Que la Policía de Tránsito le haga prueba de alcoholemia y comparendo por contravención a las normas a conductores de vehículos y motocicletas, especialmente los fines de semana, es usual; pero que estos mismos procedimientos se le hagan a un carromulero, por guiar la zorra en estado de embriaguez y haya que subirla con el caballo a una cama baja, tras causar un accidente, es algo que llama la atención.
Que la Policía de Tránsito le haga prueba de alcoholemia y comparendo por contravención a las normas a conductores de vehículos y motocicletas, especialmente los fines de semana, es usual; pero que estos mismos procedimientos se le hagan a un carromulero, por guiar la zorra en estado de embriaguez y haya que subirla con el caballo a una cama baja, tras causar un accidente, es algo que llama la atención.
El hecho sucedió a las 3:00 de la tarde del pasado miércoles sobre la avenida Simón Bolívar con calle 21 del barrio Primero de Mayo de Valledupar, donde el propietario de un vehículo de tracción animal se llevó por delante a un automóvil causándole abolladuras en la carrocería y destrucción de un vidrio lateral.
En medio de la discusión entre el propietario del vehículo averiado y el dueño del carromula, porque ambos se culpaban entre sí, el afectado llamó a la Policía de Tránsito para que hiciera el croquis, al igual que les practicaron la prueba de alcoholemia y pudieron establecer que el carromulero estaba borracho y le hallaron una botella de aguardiente Cocoanís.
Tanto la zorra como el caballo que causaron el accidente de tránsito, fueron inmovilizados y como cualquier vehículo accidentado los montaron a la cama baja y fueron llevados hasta los patios habilitados por el Tránsito Municipal.
Al cierre de esta edición, no se conocía la suerte del caballo, la zorra y el borracho, ni a qué sanción será sometido.
Que la Policía de Tránsito le haga prueba de alcoholemia y comparendo por contravención a las normas a conductores de vehículos y motocicletas, especialmente los fines de semana, es usual; pero que estos mismos procedimientos se le hagan a un carromulero, por guiar la zorra en estado de embriaguez y haya que subirla con el caballo a una cama baja, tras causar un accidente, es algo que llama la atención.
Que la Policía de Tránsito le haga prueba de alcoholemia y comparendo por contravención a las normas a conductores de vehículos y motocicletas, especialmente los fines de semana, es usual; pero que estos mismos procedimientos se le hagan a un carromulero, por guiar la zorra en estado de embriaguez y haya que subirla con el caballo a una cama baja, tras causar un accidente, es algo que llama la atención.
El hecho sucedió a las 3:00 de la tarde del pasado miércoles sobre la avenida Simón Bolívar con calle 21 del barrio Primero de Mayo de Valledupar, donde el propietario de un vehículo de tracción animal se llevó por delante a un automóvil causándole abolladuras en la carrocería y destrucción de un vidrio lateral.
En medio de la discusión entre el propietario del vehículo averiado y el dueño del carromula, porque ambos se culpaban entre sí, el afectado llamó a la Policía de Tránsito para que hiciera el croquis, al igual que les practicaron la prueba de alcoholemia y pudieron establecer que el carromulero estaba borracho y le hallaron una botella de aguardiente Cocoanís.
Tanto la zorra como el caballo que causaron el accidente de tránsito, fueron inmovilizados y como cualquier vehículo accidentado los montaron a la cama baja y fueron llevados hasta los patios habilitados por el Tránsito Municipal.
Al cierre de esta edición, no se conocía la suerte del caballo, la zorra y el borracho, ni a qué sanción será sometido.