El organismo de control sostiene que los generadores térmicos no habrían tenido la suficiente pericia al calcular los costos reales de generación.
En un avance de la Actuación Especial que adelanta sobre la destinación que se dio a los recursos del llamado Cargo por Confiabilidad, la Contraloría General de la República estableció que existió una presunta falla del Estado en su papel de órgano regulador del mercado eléctrico y que se ha aplicado un mecanismo ineficiente para los requerimientos energéticos del país en momento de crisis.
Encontró, además, que pudo haber falta de pericia de parte de los generadores térmicos al momento de calcular los costos reales de generación energética.
El organismo de control llamó la atención sobre la preocupante situación financiera en que se encuentran empresas generadoras como Gecelca, Tebsa, Termoemcali y Termovalle, que está afectando su viabilidad y continuidad en el mercado y por ende su aporte a la oferta de energía.
Y adelantando también la información que ha recogido en la etapa de planeación de su Actuación Especial sobre el desempeño de Termocandelaria frente a los recursos que recibió por concepto de cargo de confiabilidad, la CGR alertó sobre las cuantiosas deudas que suma esta compañía (con el mercado de energía, con la banca comercial y por el combustible que ha empleado).
No hubo un seguimiento detallado a los recursos del cargo por confiabilidad
Dentro de la etapa de planeamiento de la Actuación Especial del Cargo por Confiabilidad, la Contraloría General de la República ha encontrado que dichos recursos no tuvieron un seguimiento exclusivo y detallado, que asegurara la disponibilidad de los activos de generación con las características y parámetros declarados por las centrales de generación dentro de sus obligaciones de energía firme.
Lo que se ha evidenciado hasta ahora es que existió una presunta falla del Estado en su papel de órgano regulador y arbitral del mercado eléctrico, que no se compadecía con la posibilidad de necesidad real de generación en condiciones hidrológicas críticas.
Ta situación permitió que los recursos percibidos por la generadoras por concepto de cargo por confiabilidad, pudiesen terminar desnaturalizados para el cumplimiento de su objetivo primario que era precisamente la generación en épocas de necesidad actual e inminente, como las que hoy vive el país.
El organismo de control sostiene que los generadores térmicos no habrían tenido la suficiente pericia al calcular los costos reales de generación.
En un avance de la Actuación Especial que adelanta sobre la destinación que se dio a los recursos del llamado Cargo por Confiabilidad, la Contraloría General de la República estableció que existió una presunta falla del Estado en su papel de órgano regulador del mercado eléctrico y que se ha aplicado un mecanismo ineficiente para los requerimientos energéticos del país en momento de crisis.
Encontró, además, que pudo haber falta de pericia de parte de los generadores térmicos al momento de calcular los costos reales de generación energética.
El organismo de control llamó la atención sobre la preocupante situación financiera en que se encuentran empresas generadoras como Gecelca, Tebsa, Termoemcali y Termovalle, que está afectando su viabilidad y continuidad en el mercado y por ende su aporte a la oferta de energía.
Y adelantando también la información que ha recogido en la etapa de planeación de su Actuación Especial sobre el desempeño de Termocandelaria frente a los recursos que recibió por concepto de cargo de confiabilidad, la CGR alertó sobre las cuantiosas deudas que suma esta compañía (con el mercado de energía, con la banca comercial y por el combustible que ha empleado).
No hubo un seguimiento detallado a los recursos del cargo por confiabilidad
Dentro de la etapa de planeamiento de la Actuación Especial del Cargo por Confiabilidad, la Contraloría General de la República ha encontrado que dichos recursos no tuvieron un seguimiento exclusivo y detallado, que asegurara la disponibilidad de los activos de generación con las características y parámetros declarados por las centrales de generación dentro de sus obligaciones de energía firme.
Lo que se ha evidenciado hasta ahora es que existió una presunta falla del Estado en su papel de órgano regulador y arbitral del mercado eléctrico, que no se compadecía con la posibilidad de necesidad real de generación en condiciones hidrológicas críticas.
Ta situación permitió que los recursos percibidos por la generadoras por concepto de cargo por confiabilidad, pudiesen terminar desnaturalizados para el cumplimiento de su objetivo primario que era precisamente la generación en épocas de necesidad actual e inminente, como las que hoy vive el país.