden representar un riesgo. Con este contrato, que seguro levantará polémicas por las drásticas medidas, la intención es erradicar el problema.

POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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