La mafia que maneja la gasolina de contrabando en el corregimiento de Río Seco, al norte de Valledupar, estaría detrás de las amenazas de muerte contra el corregidor de esa población.
Así lo dio a conocer la propia víctima, Luis Eduardo Vega Daza, quien desde el año pasado viene solicitando a las autoridades que adopten a las medidas necesarias para garantizar su vida y la de su familia.
“En febrero de 2013, la Inspección de Policía la abrieron, un vecino se dio cuenta y me aviso, revisamos y no se llevaron nada, pero cuando abrí el escritorio donde guardo mis documentos encontré un sapo muerto”, recordó el funcionario.

Advirtió que las amenazas han sido reiterativas contra él y su esposa.
“Transcurrieron varios días, me trasladaba de Patillal, donde vivo, hacía Río Seco y en el camino me detuvieron dos tipos en moto de alto cilindraje y me dijeron que si había captado el mensaje que me habían dejando en el escritorio de la oficina, que la orden era que saliera de Río Seco”, acotó.
La única medida de seguridad que han adoptando las autoridades para garantizar que las amenazas contra el funcionario no se cumplan, es el cambio de corregimiento; él pasará a La Vega y el corregidor de esa población pasará a Río Seco.

“De esa forma mitigamos el impacto de la amenaza”, dijo el secretario de Gobierno de Valledupar, Carlos Mario Céspedes, quien además anunció un consejo de seguridad para la próxima semana en el que serán escuchados todos los corregidores de la capital cesarense.
Al explicar la relación de las amenazas con la venta ilegal de gasolina venezolana en esta zona, Luis Eduardo Vega Daza, se refirió a la reunión que el alcalde de Valledupar Fredys Socarrás sostuvo con habitantes de Río Seco, con el fin de plantearles opciones laborales diferentes a la de ser ‘pimpineros’.
“El señor Alcalde me dijo que hiciera un censo de cuántas personas vendían gasolina; yo lo hice, identifiqué a las personas pero sucedió que cada vez que la Policía entraba a Río Seco a hacer operativos, la gente iba a buscarme a mí a amenazarme, porque supuestamente yo los había denunciado”, explicó el corregidor que lleva tres años en el cargo.
Luis Eduardo sigue con la incertidumbre que le generan las amenazas porque “el contrabando de gasolina lo maneja mucha gente que uno ni siquiera conoce”.
El caso ya fue puesto en conocimiento de la Fiscalía, Defensoría del Pueblo y Policía Nacional.
De estudiantes a ‘pimpineros’
El mes pasado, el secretario de Educación Municipal, Asdrúbal Rocha, alertó sobre la preocupante situación sobre deserción estudiantil en zona rural de Valledupar, donde jóvenes influenciados por sus padres, trabajan en la venta ilegal de gasolina, dejando a un lado su formación académica.

El Secretario anunció que el Observatorio Regional de Mercado de Trabajo, Ormet, realizará un estudio para caracterizar la población e intervención con gestión social, “lo que permitirá devolver niños al aula de clase”.