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Informes Especiales - 26 enero, 2017

Víctimas del conflicto en el Cesar quedarían sin memoria

Después de cuatro años de haber sido inaugurado el Centro de Memoria Histórica del Conflicto en Valledupar, no se sabe que va a pasar con la sede luego de que se diera la orden de desalojo de las instalaciones de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez.

El Centro de Memoria del Conflicto cuenta con cerca de 520 documentos: libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.
El Centro de Memoria del Conflicto cuenta con cerca de 520 documentos: libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.

Con el propósito de aportar herramientas para el entendimiento del conflicto armado, garantizando el derecho de las víctimas a la verdad, fue inaugurado el Centro Regional de Memoria Histórica del Cesar en el año 2012. Sin embargo la institución ha venido trabajando en su organización desde el 2009, cuando empezaron a tratar el tema y a acercarse a organizaciones de víctimas que son las que realmente han construido este centro.

Las personas que se han encargado de recoger todas las historias y hacer realidad las memorias, no han sido otra cosa que un puente para las víctimas, pero son ellas las que luchan por sus derechos y han construido este espacio que se consolidó en una infraestructura física en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez.

Fotografías, canciones, murales hacen parte de la memoria del Cesar referente a las consecuencias de la guerra que sintieron las poblaciones de esta región.

Hoy hay preocupación ante la posibilidad de ser sacados de este lugar, por decisión de la directora de la entidad, María Victoria Celedón, que les dio plazo hasta el próximo 30 de enero para desocupar el lugar y sacar de allí todo lo que por estos años se ha construido para mantener el centro de documentación e investigación.

“El Centro de Memoria Histórica fue pensado como un espacio en el que las víctimas del conflicto pueden mirar y dar a conocer a esta sociedad lo que les pasó. Es como un espacio en el que las víctimas tienen la capacidad de mostrar lo que les ha pasado y su verdad, además de abrir más espacio para que la verdad crezca”, dijo Andrés Guerra Mendoza, miembro de la Fundación Centro de Memoria del Conflicto en el Cesar.

“Allí tenemos libros escritos por las víctimas, registro fotográfico, historietas, cuentos. Ellos han tenido todo tipo de herramientas para contar sus historias y estos documentos son los que se encuentran y salvaguardamos en este espacio, para que todo aquel que visite el centro conozca al trabajo”, puntualizó Guerra Mendoza.

Mientras en otras poblaciones de Colombia e incluso el mundo, las víctimas hoy cuentan con diferentes espacios como museos o centros donde conservan las memorias de lo sucedido por culpa del conflicto, en el Cesar está en riesgo el único lugar donde las víctimas pueden guardar y hacer visible lo vivido, siendo esta una de las regiones más afectadas por la guerra.

Las víctimas del conflicto en el Cesar han depositado la confianza en este espacio para contar sus historias.

Actualmente, el Centro de Memoria del Conflicto, ubicado en el tercer piso de la Biblioteca Departamental, sala Patrimonial, cuenta con cerca de 520 documentos entre libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.

Así mismo se han recopilado y documentado 50 iniciativas de memoria desarrolladas por comunidades víctimas y cuenta con un inventario de 3.232 noticias de prensa sobre la violencia en el Cesar, publicadas entre los años 1996 y 2007.

Andrés Guerra Mendoza dio a conocer que entre los logros más destacados del centro, son los procesos de reconstrucción de la memoria histórica realizados en el corregimiento Las Minas de Hiracal en Pueblo Bello y Santa Cecilia en Astrea, cuyos resultados sirvieron de base para el reconocimiento de estas comunidades como sujetos de reparación colectiva. Además esta entidad ha apoyado la creación del área de memoria del conflicto en el Centro Municipal de Memoria del municipio de Becerril.

Dijo además que para consolidar este espacio físico, necesitaron la ayuda del Ministerio de Cultura y Justicia, para tener de mejor manera los documentos y en ese momento la Gobernación del Cesar les facilitó el espacio con el fin de fortalecerlo a largo plazo. “Fue una donación de una tercera parte de la Sala Patrimonial de la Biblioteca Departamental”, expresó.

Guerra Mendoza explicó que inicialmente la directora de biblioteca se acercó a ellos y les planteó realizar un trabajo conjunto, lo cual les pareció muy bien, pues era enlazar las actividades de la biblioteca con las del Centro. “Esto nos favorece porque este lugar tiene mucho flujo de personal y a nosotros lo que nos interesa es que la sociedad en general, sobre todo los jóvenes visiten el centro”, acotó.

