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Judicial - 26 noviembre, 2014

Luto en La Mina y en el colegio Blanco

Los tres kankuamos que perecieron en el accidente de tránsito registrado el pasado lunes en la vía Valledupar- Badillo, eran integrantes de una misma familia oriunda del corregimiento de La Mina.

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En la ceremonia de grado que se llevará a cabo hoy en la Institución Educativa La Esperanza, sede La Nevada, no hay espacio para la alegría. Los docentes, administrativos y principalmente los niños que recibirán su título de primaria tienen sentimientos encontrados.
Una cinta morada en la puerta del colegio ondea como señal de duelo, porque uno de los profesores más queridos del plantel, por cuestiones del destino, no volverá a los salones de clase. Se trata del licenciado en ciencias sociales Huber José Martínez Arias.

 

En medio de la tristeza por la trágica muerte de Huber José Martínez Arias, Clara Rosa Arias Maestre y Luisa Arias López, hay un consuelo para el pueblo kankuamo en la niña de 12 años, que iba en el asiento trasero junto a su abuela ‘Cucha’ y milagrosamente sobrevivió al choque.

El profe Huber el pasado lunes madrugó, como todos los días, para emprender un viaje del corregimiento La Mina hacía el casco urbano de Valledupar, para cumplir la jornada laboral como docente de matemáticas en el grado cuarto del colegio Blanco, como es conocida la institución educativa de básica primaria del barrio La Nevada, a donde había sido trasladado hace poco más de un año, luego de impartir sus conocimientos durante más de dos décadas en su pueblo natal.
Su esposa Clara Rosa Arias y su hija de 12 años, que ya había salido de vacaciones, lo acompañaron. Salieron bien temprano en el automóvil que hacía nueve meses había comprado en Bogotá, puesto que estaba cansado de viajar todos los días en moto y además le urgía desde hace tiempo para movilizar a toda la familia que constantemente viaja de La Mina a Valledupar.

 

Al llegar a la capital lo esperaron en casa de un familiar, mientras él cumplía con las clases de cierre de año, porque dentro de dos días todos los reportes de notas debían estar listos para la nueva promoción.
Fue así como en horas del mediodía, el profe Huber recogió a su esposa y a la niña en el barrio Cinco de Enero. Luego se desplazaron a la carrera 22 con calle 9 del barrio La Esperanza, a la casa de su hermano Santander Martínez para recoger a su mamá Luisa Arias López, de 69 años.
La matrona de los Martínez Arias, conocida como ‘Chucha’, así la llaman cariñosamente sus vecinos en el barrio Doce de Octubre del corregimiento La Mina, estaba en Valledupar desde el pasado sábado y acordó regresar a casa con su hijo, el profe Huber.
“Mi abuela vino a acompañar a papá (Santander) en su cumpleaños, estuvimos juntos, departimos en familia y el lunes, como a las 1:20 de la tarde, mi tío la recogió para irse para La Mina; no habían pasado muchos minutos cuando nos llamaron a decirnos que habían sufrido un accidente”, relató Alex Martínez, mientras esperaba en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses la entrega de los cadáveres de su abuela, su tío y su tía política.
En medio de la tristeza por la trágica muerte de Huber José Martínez Arias, Clara Rosa Arias Maestre y Luisa Arias López, hay un consuelo para el pueblo kankuamo que llora las irreparables pérdidas. La niña de 12 años, que iba en el asiento trasero junto a su abuela ‘Chucha’, milagrosamente sobrevivió al choque del automóvil Mazda con placas BAZ-617 contra la camioneta Kia Sportage con placas NQP-117, en el kilómetro cinco de la vía Valledupar- Badillo.
De acuerdo con el reporte de las autoridades no hay claridad de cuál de los dos conductores de los vehículos cometió la imprudencia al invadir el carril contrario, en plena curva.
“En estos momentos personal técnico en accidentes de tránsito están haciendo la investigación del caso de acuerdo con las versiones y lo que se encuentra en el lugar de los hechos para establecer la causa original de este accidente”, precisó el jefe de la Policía de Tránsito y Transportes seccional Cesar, Mayor Edwin Angarita.
Mientras avanzan las investigaciones, los kankuamos prepararon un sepelio múltiple para despedir a sus tres seres queridos, a las 4:00 de la tarde, en el cementerio de La Mina, al norte de Valledupar, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.

