La tarde del lunes anterior será recordada por siempre entre amigos y familiares de Reinaldo Quintero, de 35 años, su esposa Carolina Espinosa y sus hijos de 2 y 5 años que murieron la semana anterior en medio de alud de tierra que sepultó varias viviendas en un terreno inestable del barrio 12 de Octubre de Bucaramanga.

Las autoridades de la capital de Santander, confirmaron a EL PILÓN, que esta familia aguachiquense conformada por dos niños y sus papás, fueron las únicas víctimas mortales del fenómeno natural, que además dejó 36 personas damnificadas.

Los organismos de socorro que aún se encuentran en el sector, precisaron que durante los días de rescate de los cuerpos, se vivieron momentos de angustia por parte de los vecinos y familiares de la familia que quedó sepultada dentro de su casa.

“Primero rescatamos los dos niños y nueve horas después, encontramos a sus papás uno al lado del otro casi que agarrados de la mano; fue una escena desgarradora muy difícil de borrar de nuestras mentes porque en el barrio 12 de Octubre, esa familia de Aguachica, era querida y respetada por su espíritu de colaboración y compañerismo”, puntualizó un socorrista del Cuerpo de Bomberos.

Fue necesaria la ayuda de perros de rescate, que al final fueron los que divisaron el área donde se encontraban los cuatro cuerpos por lo que todas las excavaciones se concentraron en ese sector para poder extraer los cadáveres sepultados por cientos de metros cúbicos de lodo.

Lluvias impedían el rescate

Las lluvias que persisten en su intensidad en el área de la tragedia, se convirtieron en un impedimento para el desarrollo continuo de las labores de remoción de escombros, pero gracias a perros bien entrenados y al personal rescatista, se logró finalmente evacuar los cadáveres para llevarlos a medicina legal.

Las víctimas Mortales

Reinaldo Quintero Espinosa de 35 años de edad y su esposa Carolina Espinosa, llegaron con sus dos hijos a comienzos de 2013 al barrio 12 de Octubre de Bucaramanga, donde levantaron una casa cercada de madera, tejas de zinc y material de aluminio, donde permanecieron hasta el día de su muerte.

Ellos, (las Víctimas), vivían en el barrio Nueva Colombia de Aguachica; de allí se fueron para Bucaramanga en busca de un mejor futuro para sus hijos porque en la segunda ciudad del Cesar, estaban pasando necesidades.
El lunes anterior cuando se realizó el sepelio en el cementerio occidental de Bucaramanga, se conoció que la mayoría de los familiares de las víctimas mortales, aún no saben de esa tragedia, mientras que la alcaldía de Bucaramanga, asumió los gastos fúnebres de la los cuatro miembros de la familia Quintero Espinosa.

Por Alvaro Lora García
[email protected]