Habitantes de los corregimientos del sur de Valledupar, especialmente de Los Venados y Caracolí sufren por la falta de agua.
La sequía del río Garupal ha generado que la única agua potable para los habitantes de los corregimientos del sur de Valledupar llegue a través de carrotanques.
Cristóbal López, habitante de Caracolí, aseguró que el agua se agotó y que el río se ha venido secando por partes.
“Desde diciembre se ha venido bajando por parte. Ahora mismo el pueblo se está beneficiando con la tubería del tubo viejo, que permite que llegue agua en algunas horas, sobre todo en la noche, son 150 familias pendientes a recoger una caneca de agua”, aseguró.
El río Garupal surte a esta zona de Valledupar en dos puntos o bocatomas; la primera alimenta al corregimiento Los Venados, pero está seca, y la otra al acueducto regional, que aún capta el preciado líquido.
De esta manera, y debido al bajo nivel del afluente que impide a los residentes de la comunidad Los Venados, contar diariamente con el agua, se han presentado situaciones desesperantes, puesto que la gente debe ingeniárselas para realizar los quehaceres del hogar y suplir sus necesidades primarias, como preparar los alimentos y bañarse.
150 familias de los corregimientos Los Venados y Caracolí sufren ante la sequía del río que los abastece.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
[email protected]
Habitantes de los corregimientos del sur de Valledupar, especialmente de Los Venados y Caracolí sufren por la falta de agua.
La sequía del río Garupal ha generado que la única agua potable para los habitantes de los corregimientos del sur de Valledupar llegue a través de carrotanques.
Cristóbal López, habitante de Caracolí, aseguró que el agua se agotó y que el río se ha venido secando por partes.
“Desde diciembre se ha venido bajando por parte. Ahora mismo el pueblo se está beneficiando con la tubería del tubo viejo, que permite que llegue agua en algunas horas, sobre todo en la noche, son 150 familias pendientes a recoger una caneca de agua”, aseguró.
El río Garupal surte a esta zona de Valledupar en dos puntos o bocatomas; la primera alimenta al corregimiento Los Venados, pero está seca, y la otra al acueducto regional, que aún capta el preciado líquido.
De esta manera, y debido al bajo nivel del afluente que impide a los residentes de la comunidad Los Venados, contar diariamente con el agua, se han presentado situaciones desesperantes, puesto que la gente debe ingeniárselas para realizar los quehaceres del hogar y suplir sus necesidades primarias, como preparar los alimentos y bañarse.
150 familias de los corregimientos Los Venados y Caracolí sufren ante la sequía del río que los abastece.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
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