La funcionaria en ese momento solicitó un plan de trabajo, el cual según Guerra fue presentado, pero explica que han tenido algunas dificultades porque han hecho un trabajo con las uñas.

“Nosotros no tenemos ningún redito económico, sino un trabajo de puro ideal, y esto ha dificultado algunas actividades que hemos podido hacer en el centro como tal en el espacio físico, pero a nivel de trabajo nos estamos moviendo, participando en encuentros de memoria histórica a nivel nacional”, concluyó.

¿De dónde proviene el problema?

Según lo expresado por Andrés Guerra, reconocen que por el tiempo de cada uno de los que hacen parte de la fundación a cargo del Centro de Memoria, no permanecen en el lugar y por esta razón, la Directora de la Biblioteca puede pensar que lo han abandonado.

“Nosotros estamos trabajando, hemos hecho esfuerzos y hace poco firmamos un convenio con la Universidad Popular del Cesar para que estudiantes de la facultad de Sociología puedan hacer pasantías en el centro de memoria, pero indudablemente la falta de apoyo económico institucional ha dificultado que nosotros podamos dedicarnos de lleno al centro en el espacio físico, pero a nivel de organización nos estamos moviendo permanentemente y es un espacio reconocido a nivel nacional”, afirmó.

EL PILÓN se comunicó con la directora de la Biblioteca Rafael Carrillo Luquez, María Victoria Celedón, para conocer su posición sobre el tema, pero la funcionaria aseguró que sólo se pronunciaría a través de un comunicado. Mientras tanto las víctimas siguen esperando una solución.

Lo que pierde el Cesar

La directora de la Unidad de Víctimas del Cesar, Juanita Ramírez, dijo que el centro es muy importante porque en la medida en que se conozcan los hechos ocurridos que se narran a través de la recuperación de la memoria, se puede tener la claridad sobre estos, para evitar que vuelvan a repetirse.

“Nos perderíamos la gran oportunidad de conocer cuáles fueron los hechos que violentaron al departamento del Cesar y no conoceríamos las consecuencias que eso generó en nuestra sociedad. Hay muchos pueblos tratando de hacer la recuperación de la memoria histórica y el Cesar fue un territorio vanguardista en este tema, por lo que no es justo que cerremos algo que los demás están tratando de iniciar, cuando la tarea nuestra no ha terminado”, expresó.

Solicitud de la Defensoría del Pueblo

A través de un oficio, el defensor del pueblo en el Cesar, Omar Contreras Socarrás, dejó ver al gobernador Francisco Ovalle Angarita, su preocupación por esta situación, aclarando que estos centros fueron pensados como lugares privilegiados para la sociedad civil en los que, de manera participativa y colectiva, se construya la memoria histórica regional y se analicen contribuciones encaminadas a la comprensión del conflicto armado en aras de garantizar el derecho que les asiste a las víctimas a conocer la verdad.

“En medio de un cúmulo de dificultades, entre las que se puede señalar la falta de financiación, el Centro de Memoria del Conflicto ha logrado adelantar varias iniciativas que, sin lugar a dudas, constituyen invaluables aportes a la tarea de construcción de la memoria histórica, las cuales ciertamente se han convertido en referentes para la comprensión del conflicto armado en la región”, dice el documento enviado al mandatario de los cesarenses.

El defensor asegura que lo que más preocupa, es que sin unas instalaciones adecuadas, todo el acervo documental y bibliográfico conservado en el lugar, corre el riesgo de deteriorarse o extraviarse.

Agregó que de no ser posible reversar el desalojo de la biblioteca, se facilite otro sitio para no perder lo avanzando con el Centro de Memoria que se ha convertido en parte del patrimonio cultural y sobreviviente del Cesar.

El centro de Memoria del Conflicto en el Cesar funciona en la Biblioteca Rafael Carrillo Luquez desde el año 2012, de donde deben salir por orden de la directora de la entidad que dio plazo hasta el 30 de enero.

