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Columnista - 21 octubre, 2017

Venezuela: ¿Hasta cuándo?

¿Qué pasará en Venezuela? ¿Cuándo y cómo saldrá el país vecino de semejante crisis? La famosa Ley de Murphy, que reza que aquello que está mal es susceptible de empeorar, se ha ensañado con el vecino país. Cada día la situación es peor, el mundo observa lo que sucede y nada que se ve una […]

¿Qué pasará en Venezuela? ¿Cuándo y cómo saldrá el país vecino de semejante crisis? La famosa Ley de Murphy, que reza que aquello que está mal es susceptible de empeorar, se ha ensañado con el vecino país. Cada día la situación es peor, el mundo observa lo que sucede y nada que se ve una luz al final del túnel.

Hoy debemos recordar que hace unos cuarenta años, Venezuela vivía un periodo de prosperidad, era tanta que un Presidente de Colombia, Carlos Lleras Restrepo, se ideó la fórmula del Pacto Andino, con muchos argumentos a favor de la integración y los beneficios de las economías de escala para los países miembros: Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela. Pero, me atrevo a decir hoy, con todo respeto, que lo que buscaba el doctor Lleras era que Colombia se beneficiara del buen momento del vecino país. Al pie del enfermo como el aliviado…

La historia de Venezuela está llena de esos altibajos: periodos de bonanza y luego periodos de caídas pronunciadas. Civiles y militares han sido deficientes a la hora de manejar un país que fue muy rico.

El Modelo del Presidente Chávez, un estatismo con base en la riqueza petrolera y desplazando la inversión privada, era sostenible con altos precios del petróleo; pero, desconocía una lección clave en la historia económica: la empresa privada es la que genera riqueza.

El Estado, principalmente, en América Latina, es un gran consumidor –otros dicen destructor- de riqueza. Así de sencillo; aunque es un debate largo de economía política…

En efecto, la renta petrolera se ha reducido en más de una tercera parte; la caída del PIB en los últimos cuatro años es del 40 por ciento.

Eso se llama depresión, más fuerte que la recesión y el país afronta una hiperinflación que ha reducido el poder de compra de la gente en más de un ochenta por ciento. Un panorama desolador…

Chávez era Chávez y –de alguna u otra manera- tenía un liderazgo, mucho carisma y una visión de su modelo; así hoy lo veamos errado. Maduro es Maduro y ha demostrado una grandísima falta de pericia para manejar a su país, desde el punto de vista económico, político y social.

Y para rematar, en la actualidad la oposición, luego de la jornada electoral regional del pasado domingo, en la que acusa una serie de fraudes antes, durante y luego de la jornada, está desunida y sin liderazgo y prospectiva. El Madurismo se quedó con 18 de las 23 gobernaciones. ¿Qué pasó? ¿Qué será de la pobre Venezuela?

La crisis más triste es la humanitaria y ha sido el pueblo raso el que ha pagado el parto, pero en parte con mucha responsabilidad. Culturalmente ha sido un pueblo acostumbrado a vivir del Estado. Hay desabastecimiento de alimentos y medicamentos. Desplazamiento. Los adinerados se fueron del país y se llevaron sus capitales.

Además, la arquitectura burocrática internacional poco o nada ha ayudado a Venezuela. No basta con condenar las acciones de un gobierno ineficiente y represivo, ha faltado ayuda efectiva para miles de familias que hoy no tienen nada que comer y que protagonizan una diáspora que durará décadas. En cualquier momento ese país puede entrar en cesación de pagos y ahí será peor…

Al ritmo que van las cosas, el señor Maduro terminará su mal gobierno y elegirá a su sucesor. Todo indica que las fuerzas de oposición no están preparadas para lograr un acuerdo e impulsar un líder, hombre o mujer, que sea capaz de unir el descontento y proponerle democracia política y prosperidad económica a un país que tiene mucho para salir adelante y recuperar un mínimo de bienestar. No hay derecho.

Docente Universitario-Analista económico.
Por Carlos Alberto Maestre M.

