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Columnista - 25 febrero, 2013

Santos, en picada y sin paracaídas

Por: Jacobo Solano Cerchiaro El tema de la popularidad del presidente Juan Manuel Santos vuelve a la palestra y el balance no es nada positivo, lo más parecido a una montana rusa, por su gestión y por temas tan álgidos como la malograda reforma a la justicia y el fallo de la Haya. Los nuevos […]

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Por: Jacobo Solano Cerchiaro

El tema de la popularidad del presidente Juan Manuel Santos vuelve a la palestra y el balance no es nada positivo, lo más parecido a una montana rusa, por su gestión y por temas tan álgidos como la malograda reforma a la justicia y el fallo de la Haya. Los nuevos sondeos de opinión y los resultados, sí que lo dejan mal parado y obligan a replantear el tema con miras a su futura reelección. Hoy el 60% de los colombianos no lo respaldan en un eventual segundo mandato. Y si analizamos la situación del país, la próxima medición puede ser peor, ya que la economía no atraviesa su mejor momento: El paro cafetero es un tema muy sensible. La devaluación en Venezuela tiene a las zonas de frontera en una crisis del sector comercial por el manejo cambiario. En el tema minero ambiental, Drummond parada por sus propios errores y la huelga en el Cerrejón que puede afectar el crecimiento económico este año, además de que su ministro de trabajo, Rafael Pardo, ha mostrado poco liderazgo para solucionar el conflicto. Los diálogos con las Farc, “empantanados” según declaraciones del ministro de justicia, Fernando Carrillo, y con un disminuido apoyo popular, el 67% no le ve futuro al tema del proceso con una guerrilla envalentonada y renovada en el aspecto político. Además de otros puntos, como la crisis de la salud y la poca ejecución proyectos de infraestructura que no le otorgan una buena calificación a su gestión en general.  

El presidente debe saber que su futuro político está en riesgo y no se arregla asistiendo a los carnavales de Barranquilla y de blancos y negros en Pasto, o manejando un bus, sin cinturón de seguridad, de San Alberto a Aguachica, de acuerdo a las recomendaciones de los estrategas del marketing político, para acercarlo más a la gente. También tiene inconvenientes al armar la lista para las elecciones a Congreso con un dirigente fuerte que arrastre votos y que enfrente a Uribe. Vargas Lleras no quiere encabezarla y está en la mira de la procuraduría; a Alex Char, le suena más la vicepresidencia; queda Gabriel Silva quien aspira a ganarse ese puesto con columnas cepilleras, pero no me parece que sea el hombre y  Juan Lozano, que no se sabe con quién está. Y para las presidenciales, el Uribismo ya comienza a mostrar los dientes con Francisco Santos, el que mejor se ubica en la encuesta frente al presidente con un porcentaje del 25%. De otro lado, está el procurador Alejandro Ordoñez que tiene una favorabilidad del 21%, y parece que le seduce la idea de lanzarse con el apoyo del partido conservador. El gran palo es el general Oscar Naranjo, quien derrota al presidente con un 35%, mientras el actual mandatario llegaría con solo un 31%, el ex director de la policía hoy debe estar pensando con cabeza fría su futuro político. Si a esto le adicionamos que la U, el partido del gobierno, está muy debilitado por lo que le socavó el Uribismo y por los senadores que han caído en la cárcel, y los que faltan; es indudable que Santos hoy es un candidato derrotable. Nunca antes un presidente con todo su poder, había estado tan vulnerable políticamente, y de acuerdo a como se recompongan las fichas opositoras y las coaliciones que se hagan, puede perder su puesto en la casa de Nariño. ¡Cómo hace falta un candidato de centro izquierda moderada para esta futura contienda!

*Twitter: @JACOBOSOLANOC

 
 

Columnista
25 febrero, 2013

Santos, en picada y sin paracaídas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por: Jacobo Solano Cerchiaro El tema de la popularidad del presidente Juan Manuel Santos vuelve a la palestra y el balance no es nada positivo, lo más parecido a una montana rusa, por su gestión y por temas tan álgidos como la malograda reforma a la justicia y el fallo de la Haya. Los nuevos […]


Por: Jacobo Solano Cerchiaro

El tema de la popularidad del presidente Juan Manuel Santos vuelve a la palestra y el balance no es nada positivo, lo más parecido a una montana rusa, por su gestión y por temas tan álgidos como la malograda reforma a la justicia y el fallo de la Haya. Los nuevos sondeos de opinión y los resultados, sí que lo dejan mal parado y obligan a replantear el tema con miras a su futura reelección. Hoy el 60% de los colombianos no lo respaldan en un eventual segundo mandato. Y si analizamos la situación del país, la próxima medición puede ser peor, ya que la economía no atraviesa su mejor momento: El paro cafetero es un tema muy sensible. La devaluación en Venezuela tiene a las zonas de frontera en una crisis del sector comercial por el manejo cambiario. En el tema minero ambiental, Drummond parada por sus propios errores y la huelga en el Cerrejón que puede afectar el crecimiento económico este año, además de que su ministro de trabajo, Rafael Pardo, ha mostrado poco liderazgo para solucionar el conflicto. Los diálogos con las Farc, “empantanados” según declaraciones del ministro de justicia, Fernando Carrillo, y con un disminuido apoyo popular, el 67% no le ve futuro al tema del proceso con una guerrilla envalentonada y renovada en el aspecto político. Además de otros puntos, como la crisis de la salud y la poca ejecución proyectos de infraestructura que no le otorgan una buena calificación a su gestión en general.  

El presidente debe saber que su futuro político está en riesgo y no se arregla asistiendo a los carnavales de Barranquilla y de blancos y negros en Pasto, o manejando un bus, sin cinturón de seguridad, de San Alberto a Aguachica, de acuerdo a las recomendaciones de los estrategas del marketing político, para acercarlo más a la gente. También tiene inconvenientes al armar la lista para las elecciones a Congreso con un dirigente fuerte que arrastre votos y que enfrente a Uribe. Vargas Lleras no quiere encabezarla y está en la mira de la procuraduría; a Alex Char, le suena más la vicepresidencia; queda Gabriel Silva quien aspira a ganarse ese puesto con columnas cepilleras, pero no me parece que sea el hombre y  Juan Lozano, que no se sabe con quién está. Y para las presidenciales, el Uribismo ya comienza a mostrar los dientes con Francisco Santos, el que mejor se ubica en la encuesta frente al presidente con un porcentaje del 25%. De otro lado, está el procurador Alejandro Ordoñez que tiene una favorabilidad del 21%, y parece que le seduce la idea de lanzarse con el apoyo del partido conservador. El gran palo es el general Oscar Naranjo, quien derrota al presidente con un 35%, mientras el actual mandatario llegaría con solo un 31%, el ex director de la policía hoy debe estar pensando con cabeza fría su futuro político. Si a esto le adicionamos que la U, el partido del gobierno, está muy debilitado por lo que le socavó el Uribismo y por los senadores que han caído en la cárcel, y los que faltan; es indudable que Santos hoy es un candidato derrotable. Nunca antes un presidente con todo su poder, había estado tan vulnerable políticamente, y de acuerdo a como se recompongan las fichas opositoras y las coaliciones que se hagan, puede perder su puesto en la casa de Nariño. ¡Cómo hace falta un candidato de centro izquierda moderada para esta futura contienda!

*Twitter: @JACOBOSOLANOC