 

Por Redacción Judicial / EL PILÓN

 

 

Judicial
26 noviembre, 2014

Luto en La Mina y en el colegio Blanco

Los tres kankuamos que perecieron en el accidente de tránsito registrado el pasado lunes en la vía Valledupar- Badillo, eran integrantes de una misma familia oriunda del corregimiento de La Mina.


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En la ceremonia de grado que se llevará a cabo hoy en la Institución Educativa La Esperanza, sede La Nevada, no hay espacio para la alegría. Los docentes, administrativos y principalmente los niños que recibirán su título de primaria tienen sentimientos encontrados.
Una cinta morada en la puerta del colegio ondea como señal de duelo, porque uno de los profesores más queridos del plantel, por cuestiones del destino, no volverá a los salones de clase. Se trata del licenciado en ciencias sociales Huber José Martínez Arias.

 

En medio de la tristeza por la trágica muerte de Huber José Martínez Arias, Clara Rosa Arias Maestre y Luisa Arias López, hay un consuelo para el pueblo kankuamo en la niña de 12 años, que iba en el asiento trasero junto a su abuela ‘Cucha’ y milagrosamente sobrevivió al choque.

El profe Huber el pasado lunes madrugó, como todos los días, para emprender un viaje del corregimiento La Mina hacía el casco urbano de Valledupar, para cumplir la jornada laboral como docente de matemáticas en el grado cuarto del colegio Blanco, como es conocida la institución educativa de básica primaria del barrio La Nevada, a donde había sido trasladado hace poco más de un año, luego de impartir sus conocimientos durante más de dos décadas en su pueblo natal.
Su esposa Clara Rosa Arias y su hija de 12 años, que ya había salido de vacaciones, lo acompañaron. Salieron bien temprano en el automóvil que hacía nueve meses había comprado en Bogotá, puesto que estaba cansado de viajar todos los días en moto y además le urgía desde hace tiempo para movilizar a toda la familia que constantemente viaja de La Mina a Valledupar.

 

Al llegar a la capital lo esperaron en casa de un familiar, mientras él cumplía con las clases de cierre de año, porque dentro de dos días todos los reportes de notas debían estar listos para la nueva promoción.
Fue así como en horas del mediodía, el profe Huber recogió a su esposa y a la niña en el barrio Cinco de Enero. Luego se desplazaron a la carrera 22 con calle 9 del barrio La Esperanza, a la casa de su hermano Santander Martínez para recoger a su mamá Luisa Arias López, de 69 años.
La matrona de los Martínez Arias, conocida como ‘Chucha’, así la llaman cariñosamente sus vecinos en el barrio Doce de Octubre del corregimiento La Mina, estaba en Valledupar desde el pasado sábado y acordó regresar a casa con su hijo, el profe Huber.
“Mi abuela vino a acompañar a papá (Santander) en su cumpleaños, estuvimos juntos, departimos en familia y el lunes, como a las 1:20 de la tarde, mi tío la recogió para irse para La Mina; no habían pasado muchos minutos cuando nos llamaron a decirnos que habían sufrido un accidente”, relató Alex Martínez, mientras esperaba en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses la entrega de los cadáveres de su abuela, su tío y su tía política.
En medio de la tristeza por la trágica muerte de Huber José Martínez Arias, Clara Rosa Arias Maestre y Luisa Arias López, hay un consuelo para el pueblo kankuamo que llora las irreparables pérdidas. La niña de 12 años, que iba en el asiento trasero junto a su abuela ‘Chucha’, milagrosamente sobrevivió al choque del automóvil Mazda con placas BAZ-617 contra la camioneta Kia Sportage con placas NQP-117, en el kilómetro cinco de la vía Valledupar- Badillo.
De acuerdo con el reporte de las autoridades no hay claridad de cuál de los dos conductores de los vehículos cometió la imprudencia al invadir el carril contrario, en plena curva.
“En estos momentos personal técnico en accidentes de tránsito están haciendo la investigación del caso de acuerdo con las versiones y lo que se encuentra en el lugar de los hechos para establecer la causa original de este accidente”, precisó el jefe de la Policía de Tránsito y Transportes seccional Cesar, Mayor Edwin Angarita.
Mientras avanzan las investigaciones, los kankuamos prepararon un sepelio múltiple para despedir a sus tres seres queridos, a las 4:00 de la tarde, en el cementerio de La Mina, al norte de Valledupar, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.

 

Por Redacción Judicial / EL PILÓN