Un expendedor de frutas, identificado como Eduardo Guerra Hoyos, decidió acabar con su vida la tarde del viernes 8 de marzo, al disparar un arma de fuego en su cabeza.
Un expendedor de frutas, identificado como Eduardo Guerra Hoyos, oriundo de Valledupar, decidió acabar con su vida la tarde del viernes 8 de marzo, al disparar un arma de fuego en su cabeza, luego de arrebatársela a un vigilante de un almacén musical.
El hecho se registró en la calle 41 con carrera 41 en los alrededores de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, en pleno centro de Barranquilla. Testigos indicaron que el occiso conocido en el sector con el alias de ‘El Negro’, le arrebató el arma al vigilante de la entidad y se dió un tiro en la cabeza, acabando con su vida. “Te quedas quieto o te lo pego, déjame, que este es pa’ mí”, así, según testigos, le dijo el hombre de 53 años, nacido en Valledupar, al vigilante.
Por minutos el caos se apoderó del lugar ya que en este sector concurren jueces, fiscales y abogados. Todos creían que se trataba de un atentado contra un funcionario de la URI de la Fiscalía.
Sin embargo, su hermano Eduardo Guerra indicó que “nadie conoce la debilidad de quienes nos rodean”.
En diciembre el vendedor de naranjas viajó hasta Valledupar y compartió una semana con sus hermanos y con su madre. El viaje fue costeado por su familia, ya que Eduardo Guerra tenía problemas económicos.
Guerra Hoyos vivía en el barrio La Luz de Barranquilla. Deja tres hijos mayores de edad y a su compañera sentimental, Elis González, con quien tenía tres años de vivir en unión libre.
Las autoridades que se encontraban en la zona no pudieron hacer nada por este pobre vendedor. Murió en el acto. Familiares de Guerra Hoyos velaron el cadáver en Barranquilla y el cuerpo será trasladado a Valledupar, donde hoy se le dará cristiana sepultura.
Un expendedor de frutas, identificado como Eduardo Guerra Hoyos, decidió acabar con su vida la tarde del viernes 8 de marzo, al disparar un arma de fuego en su cabeza.
Un expendedor de frutas, identificado como Eduardo Guerra Hoyos, oriundo de Valledupar, decidió acabar con su vida la tarde del viernes 8 de marzo, al disparar un arma de fuego en su cabeza, luego de arrebatársela a un vigilante de un almacén musical.
El hecho se registró en la calle 41 con carrera 41 en los alrededores de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, en pleno centro de Barranquilla. Testigos indicaron que el occiso conocido en el sector con el alias de ‘El Negro’, le arrebató el arma al vigilante de la entidad y se dió un tiro en la cabeza, acabando con su vida. “Te quedas quieto o te lo pego, déjame, que este es pa’ mí”, así, según testigos, le dijo el hombre de 53 años, nacido en Valledupar, al vigilante.
Por minutos el caos se apoderó del lugar ya que en este sector concurren jueces, fiscales y abogados. Todos creían que se trataba de un atentado contra un funcionario de la URI de la Fiscalía.
Sin embargo, su hermano Eduardo Guerra indicó que “nadie conoce la debilidad de quienes nos rodean”.
En diciembre el vendedor de naranjas viajó hasta Valledupar y compartió una semana con sus hermanos y con su madre. El viaje fue costeado por su familia, ya que Eduardo Guerra tenía problemas económicos.
Guerra Hoyos vivía en el barrio La Luz de Barranquilla. Deja tres hijos mayores de edad y a su compañera sentimental, Elis González, con quien tenía tres años de vivir en unión libre.
Las autoridades que se encontraban en la zona no pudieron hacer nada por este pobre vendedor. Murió en el acto. Familiares de Guerra Hoyos velaron el cadáver en Barranquilla y el cuerpo será trasladado a Valledupar, donde hoy se le dará cristiana sepultura.