Por: Jaime Palmera

En el último artículo preguntaba que tal sería convertir a Valledupar en un centro de producción de cine y televisión, pregunta me hicieron también a mí y, como no la supe responder, quedé con la inquietud y me interesé en averiguar por qué Hollywood es el centro de esta industria en los Estados Unidos y encontré dos razones básicas.

La primera es económica, nada raro en un sistema capitalista donde lo principal son los resultados que se obtienen de cualquier inversión. Fue a comienzos del siglo XX cuando los productores de cine, que estaban establecidos en Nueva York y Nueva Jersey, decidieron buscar nuevos sitios para afrontar el monopolio que había establecido Tomas A. Edison.

La segunda razón es geográfica. Cuando en Estados Unidos comenzó el desarrollo del cine, sus promotores  buscaron un sitio que se prestara a sus propósitos y ese fue el mundialmente conocido Hollywood, sitio que les brindaba más días de buen sol anualmente, que les facilitaba rodar en exteriores y que ofrecía la cercanía a lugares con diferentes aspectos físicos, como desiertos y montañas, el cañón del Colorado y México.

El Cesar, que debe buscar la descentralización económica de Bogotá, tiene en  la industria del cine y la televisión otra opción para lograr esa autonomía, óptima por demás para impulsar el desarrollo del Area Metropolitana de Valledupar, que está situada geográficamente en un territorio privilegiado que puede facilitar su desarrollo como centro productor de cine y televisión. Cuenta con diferentes regiones cercanas a la cuenca del río Cesar, al desierto de la Guajira, a la Sierra Nevada de Santa Marta, a la Ciénaga de Zapatoza y a la Serranía de Perijá.

El pasado domingo en una transmisión por televisión  a nivel mundial, vimos la entrega de los premios Oscar. La película seleccionada como la mejor se filmó en tres países distintos, lo que da una idea de los diversos requerimientos locativos que demanda la actividad cinematográfica y televisiva.

Lo que necesitamos, a nivel internacional, es ofrecer lo que tenemos a los países productores para que vengan a filmar en nuestro entorno geográfico y, a nivel interno, proporcionar atractivos a las productoras nacionales. Nuestros mandatarios deberán hacerlo mediante una campaña bien estudiada y dirigida a lograr esta meta.

En concreto, con la inclusión en los planes de desarrollo  de una gran zona suburbana  a desarrollar para este propósito, ubicado en cualquiera de los municipios del Área Metropolitana y con la exención de impuestos a quienes se vinculen al proyecto, se daría inicio a una nueva industria que incrementaría el turismo que nos interesa fortalecer y sería gestora de los nuevos trabajos que se buscan para nuestra población.

Al  empeñamos en promover el Area Metropolitana de Valledupar como centro de producción de cine y televisión, deberíamos vincular a la Universidad Nacional a esta idea con la creación de una Facultad de Artes que contenga programas de postgrado orientados a esta actividad.

Por último, recordemos la urgencia que tenemos de ampliar los servicios que son parte fundamental de la buena calidad de vida que pretendemos, algunos de los cuales enumeré en la pasada columna.

@JPalmeaP