Los negociadores de las Farc aseguraron en La Habana que quieren dejar las armas pero con garantías de seguridad, por lo que volvieron a reclamar el fin del paramilitarismo.
“Queremos garantizarle al pueblo colombiano que queremos dejar las armas, pero no nuestras vidas”, dijo el número dos de la guerrilla, “Iván Márquez” (alias de Luciano Marín Arango), en una declaración leída ante los medios.
Márquez insistió en que el compromiso de las Farc es “hacer política sin armas” pero esperan “que las que la sociedad ha confiado a los agentes del Estado no se vuelvan a utilizar contra su propio pueblo”.
“Sólo pedimos un Nunca Más”, subrayó el jefe negociador de la insurgencia, que insistió en la necesidad de conocer quiénes están impulsando el paramilitarismo.
“Las autoridades tienen la obligación de darle esta respuesta al país. Hay un ministro que no se cansa de repetir que el paramilitarismo es un fantasma, que no existe. Pero entonces ¿quiénes están matando a los defensores de los derechos humanos, a reclamantes de tierras y a líderes opositores?”, se preguntó.
Las Farc consideran además que tampoco podrá haber paz en Colombia con corrupción: “Juego limpio, por favor. No más negocios escondidos, ni ‘Panamá papers’ para evadir impuestos en nuestro país”, pidió Márquez.
También advirtieron al Gobierno y al presidente Juan Manuel Santos de que “la paz no se construye con la mirada fija en las encuestas”.
Las delegaciones del Gobierno y la guerrilla decidieron hoy un receso de las negociaciones de paz que volverán a retomarse en La Habana dentro de una semana, el próximo 21 de abril.
En el actual ciclo de conversaciones, que comenzó el pasado 6 de abril, las partes han aproximado sus visiones sobre los términos del alto el fuego bilateral y definitivo, la dejación de las armas y garantías de seguridad, según un escueto comunicado conjunto divulgado.
Tras incumplir el plazo del 23 de marzo de 2016 que se dieron para firmar la paz, el Gobierno de Colombia y la guerrilla están tratando de llegar a acuerdos en complejos asuntos relacionados con el fin del conflicto como el alto el fuego, los tiempos y fórmula para la dejación de armas, así como el número y condiciones de seguridad de zonas de ubicación de los guerrilleros para su desmovilización.
EFE
Los negociadores de las Farc aseguraron en La Habana que quieren dejar las armas pero con garantías de seguridad, por lo que volvieron a reclamar el fin del paramilitarismo.
“Queremos garantizarle al pueblo colombiano que queremos dejar las armas, pero no nuestras vidas”, dijo el número dos de la guerrilla, “Iván Márquez” (alias de Luciano Marín Arango), en una declaración leída ante los medios.
Márquez insistió en que el compromiso de las Farc es “hacer política sin armas” pero esperan “que las que la sociedad ha confiado a los agentes del Estado no se vuelvan a utilizar contra su propio pueblo”.
“Sólo pedimos un Nunca Más”, subrayó el jefe negociador de la insurgencia, que insistió en la necesidad de conocer quiénes están impulsando el paramilitarismo.
“Las autoridades tienen la obligación de darle esta respuesta al país. Hay un ministro que no se cansa de repetir que el paramilitarismo es un fantasma, que no existe. Pero entonces ¿quiénes están matando a los defensores de los derechos humanos, a reclamantes de tierras y a líderes opositores?”, se preguntó.
Las Farc consideran además que tampoco podrá haber paz en Colombia con corrupción: “Juego limpio, por favor. No más negocios escondidos, ni ‘Panamá papers’ para evadir impuestos en nuestro país”, pidió Márquez.
También advirtieron al Gobierno y al presidente Juan Manuel Santos de que “la paz no se construye con la mirada fija en las encuestas”.
Las delegaciones del Gobierno y la guerrilla decidieron hoy un receso de las negociaciones de paz que volverán a retomarse en La Habana dentro de una semana, el próximo 21 de abril.
En el actual ciclo de conversaciones, que comenzó el pasado 6 de abril, las partes han aproximado sus visiones sobre los términos del alto el fuego bilateral y definitivo, la dejación de las armas y garantías de seguridad, según un escueto comunicado conjunto divulgado.
Tras incumplir el plazo del 23 de marzo de 2016 que se dieron para firmar la paz, el Gobierno de Colombia y la guerrilla están tratando de llegar a acuerdos en complejos asuntos relacionados con el fin del conflicto como el alto el fuego, los tiempos y fórmula para la dejación de armas, así como el número y condiciones de seguridad de zonas de ubicación de los guerrilleros para su desmovilización.
EFE