El Ministerio de Agricultura hizo una propuesta que según los productores requiere que sea aterrizada al sector.
Mientras el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural habla de un plan para ordenar la producción de la cadena, los productores de algodón en el Cesar aseguran que ese tipo de propuestas se hacen desde un escritorio, por lo que al llevarlas al campo nunca son realizables.
El Ministerio en el Consejo Nacional Algodonero propuso ordenar la cadena de la producción para sembrar unas 20 mil hectáreas de algodón y atender el 41% de la demanda interna.
Lea también: Algodón tiende a desaparecer en el Cesar
Durante la reunión, en la que estuvo presente la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Marcela Urueña, se definió una estrategia en cuatro etapas. La primera: el diagnóstico participativo sobre la competitividad de la cadena; luego, la identificación de zonas con mejor desempeño productivo para focalización de la inversión pública; en tercer lugar, la planificación indicativa de la producción en función de la demanda con visión prospectiva; y por último, la articulación de la oferta institucional para el diseño e implementación de incentivos que promuevan el ordenamiento de la producción.
Según el presidente de Conalgodón, César Pardo, es satisfactorio para el sector que los hayan incluido dentro de las cadenas priorizadas por parte del Ministerio de Agricultura para esa política y programa de ordenamiento de la producción, que cuenta con todos los elementos que a mediano y largo plazo pueden llevar a esa actividad a generar rentabilidad y competitividad.
Lea también: Buscan ‘revivir’ el cultivo del algodón en el Cesar
El algodón es una de las 10 cadenas priorizadas por el Ministerio de Agricultura, el resto son: arroz; maíz; papa; cebolla; caña panelera; leche; aguacate hass; algodón; plantaciones forestales; y acuicultura y pesca.
“Con los productos priorizados para ordenamiento de la producción buscamos estabilizar la producción y buscar una mayor estabilidad en los precios. De esta manera, aportamos a mayor la productividad y rentabilidad”, afirmó la viceministra Marcela Urueña.
EL PROBLEMA CON LA MELAZA
Una cosa es lo que piensa el Gobierno y otra la que viven los productores, en el caso del Cesar en la última cosecha el área se redujo a su mínima expresión, debido a que solo se sembraron en todo el departamento unas 300 hectáreas; La Guajira alcanzó unas 1.000 hectáreas que dieron un excelente algodón, de la mejor calidad, pero con melaza, por lo que la recolección está paralizada.
José Ramón Molina algodonero de La Guajira explicó que la cosecha ha sido de excelente calidad, pero Diagonal, que es la que se los recibe, dice que tiene melaza, por lo que en este momento tienen una difícil situación, toda vez que no tienen cómo pagarle a los trabajadores y asumir todos los compromisos adquiridos.
“Trabajamos a media marcha, porque no tenemos recursos porque no nos reciben los algodones. Los trabajadores exigen pago, pero no tenemos cómo pagarles. Diagonal en este momento no nos recibe, él es el único comprador y actúa como juez y parte porque es también el encargado de medir la melaza, entonces si el gobierno nacional nos quiere ayudar debe empezar por ahí, que haya una empresa que sea la que realice los laboratorios”, afirmó Molina.
Aseguró que en el caso de La Guajira en donde se siembra en Fonseca, El Molina, San Juan, Distracción y Villanueva, aspiran para este año subir el área a unas dos mil o 2.500 hectáreas, pero se requiere del verdadero compromiso del Gobierno, porque frente a la situación que tienen hoy, lo más seguro es que tiendan a desaparecer.
Aseguró que si el Ministerio verdaderamente quiere apoyarlos, que lo haga con recursos, asistencia técnica, porque este tipo de cultivos además ayudan en la generación de empleo, en especial con la contratación de mano de obra indígena.
Explicó que este año se le ha sumado a la situación problemas como la falta de lonas, porque a pesar que dieron unos por anticipos a la hilandería encargada de esto en Medellín, esta todavía no les ha cumplido.
“Nos han generado contratiempos en la recolección de la fibra y costos adicionales, porque nos toca vaciar, y esperar que los camiones vacíen y vuelvan, debido a que no nos han entregado todas las lonas”, explicó Molina.
Lea también: Buscan reactivar el cultivo del algodón
Ante todos estos contratiempos, aduce el productor que se debería tener un precio de estabilización que los ayude, con lo que también está de acuerdo el productor de Codazzi, David Hernández, quien dijo que es difícil la reactivación del sector, si no hay una política macro.
“Esas ideas son buenas sabiéndolas aplicar en el terreno, porque el Ministerio promete muchas cosas, pero en la práctica es muy difícil, porque esos son proyectos hechos frente al computador, pero al aplicarlos en el campo, siempre fracasan”, dijo Hernández.
sandra santiago / EL PILÓN
El Ministerio de Agricultura hizo una propuesta que según los productores requiere que sea aterrizada al sector.
