Ayer, la Universidad Popular del Cesar graduó 150 nuevos abogados. Son centenar y medio de nuevos profesionales del Derecho, que EL PILÓN desea que en su mayoría ejerzan la profesión. Hacemos énfasis en eso, que ojalá la ejerzan, no que vayan a engrosar las filas del rebusque. Pero al margen de esto, lo verdaderamente preocupante […]
Ayer, la Universidad Popular del Cesar graduó 150 nuevos abogados. Son centenar y medio de nuevos profesionales del Derecho, que EL PILÓN desea que en su mayoría ejerzan la profesión. Hacemos énfasis en eso, que ojalá la ejerzan, no que vayan a engrosar las filas del rebusque. Pero al margen de esto, lo verdaderamente preocupante es otro dato de la ceremonia de graduaciones en la UPC: solo se graduaron 14 ingenieros de sistemas y 5 ingenieros electrónicos.
19 ingenieros que hacen cosas, que están capacitados para crear, desarrollar y mantener software y hardware. 19 profesionales preparados para afrontar los retos de la economía del conocimiento. Solo 19.
Actualmente, según el Ministerio de las Tecnologías y Fedesoft, en Colombia hay un déficit de 53.000 profesionales TIC. Para ello, el MinTic viene desarrollando hace varios años el programa Talento TI – no hubo convocatoria en 2017, lastimosamente-, que financia el valor de las carreras técnicas y profesionales como ingeniería de sistemas, telecomunicaciones software y otras que se pueden encontrar en su página web. Esto con el objetivo de ayudar a solucionar este gran bache en la cantidad de ingenieros que necesitan las industrias del software, del comercio electrónico, de la educación virtual, entre otras.
Países como la India, han logrado sacar a millones de personas de la pobreza gracias a que sus empresarios y gobierno se volcaron, desde hace décadas, a capacitar a su gente en tecnología al más alto nivel. El IIT de Bombay es considerado una de las mejores escuelas de ingeniería a nivel mundial, y con base al internet, salarios bajos y un talento humano muy capacitado, lograron montar una industria tecnológica de talla mundial. Y con eso, han logrado sacar a gran cantidad de gente de la pobreza, volviéndose una potencia económica emergente.
El gobierno nacional, con sus ministros Diego Molano y David Luna han hecho mucho por tratar de volver a Colombia en una nuevo India.
Sin embargo, como es común entre nuestra clase dirigente, ese no es un tema relevante. ¿Pero por qué habría de importarles traer un sueño de semejante magnitud a estas tierras? Ningún gran empresario local ha hecho su capital en la tecnología, ni tenemos empresas locales de software importantes, apenas unos pequeños emprendimientos que con las uñas y muchos sueños luchan por salir adelante. Y los políticos… Bueno, ya sabemos a qué se dedican los políticos del Cesar y Valledupar.
Debería ser un propósito de política pública de los cesarenses insertarnos de manera exitosa en la economía del siglo XXI, la del conocimiento y la creatividad. Y eso no lo vamos a lograr a punta de carbón, café, ganado y palma, sino con muchos, muchos ingenieros… mucho más que 19 ingenieros.
Ayer, la Universidad Popular del Cesar graduó 150 nuevos abogados. Son centenar y medio de nuevos profesionales del Derecho, que EL PILÓN desea que en su mayoría ejerzan la profesión. Hacemos énfasis en eso, que ojalá la ejerzan, no que vayan a engrosar las filas del rebusque. Pero al margen de esto, lo verdaderamente preocupante […]
Ayer, la Universidad Popular del Cesar graduó 150 nuevos abogados. Son centenar y medio de nuevos profesionales del Derecho, que EL PILÓN desea que en su mayoría ejerzan la profesión. Hacemos énfasis en eso, que ojalá la ejerzan, no que vayan a engrosar las filas del rebusque. Pero al margen de esto, lo verdaderamente preocupante es otro dato de la ceremonia de graduaciones en la UPC: solo se graduaron 14 ingenieros de sistemas y 5 ingenieros electrónicos.
19 ingenieros que hacen cosas, que están capacitados para crear, desarrollar y mantener software y hardware. 19 profesionales preparados para afrontar los retos de la economía del conocimiento. Solo 19.
Actualmente, según el Ministerio de las Tecnologías y Fedesoft, en Colombia hay un déficit de 53.000 profesionales TIC. Para ello, el MinTic viene desarrollando hace varios años el programa Talento TI – no hubo convocatoria en 2017, lastimosamente-, que financia el valor de las carreras técnicas y profesionales como ingeniería de sistemas, telecomunicaciones software y otras que se pueden encontrar en su página web. Esto con el objetivo de ayudar a solucionar este gran bache en la cantidad de ingenieros que necesitan las industrias del software, del comercio electrónico, de la educación virtual, entre otras.
Países como la India, han logrado sacar a millones de personas de la pobreza gracias a que sus empresarios y gobierno se volcaron, desde hace décadas, a capacitar a su gente en tecnología al más alto nivel. El IIT de Bombay es considerado una de las mejores escuelas de ingeniería a nivel mundial, y con base al internet, salarios bajos y un talento humano muy capacitado, lograron montar una industria tecnológica de talla mundial. Y con eso, han logrado sacar a gran cantidad de gente de la pobreza, volviéndose una potencia económica emergente.
El gobierno nacional, con sus ministros Diego Molano y David Luna han hecho mucho por tratar de volver a Colombia en una nuevo India.
Sin embargo, como es común entre nuestra clase dirigente, ese no es un tema relevante. ¿Pero por qué habría de importarles traer un sueño de semejante magnitud a estas tierras? Ningún gran empresario local ha hecho su capital en la tecnología, ni tenemos empresas locales de software importantes, apenas unos pequeños emprendimientos que con las uñas y muchos sueños luchan por salir adelante. Y los políticos… Bueno, ya sabemos a qué se dedican los políticos del Cesar y Valledupar.
Debería ser un propósito de política pública de los cesarenses insertarnos de manera exitosa en la economía del siglo XXI, la del conocimiento y la creatividad. Y eso no lo vamos a lograr a punta de carbón, café, ganado y palma, sino con muchos, muchos ingenieros… mucho más que 19 ingenieros.