Este año por causa de las candidaturas muchas amistades se acabaron o mejor dicho, los que decían ser amigos mostraron sus verdaderas caras.

Varias fueron las peleas protagonizadas por políticos, unas más recordadas que otras. Entre ellas, la más fuerte fue la del alcalde Fredys Socarrás y el representante a la Cámara, Eloy ‘Chichí’ Quintero, éste último le sacó los ‘trapitos al sol’ y contó quien tenía la contratación en el Municipio.

Quintero, quien tuvo cuota burocrática en el gobierno de Socarrás con su hijo, Carlos Felipe y su asesora Sandra Cujia, rompió relaciones con el mandatario porque éste no lo escuchó en la escogencia del candidato a la Alcaldía por el partido Cambio Radical.

Socarrás prefirió escuchar al exsenador Alfonso Mattos y llevar a Jaime González como candidato de Cambio Radical y no a Augusto Ramírez ‘Tuto’ Uhía en coaval.

Pero ésta no fue la única pelea, Socarrás termina el mandato distanciado de varios de sus escuderos, los cuales en su momento parecían uno solo.

Miguel Ángel Gutiérrez, quien fue asesor del mandatario y de quien no se despegaba, terminó en malos términos con éste, primero porque Socarrás sacó de la gerencia de Emdupar a su padre, Luis Eduardo Gutiérrez, y luego porque no lo apoyó a la Asamblea del Cesar.

Finalmente se hizo diputado con el apoyo de ‘Chichí’ Quintero.

El alcalde también salió ‘reventado’ con su exasesor de la Oficina de Planeación, Aníbal Quiroz, a quien le habría endulzado el oído con ser candidato a la Alcaldía apoyado por sus amigos.

Después de muchas reuniones, Quiroz entendió que el mandatario no lo apoyaría y se retiró con el sinsabor de que en varias campañas estuvo con Socarrás, pero éste al final no le respondió.

El mandatario de los vallenatos tampoco le correspondió a su exasesora de Política Social, Darling Guevara, quien también creyó que sería candidata por Cambio Radical y al final tampoco lo logró, por lo que buscó tolda aparte en la campaña de Sergio Araújo.

El alcalde no fue el único que protagonizó peleas, por los lados del partido de la U las cosas estuvieron delicadas por culpa de la Casa Gnecco. No le dieron su apoyo al directorista José Eliécer Salazar como candidato a la Gobernación y en cambio pusieron a Franco Ovalle Angarita, quien salió electo.

Otra de las peleas para recordar es  la presentada dentro del partido Alianza Verde, que el año pasado mostró mucha unión, pero terminan el año casi que ‘verdes’ de tanto pelear.

Entre las peleas de este partido están la de Evelio Daza con Rodolfo Quintero, quienes se enfrentaron por el aval logrado por el primero.

En esta misma colectividad después de las elecciones la pelea fue entre el diputado Omar Benjumea y Manuel Mejía, debido a que el primero no aceptó los votos que luego ganó Mejía y que lo llevaron a repetir en la Asamblea.

Los liberales también estuvieron ‘rojos’ de la ira por la escogencia de candidatos. Primero fue la decisión del exalcalde de Valledupar, Luis Fabián Fernández, de dejar la colectividad porque en Bogotá le dieron aval para aspirar a la Gobernación a Arturo Calderón y luego fueron los ‘dimes y diretes’ entre el diputado Eduardo Esquivel y el directorista Basilio Padilla, que incluso llegó a los estrados judiciales, porque éste último dijo que el corporado estaba en una presunta doble militancia.

Los hermanos Romero, con Giovanny a la cabeza, también se pelearon en su casa roja e hicieron ‘tolda aparte’ con Franco Ovalle, quitándole el apoyo a Arturo Calderón.

Ni que decir de la pelea del candidato a la Alcaldía, Jaime González, que se distanció de la Casa Gnecco y se fue con Arturo Calderón.

Las peleas se trasladaron al municipio de La Paz, donde Carlos Alberto ‘El Negro’ Arredondo perdió el apoyo de sus amigos políticos, entre ellos, Jorge Oñate y el empresario del chance, Benjamín Calderón, por lo que debió retirar sus aspiraciones al primer cargo público.

Hasta el día de hoy no se conoce de reconciliaciones entre estos políticos y muchos de ellos siguen hablando de paz.

La campaña política dejó enemistados a más de uno en este año.

Por Redacción política / EL PILÓN