Mientras el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural habla de un plan para ordenar la producción de la cadena, los productores de algodón en el Cesar aseguran que ese tipo de propuestas se hacen desde un escritorio, por lo que al llevarlas al campo nunca son realizables.
El Ministerio en el Consejo Nacional Algodonero propuso ordenar la cadena de la producción para sembrar unas 20 mil hectáreas de algodón y atender el 41% de la demanda interna.
Lea también: Algodón tiende a desaparecer en el Cesar
Durante la reunión, en la que estuvo presente la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Marcela Urueña, se definió una estrategia en cuatro etapas. La primera: el diagnóstico participativo sobre la competitividad de la cadena; luego, la identificación de zonas con mejor desempeño productivo para focalización de la inversión pública; en tercer lugar, la planificación indicativa de la producción en función de la demanda con visión prospectiva; y por último, la articulación de la oferta institucional para el diseño e implementación de incentivos que promuevan el ordenamiento de la producción.
Según el presidente de Conalgodón, César Pardo, es satisfactorio para el sector que los hayan incluido dentro de las cadenas priorizadas por parte del Ministerio de Agricultura para esa política y programa de ordenamiento de la producción, que cuenta con todos los elementos que a mediano y largo plazo pueden llevar a esa actividad a generar rentabilidad y competitividad.
Lea también: Buscan ‘revivir’ el cultivo del algodón en el Cesar
El algodón es una de las 10 cadenas priorizadas por el Ministerio de Agricultura, el resto son: arroz; maíz; papa; cebolla; caña panelera; leche; aguacate hass; algodón; plantaciones forestales; y acuicultura y pesca.
“Con los productos priorizados para ordenamiento de la producción buscamos estabilizar la producción y buscar una mayor estabilidad en los precios. De esta manera, aportamos a mayor la productividad y rentabilidad”, afirmó la viceministra Marcela Urueña.
EL PROBLEMA CON LA MELAZA
Una cosa es lo que piensa el Gobierno y otra la que viven los productores, en el caso del Cesar en la última cosecha el área se redujo a su mínima expresión, debido a que solo se sembraron en todo el departamento unas 300 hectáreas; La Guajira alcanzó unas 1.000 hectáreas que dieron un excelente algodón, de la mejor calidad, pero con melaza, por lo que la recolección está paralizada.
José Ramón Molina algodonero de La Guajira explicó que la cosecha ha sido de excelente calidad, pero Diagonal, que es la que se los recibe, dice que tiene melaza, por lo que en este momento tienen una difícil situación, toda vez que no tienen cómo pagarle a los trabajadores y asumir todos los compromisos adquiridos.
“Trabajamos a media marcha, porque no tenemos recursos porque no nos reciben los algodones. Los trabajadores exigen pago, pero no tenemos cómo pagarles. Diagonal en este momento no nos recibe, él es el único comprador y actúa como juez y parte porque es también el encargado de medir la melaza, entonces si el gobierno nacional nos quiere ayudar debe empezar por ahí, que haya una empresa que sea la que realice los laboratorios”, afirmó Molina.
Aseguró que en el caso de La Guajira en donde se siembra en Fonseca, El Molina, San Juan, Distracción y Villanueva, aspiran para este año subir el área a unas dos mil o 2.500 hectáreas, pero se requiere del verdadero compromiso del Gobierno, porque frente a la situación que tienen hoy, lo más seguro es que tiendan a desaparecer.
Aseguró que si el Ministerio verdaderamente quiere apoyarlos, que lo haga con recursos, asistencia técnica, porque este tipo de cultivos además ayudan en la generación de empleo, en especial con la contratación de mano de obra indígena.
Explicó que este año se le ha sumado a la situación problemas como la falta de lonas, porque a pesar que dieron unos por anticipos a la hilandería encargada de esto en Medellín, esta todavía no les ha cumplido.
“Nos han generado contratiempos en la recolección de la fibra y costos adicionales, porque nos toca vaciar, y esperar que los camiones vacíen y vuelvan, debido a que no nos han entregado todas las lonas”, explicó Molina.
Lea también: Buscan reactivar el cultivo del algodón
Ante todos estos contratiempos, aduce el productor que se debería tener un precio de estabilización que los ayude, con lo que también está de acuerdo el productor de Codazzi, David Hernández, quien dijo que es difícil la reactivación del sector, si no hay una política macro.
“Esas ideas son buenas sabiéndolas aplicar en el terreno, porque el Ministerio promete muchas cosas, pero en la práctica es muy difícil, porque esos son proyectos hechos frente al computador, pero al aplicarlos en el campo, siempre fracasan”, dijo Hernández.
sandra santiago / EL PILÓN