 “El Centro de Memoria Histórica fue pensado como un espacio en el que las víctimas del conflicto pueden mirar y dar a conocer a esta sociedad lo que les pasó”: Andrés Guerra Mendoza.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]

Informes Especiales
26 enero, 2017

Víctimas del conflicto en el Cesar quedarían sin memoria

Después de cuatro años de haber sido inaugurado el Centro de Memoria Histórica del Conflicto en Valledupar, no se sabe que va a pasar con la sede luego de que se diera la orden de desalojo de las instalaciones de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez.


El Centro de Memoria del Conflicto cuenta con cerca de 520 documentos: libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.
El Centro de Memoria del Conflicto cuenta con cerca de 520 documentos: libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.

Con el propósito de aportar herramientas para el entendimiento del conflicto armado, garantizando el derecho de las víctimas a la verdad, fue inaugurado el Centro Regional de Memoria Histórica del Cesar en el año 2012. Sin embargo la institución ha venido trabajando en su organización desde el 2009, cuando empezaron a tratar el tema y a acercarse a organizaciones de víctimas que son las que realmente han construido este centro.

Las personas que se han encargado de recoger todas las historias y hacer realidad las memorias, no han sido otra cosa que un puente para las víctimas, pero son ellas las que luchan por sus derechos y han construido este espacio que se consolidó en una infraestructura física en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez.

Fotografías, canciones, murales hacen parte de la memoria del Cesar referente a las consecuencias de la guerra que sintieron las poblaciones de esta región.

Hoy hay preocupación ante la posibilidad de ser sacados de este lugar, por decisión de la directora de la entidad, María Victoria Celedón, que les dio plazo hasta el próximo 30 de enero para desocupar el lugar y sacar de allí todo lo que por estos años se ha construido para mantener el centro de documentación e investigación.

“El Centro de Memoria Histórica fue pensado como un espacio en el que las víctimas del conflicto pueden mirar y dar a conocer a esta sociedad lo que les pasó. Es como un espacio en el que las víctimas tienen la capacidad de mostrar lo que les ha pasado y su verdad, además de abrir más espacio para que la verdad crezca”, dijo Andrés Guerra Mendoza, miembro de la Fundación Centro de Memoria del Conflicto en el Cesar.

“Allí tenemos libros escritos por las víctimas, registro fotográfico, historietas, cuentos. Ellos han tenido todo tipo de herramientas para contar sus historias y estos documentos son los que se encuentran y salvaguardamos en este espacio, para que todo aquel que visite el centro conozca al trabajo”, puntualizó Guerra Mendoza.

Mientras en otras poblaciones de Colombia e incluso el mundo, las víctimas hoy cuentan con diferentes espacios como museos o centros donde conservan las memorias de lo sucedido por culpa del conflicto, en el Cesar está en riesgo el único lugar donde las víctimas pueden guardar y hacer visible lo vivido, siendo esta una de las regiones más afectadas por la guerra.

Las víctimas del conflicto en el Cesar han depositado la confianza en este espacio para contar sus historias.

Actualmente, el Centro de Memoria del Conflicto, ubicado en el tercer piso de la Biblioteca Departamental, sala Patrimonial, cuenta con cerca de 520 documentos entre libros, videos, cartillas e informes institucionales que abordan la temática del conflicto en el departamento.

Así mismo se han recopilado y documentado 50 iniciativas de memoria desarrolladas por comunidades víctimas y cuenta con un inventario de 3.232 noticias de prensa sobre la violencia en el Cesar, publicadas entre los años 1996 y 2007.

Andrés Guerra Mendoza dio a conocer que entre los logros más destacados del centro, son los procesos de reconstrucción de la memoria histórica realizados en el corregimiento Las Minas de Hiracal en Pueblo Bello y Santa Cecilia en Astrea, cuyos resultados sirvieron de base para el reconocimiento de estas comunidades como sujetos de reparación colectiva. Además esta entidad ha apoyado la creación del área de memoria del conflicto en el Centro Municipal de Memoria del municipio de Becerril.

Dijo además que para consolidar este espacio físico, necesitaron la ayuda del Ministerio de Cultura y Justicia, para tener de mejor manera los documentos y en ese momento la Gobernación del Cesar les facilitó el espacio con el fin de fortalecerlo a largo plazo. “Fue una donación de una tercera parte de la Sala Patrimonial de la Biblioteca Departamental”, expresó.