 

Columnista
21 octubre, 2017

Venezuela: ¿Hasta cuándo?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.

¿Qué pasará en Venezuela? ¿Cuándo y cómo saldrá el país vecino de semejante crisis? La famosa Ley de Murphy, que reza que aquello que está mal es susceptible de empeorar, se ha ensañado con el vecino país. Cada día la situación es peor, el mundo observa lo que sucede y nada que se ve una […]


¿Qué pasará en Venezuela? ¿Cuándo y cómo saldrá el país vecino de semejante crisis? La famosa Ley de Murphy, que reza que aquello que está mal es susceptible de empeorar, se ha ensañado con el vecino país. Cada día la situación es peor, el mundo observa lo que sucede y nada que se ve una luz al final del túnel.

Hoy debemos recordar que hace unos cuarenta años, Venezuela vivía un periodo de prosperidad, era tanta que un Presidente de Colombia, Carlos Lleras Restrepo, se ideó la fórmula del Pacto Andino, con muchos argumentos a favor de la integración y los beneficios de las economías de escala para los países miembros: Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela. Pero, me atrevo a decir hoy, con todo respeto, que lo que buscaba el doctor Lleras era que Colombia se beneficiara del buen momento del vecino país. Al pie del enfermo como el aliviado…

La historia de Venezuela está llena de esos altibajos: periodos de bonanza y luego periodos de caídas pronunciadas. Civiles y militares han sido deficientes a la hora de manejar un país que fue muy rico.

El Modelo del Presidente Chávez, un estatismo con base en la riqueza petrolera y desplazando la inversión privada, era sostenible con altos precios del petróleo; pero, desconocía una lección clave en la historia económica: la empresa privada es la que genera riqueza.

El Estado, principalmente, en América Latina, es un gran consumidor –otros dicen destructor- de riqueza. Así de sencillo; aunque es un debate largo de economía política…

En efecto, la renta petrolera se ha reducido en más de una tercera parte; la caída del PIB en los últimos cuatro años es del 40 por ciento.

Eso se llama depresión, más fuerte que la recesión y el país afronta una hiperinflación que ha reducido el poder de compra de la gente en más de un ochenta por ciento. Un panorama desolador…

Chávez era Chávez y –de alguna u otra manera- tenía un liderazgo, mucho carisma y una visión de su modelo; así hoy lo veamos errado. Maduro es Maduro y ha demostrado una grandísima falta de pericia para manejar a su país, desde el punto de vista económico, político y social.

Y para rematar, en la actualidad la oposición, luego de la jornada electoral regional del pasado domingo, en la que acusa una serie de fraudes antes, durante y luego de la jornada, está desunida y sin liderazgo y prospectiva. El Madurismo se quedó con 18 de las 23 gobernaciones. ¿Qué pasó? ¿Qué será de la pobre Venezuela?

La crisis más triste es la humanitaria y ha sido el pueblo raso el que ha pagado el parto, pero en parte con mucha responsabilidad. Culturalmente ha sido un pueblo acostumbrado a vivir del Estado. Hay desabastecimiento de alimentos y medicamentos. Desplazamiento. Los adinerados se fueron del país y se llevaron sus capitales.

Además, la arquitectura burocrática internacional poco o nada ha ayudado a Venezuela. No basta con condenar las acciones de un gobierno ineficiente y represivo, ha faltado ayuda efectiva para miles de familias que hoy no tienen nada que comer y que protagonizan una diáspora que durará décadas. En cualquier momento ese país puede entrar en cesación de pagos y ahí será peor…

Al ritmo que van las cosas, el señor Maduro terminará su mal gobierno y elegirá a su sucesor. Todo indica que las fuerzas de oposición no están preparadas para lograr un acuerdo e impulsar un líder, hombre o mujer, que sea capaz de unir el descontento y proponerle democracia política y prosperidad económica a un país que tiene mucho para salir adelante y recuperar un mínimo de bienestar. No hay derecho.

Docente Universitario-Analista económico.
Por Carlos Alberto Maestre M.