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Columnista - 30 enero, 2017

Vargas Lleras, el Trump colombiano

El fenómeno Trump nació por el desgaste de las elites políticas en E.E.U.U. y fue creciendo, contra todo pronóstico, hasta llegar a la Casa Blanca, desde donde despacha a sus anchas y tiene en ascuas al mundo entero con sus políticas salidas de todo contexto razonable. Por estos días muchos se preguntan ¿Pasará lo mismo en […]

El fenómeno Trump nació por el desgaste de las elites políticas en E.E.U.U. y fue creciendo, contra todo pronóstico, hasta llegar a la Casa Blanca, desde donde despacha a sus anchas y tiene en ascuas al mundo entero con sus políticas salidas de todo contexto razonable. Por estos días muchos se preguntan ¿Pasará lo mismo en Colombia? realmente no se ve una persona que encaje exactamente, tendría que venir de la empresa privada a liderar un proyecto político viable.

Como Colombia es sui géneris,  quien puede perfilarse es Germán Vargas Lleras, aunque venga de la clase política y descienda de la más rancia oligarquía de Colombia, tiene más similitudes que diferencias con el hombre del copete rubio. Mientras Trump maltrata a las mujeres y las invita a tener sexo sin siquiera conocerlas, como denunció una de sus víctimas, Vargas trata a cocotazos a sus escoltas, un claro ataque clasista; se sienten todopoderosos, con derecho a atropellar y pisotear, simplemente por tener dinero u ostentar un alto cargo.

En cuanto a la inmigración, tienen un enfoque similar: Trump sigue adelante con su idea del muro en la frontera con México, mientras Vargas no tiene claro cómo enfrentar el problema de los venezolanos que siguen llegando al país y lo único que se le ocurre es rechazarlos en un discurso incendiario, y llamarlos “venecos”, quienes tampoco tienen culpa de que su presidente haya ultrajado a los colombianos en la frontera; es cierto que Maduro es el menos indicado para protestar, pero a un vicepresidente no le queda bien decirlo y menos en esos términos, si se tiene en cuenta que el gobierno vecino, utiliza lo mínimo para distraer la atención y sobrellevar una crisis humanitaria que tocó fondo.

Con la prensa, el trato es muy parecido: Trump, lo hace con CNN y Vargas no acepta críticas, menos si vienen de la prensa regional como alguna vez hizo en Valledupar con el periodista Enrique Camargo de Radio Guatapurí. Ambos son irascibles, son especialistas en meter la pata en público y eluden el debate cuando no les conviene; Trump con los resultados electorales y Vargas dejó un auditorio tirado en El Carmen de Bolívar. Ambos tienen como mostrarse exitosos en el campo inmobiliario: Trump con sus condominios y Vargas Lleras con las casas del gobierno que utiliza para hacer política. En cuanto a la visión política, representan la ultra derecha, esa que no permite transformaciones sociales y es defensora de los poderosos, los Char, Sarmiento Angulo, etc. También coinciden con sus aliados: Trump acaba de nombrar un gabinete cuestionado por temas raciales, de corrupción y personales y lo vemos con Vargas y Cambio Radical, ya son 10 mandatarios locales avalados, involucrados en temas de corrupción, eso sin nombrar a su cercano alfil, Rodrigo Lara, que se pelea con vigilantes.

Algunos opinarán que Colombia está madura para que llegue un Trump y llegará, pero del mismo establecimiento que ha marcado nuestra funesta clase política y ese  puede ser nuestro Vice, al fin y al cabo, sigue liderando las encuestas, como Trump, y esto nos llevará a una constante tensión en muchos temas de orden nacional e internacional.

Columnista
30 enero, 2017

Vargas Lleras, el Trump colombiano

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

El fenómeno Trump nació por el desgaste de las elites políticas en E.E.U.U. y fue creciendo, contra todo pronóstico, hasta llegar a la Casa Blanca, desde donde despacha a sus anchas y tiene en ascuas al mundo entero con sus políticas salidas de todo contexto razonable. Por estos días muchos se preguntan ¿Pasará lo mismo en […]


El fenómeno Trump nació por el desgaste de las elites políticas en E.E.U.U. y fue creciendo, contra todo pronóstico, hasta llegar a la Casa Blanca, desde donde despacha a sus anchas y tiene en ascuas al mundo entero con sus políticas salidas de todo contexto razonable. Por estos días muchos se preguntan ¿Pasará lo mismo en Colombia? realmente no se ve una persona que encaje exactamente, tendría que venir de la empresa privada a liderar un proyecto político viable.

Como Colombia es sui géneris,  quien puede perfilarse es Germán Vargas Lleras, aunque venga de la clase política y descienda de la más rancia oligarquía de Colombia, tiene más similitudes que diferencias con el hombre del copete rubio. Mientras Trump maltrata a las mujeres y las invita a tener sexo sin siquiera conocerlas, como denunció una de sus víctimas, Vargas trata a cocotazos a sus escoltas, un claro ataque clasista; se sienten todopoderosos, con derecho a atropellar y pisotear, simplemente por tener dinero u ostentar un alto cargo.

En cuanto a la inmigración, tienen un enfoque similar: Trump sigue adelante con su idea del muro en la frontera con México, mientras Vargas no tiene claro cómo enfrentar el problema de los venezolanos que siguen llegando al país y lo único que se le ocurre es rechazarlos en un discurso incendiario, y llamarlos “venecos”, quienes tampoco tienen culpa de que su presidente haya ultrajado a los colombianos en la frontera; es cierto que Maduro es el menos indicado para protestar, pero a un vicepresidente no le queda bien decirlo y menos en esos términos, si se tiene en cuenta que el gobierno vecino, utiliza lo mínimo para distraer la atención y sobrellevar una crisis humanitaria que tocó fondo.

Con la prensa, el trato es muy parecido: Trump, lo hace con CNN y Vargas no acepta críticas, menos si vienen de la prensa regional como alguna vez hizo en Valledupar con el periodista Enrique Camargo de Radio Guatapurí. Ambos son irascibles, son especialistas en meter la pata en público y eluden el debate cuando no les conviene; Trump con los resultados electorales y Vargas dejó un auditorio tirado en El Carmen de Bolívar. Ambos tienen como mostrarse exitosos en el campo inmobiliario: Trump con sus condominios y Vargas Lleras con las casas del gobierno que utiliza para hacer política. En cuanto a la visión política, representan la ultra derecha, esa que no permite transformaciones sociales y es defensora de los poderosos, los Char, Sarmiento Angulo, etc. También coinciden con sus aliados: Trump acaba de nombrar un gabinete cuestionado por temas raciales, de corrupción y personales y lo vemos con Vargas y Cambio Radical, ya son 10 mandatarios locales avalados, involucrados en temas de corrupción, eso sin nombrar a su cercano alfil, Rodrigo Lara, que se pelea con vigilantes.

Algunos opinarán que Colombia está madura para que llegue un Trump y llegará, pero del mismo establecimiento que ha marcado nuestra funesta clase política y ese  puede ser nuestro Vice, al fin y al cabo, sigue liderando las encuestas, como Trump, y esto nos llevará a una constante tensión en muchos temas de orden nacional e internacional.