Guerra Mendoza explicó que inicialmente la directora de biblioteca se acercó a ellos y les planteó realizar un trabajo conjunto, lo cual les pareció muy bien, pues era enlazar las actividades de la biblioteca con las del Centro. “Esto nos favorece porque este lugar tiene mucho flujo de personal y a nosotros lo que nos interesa es que la sociedad en general, sobre todo los jóvenes visiten el centro”, acotó.

La funcionaria en ese momento solicitó un plan de trabajo, el cual según Guerra fue presentado, pero explica que han tenido algunas dificultades porque han hecho un trabajo con las uñas.

“Nosotros no tenemos ningún redito económico, sino un trabajo de puro ideal, y esto ha dificultado algunas actividades que hemos podido hacer en el centro como tal en el espacio físico, pero a nivel de trabajo nos estamos moviendo, participando en encuentros de memoria histórica a nivel nacional”, concluyó.

¿De dónde proviene el problema?

Según lo expresado por Andrés Guerra, reconocen que por el tiempo de cada uno de los que hacen parte de la fundación a cargo del Centro de Memoria, no permanecen en el lugar y por esta razón, la Directora de la Biblioteca puede pensar que lo han abandonado.

“Nosotros estamos trabajando, hemos hecho esfuerzos y hace poco firmamos un convenio con la Universidad Popular del Cesar para que estudiantes de la facultad de Sociología puedan hacer pasantías en el centro de memoria, pero indudablemente la falta de apoyo económico institucional ha dificultado que nosotros podamos dedicarnos de lleno al centro en el espacio físico, pero a nivel de organización nos estamos moviendo permanentemente y es un espacio reconocido a nivel nacional”, afirmó.

EL PILÓN se comunicó con la directora de la Biblioteca Rafael Carrillo Luquez, María Victoria Celedón, para conocer su posición sobre el tema, pero la funcionaria aseguró que sólo se pronunciaría a través de un comunicado. Mientras tanto las víctimas siguen esperando una solución.

Lo que pierde el Cesar

La directora de la Unidad de Víctimas del Cesar, Juanita Ramírez, dijo que el centro es muy importante porque en la medida en que se conozcan los hechos ocurridos que se narran a través de la recuperación de la memoria, se puede tener la claridad sobre estos, para evitar que vuelvan a repetirse.

“Nos perderíamos la gran oportunidad de conocer cuáles fueron los hechos que violentaron al departamento del Cesar y no conoceríamos las consecuencias que eso generó en nuestra sociedad. Hay muchos pueblos tratando de hacer la recuperación de la memoria histórica y el Cesar fue un territorio vanguardista en este tema, por lo que no es justo que cerremos algo que los demás están tratando de iniciar, cuando la tarea nuestra no ha terminado”, expresó.

Solicitud de la Defensoría del Pueblo

A través de un oficio, el defensor del pueblo en el Cesar, Omar Contreras Socarrás, dejó ver al gobernador Francisco Ovalle Angarita, su preocupación por esta situación, aclarando que estos centros fueron pensados como lugares privilegiados para la sociedad civil en los que, de manera participativa y colectiva, se construya la memoria histórica regional y se analicen contribuciones encaminadas a la comprensión del conflicto armado en aras de garantizar el derecho que les asiste a las víctimas a conocer la verdad.

“En medio de un cúmulo de dificultades, entre las que se puede señalar la falta de financiación, el Centro de Memoria del Conflicto ha logrado adelantar varias iniciativas que, sin lugar a dudas, constituyen invaluables aportes a la tarea de construcción de la memoria histórica, las cuales ciertamente se han convertido en referentes para la comprensión del conflicto armado en la región”, dice el documento enviado al mandatario de los cesarenses.

El defensor asegura que lo que más preocupa, es que sin unas instalaciones adecuadas, todo el acervo documental y bibliográfico conservado en el lugar, corre el riesgo de deteriorarse o extraviarse.

Agregó que de no ser posible reversar el desalojo de la biblioteca, se facilite otro sitio para no perder lo avanzando con el Centro de Memoria que se ha convertido en parte del patrimonio cultural y sobreviviente del Cesar.

El centro de Memoria del Conflicto en el Cesar funciona en la Biblioteca Rafael Carrillo Luquez desde el año 2012, de donde deben salir por orden de la directora de la entidad que dio plazo hasta el 30 de enero.

 “El Centro de Memoria Histórica fue pensado como un espacio en el que las víctimas del conflicto pueden mirar y dar a conocer a esta sociedad lo que les pasó”: Andrés Guerra Mendoza.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]