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Editorial - 9 enero, 2019

Felicidades a la prevención vial

Acaba de salir el balance del Ministerio de Transporte con respecto a la accidentalidad en el país durante la temporada que va desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 7 de enero del presente año y el resultado es una reducción del 53 % la accidentalidad en todo el territorio frente la misma […]

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Acaba de salir el balance del Ministerio de Transporte con respecto a la accidentalidad en el país durante la temporada que va desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 7 de enero del presente año y el resultado es una reducción del 53 % la accidentalidad en todo el territorio frente la misma época pero del 2017 – 2018. El informe evidencia en cifras el resultado de la prevención y por supuesto las medidas sancionatorias para los carentes de cultura al volante: 260.845 infractores sancionados, 23.611 por maniobras peligrosas en motocicleta, algo de lo que Valledupar puede hablar con lastimosa claridad.

Pero, pese a que en ocasiones los controles resultan molestos para los ciudadanos y algunos uniformados de la Policía Nacional no tienen el tacto suficiente para atender personal civil, cosa que genera fricciones, debemos reconocer que la tarea da resultados. Tan solo en el Cesar, durante el pasado puente festivo, 520 comparendos fueron impuestos en nuestro departamento, la mayoría por no portar la revisión técnico mecánica, documento que avala las condiciones físicas del vehículo para transitar, de lo contrario el peligro está aún más asegurado, por eso bienvenidos los controles en el marco de la ley, con el mejor de los tratos para los ciudadanos, el procura de garantizar la vida de todos los actores de la vía.

Debemos insistir en que Valledupar sigue creciendo y con ella la problemática vial, por esta razón es importante no bajar la guardia en algunos aspectos: los jóvenes colgados de los vehículos de gran tamaño, principalmente por la carrera 23, son un problema que persiste, y la prevención debe aumentar. Sería interesante una alianza aun mayor entre los entes territoriales, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Policía Nacional y Juntas de Acción Comunal, con el objetivo de persuadir a los infractores a través de líderes comunitarios con los que se identifiquen, pues la relación con las autoridades uniformadas sigue siendo frágil, un tema que no se puede seguir ignorando. Parece que el rechazo a la labor policial, la inconstante promoción de la cultura vial y la deliberada decisión de seguir violando las normas por parte de los ciudadanos son el panorama perfecto para subir los índices de accidentalidad y muerte.

Estamos seguros de que en la incansable socialización, la educación y la cultura están las estrategias necesarias para salvar vidas, para que el ciudadano entienda que en sus manos, principalmente, está la primera línea de prevención y por consiguiente el mejoramiento de la movilidad, la disminución de la siniestralidad y el aumento la probabilidad de vida en las vías.

Por último, recordamos que algunos puntos de la ciudad siguen siendo críticos en movilidad por no contar con los semáforos: no olvidemos las complejas intersecciones de la avenida Simón Bolívar en el sector de los Kioskos de la Ye, la ‘calle ancha’ de La Nevada, la entrada a los barrios El Oasis, Nuevo Milenio, Tierra Prometida y Mareigua en la intersección de la calle 44, y la intersección de la calle 13 B Bis a la altura de los colegios CASD y Alfonso López, entre otros puntos, sin olvidar la promoción de la cultura vial de conductores que recogen a estudiantes en la zona, de los estudiantes por supuesto y demás actores de la vía.

Editorial
9 enero, 2019

Felicidades a la prevención vial

Acaba de salir el balance del Ministerio de Transporte con respecto a la accidentalidad en el país durante la temporada que va desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 7 de enero del presente año y el resultado es una reducción del 53 % la accidentalidad en todo el territorio frente la misma […]


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Acaba de salir el balance del Ministerio de Transporte con respecto a la accidentalidad en el país durante la temporada que va desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 7 de enero del presente año y el resultado es una reducción del 53 % la accidentalidad en todo el territorio frente la misma época pero del 2017 – 2018. El informe evidencia en cifras el resultado de la prevención y por supuesto las medidas sancionatorias para los carentes de cultura al volante: 260.845 infractores sancionados, 23.611 por maniobras peligrosas en motocicleta, algo de lo que Valledupar puede hablar con lastimosa claridad.

Pero, pese a que en ocasiones los controles resultan molestos para los ciudadanos y algunos uniformados de la Policía Nacional no tienen el tacto suficiente para atender personal civil, cosa que genera fricciones, debemos reconocer que la tarea da resultados. Tan solo en el Cesar, durante el pasado puente festivo, 520 comparendos fueron impuestos en nuestro departamento, la mayoría por no portar la revisión técnico mecánica, documento que avala las condiciones físicas del vehículo para transitar, de lo contrario el peligro está aún más asegurado, por eso bienvenidos los controles en el marco de la ley, con el mejor de los tratos para los ciudadanos, el procura de garantizar la vida de todos los actores de la vía.

Debemos insistir en que Valledupar sigue creciendo y con ella la problemática vial, por esta razón es importante no bajar la guardia en algunos aspectos: los jóvenes colgados de los vehículos de gran tamaño, principalmente por la carrera 23, son un problema que persiste, y la prevención debe aumentar. Sería interesante una alianza aun mayor entre los entes territoriales, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Policía Nacional y Juntas de Acción Comunal, con el objetivo de persuadir a los infractores a través de líderes comunitarios con los que se identifiquen, pues la relación con las autoridades uniformadas sigue siendo frágil, un tema que no se puede seguir ignorando. Parece que el rechazo a la labor policial, la inconstante promoción de la cultura vial y la deliberada decisión de seguir violando las normas por parte de los ciudadanos son el panorama perfecto para subir los índices de accidentalidad y muerte.

Estamos seguros de que en la incansable socialización, la educación y la cultura están las estrategias necesarias para salvar vidas, para que el ciudadano entienda que en sus manos, principalmente, está la primera línea de prevención y por consiguiente el mejoramiento de la movilidad, la disminución de la siniestralidad y el aumento la probabilidad de vida en las vías.

Por último, recordamos que algunos puntos de la ciudad siguen siendo críticos en movilidad por no contar con los semáforos: no olvidemos las complejas intersecciones de la avenida Simón Bolívar en el sector de los Kioskos de la Ye, la ‘calle ancha’ de La Nevada, la entrada a los barrios El Oasis, Nuevo Milenio, Tierra Prometida y Mareigua en la intersección de la calle 44, y la intersección de la calle 13 B Bis a la altura de los colegios CASD y Alfonso López, entre otros puntos, sin olvidar la promoción de la cultura vial de conductores que recogen a estudiantes en la zona, de los estudiantes por supuesto y demás actores de la vía.