Ángel Emiro Díaz Córdoba, de 31 años, fue puesto a disposición de la Fiscalía, luego de que personal de la Policía lo capturara en la glorieta de la Terminal de Transportes de Valledupar. Las razones que tuvieron los uniformados para detener a este conductor, fueron varias; una de ellas porque dos policías motorizados le solicitaron […]
Ángel Emiro Díaz Córdoba, de 31 años, fue puesto a disposición de la Fiscalía, luego de que personal de la Policía lo capturara en la glorieta de la Terminal de Transportes de Valledupar.
Las razones que tuvieron los uniformados para detener a este conductor, fueron varias; una de ellas porque dos policías motorizados le solicitaron que detuviera su vehículo, con el fin de hacer un control de rutina; pero él se negó, porque al parecer estaba embriagado y emprendió la huida, atropellando a los agentes del orden y causándole daño a la motocicleta en la que ellos se movilizaban.
Esa situación provocó una persecución que se inició en la carrera 3 con calle 20A del barrio Villa Castro y terminó en cercanías de la Terminal de Transportes, cuando Díaz Córdoba chocó su automóvil con un bus de servicio interdepartamental. Allí fue interceptado por varias patrullas policiales que al requerirle la prueba de alcoholemia, él se negó, por lo que no se pudo establecer qué grado de alcohol tenía en su organismo.
Ante este caso, el comandante de Policía Cesar, coronel Juan Alberto Libreros Morales indicó que el capturado Ángel Emiro Díaz Córdoba, es natural y residente en esta capital, que conducía el automóvil marca Mazda 323 de placas BIM-569 matriculado en Santafé de Bogotá y que inicialmente se llevó por delante la motocicleta de la patrulla policial que intentaba hacerle el requerimiento, dejando a los agentes levemente heridos; pero fue perseguido por otras patrullas que fueron alertadas sobre lo que sucedía.
Las autoridades de tránsito tratan de establecer cuál será la sanción que le aplicarán a este hombre, de acuerdo a la ley 1696 del año 2013, que trata sobre conductores que manejen borrachos.
Por Abdel Martínez Pérez
Ángel Emiro Díaz Córdoba, de 31 años, fue puesto a disposición de la Fiscalía, luego de que personal de la Policía lo capturara en la glorieta de la Terminal de Transportes de Valledupar. Las razones que tuvieron los uniformados para detener a este conductor, fueron varias; una de ellas porque dos policías motorizados le solicitaron […]
Ángel Emiro Díaz Córdoba, de 31 años, fue puesto a disposición de la Fiscalía, luego de que personal de la Policía lo capturara en la glorieta de la Terminal de Transportes de Valledupar.
Las razones que tuvieron los uniformados para detener a este conductor, fueron varias; una de ellas porque dos policías motorizados le solicitaron que detuviera su vehículo, con el fin de hacer un control de rutina; pero él se negó, porque al parecer estaba embriagado y emprendió la huida, atropellando a los agentes del orden y causándole daño a la motocicleta en la que ellos se movilizaban.
Esa situación provocó una persecución que se inició en la carrera 3 con calle 20A del barrio Villa Castro y terminó en cercanías de la Terminal de Transportes, cuando Díaz Córdoba chocó su automóvil con un bus de servicio interdepartamental. Allí fue interceptado por varias patrullas policiales que al requerirle la prueba de alcoholemia, él se negó, por lo que no se pudo establecer qué grado de alcohol tenía en su organismo.
Ante este caso, el comandante de Policía Cesar, coronel Juan Alberto Libreros Morales indicó que el capturado Ángel Emiro Díaz Córdoba, es natural y residente en esta capital, que conducía el automóvil marca Mazda 323 de placas BIM-569 matriculado en Santafé de Bogotá y que inicialmente se llevó por delante la motocicleta de la patrulla policial que intentaba hacerle el requerimiento, dejando a los agentes levemente heridos; pero fue perseguido por otras patrullas que fueron alertadas sobre lo que sucedía.
Las autoridades de tránsito tratan de establecer cuál será la sanción que le aplicarán a este hombre, de acuerdo a la ley 1696 del año 2013, que trata sobre conductores que manejen borrachos.
Por Abdel Martínez Pérez