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Informe - 30 mayo, 2016

Valledupar no explota su riqueza turística

Aunque la ciudad cuenta con sitios que atraen a propios y visitantes, hace falta organización para optimizar la producción del sector turístico.

La plaza Alfonso López es lugar obligado para los visitantes.

FOTO: JOAQUIN RAMÍREZ.
La plaza Alfonso López es lugar obligado para los visitantes. FOTO: JOAQUIN RAMÍREZ.

La familia Morantes llegó el fin de semana anterior de Bucaramanga a Valledupar y se dirigió al balneario La Mina, uno de los sitios más paradisiacos de la zona por su belleza natural. Al lugar llegaron pasadas las 2:00 de la tarde con ganas de disfrutar de la gastronomía de la región, pero no encontraron que comer, pues en el único restaurante ya o había comida para la venta; y al indagar por esta situación, a los turistas les respondieron que se hacían pocos platos por temor a que no se vendan todos.

Esta situación es común en La Mina y en otros sitios turísticos de la capital del Cesar, debido a la débil infraestructura turista y escaza organización de los negocios.

Como esta familia cientos de turistas llegan a conocer la Capital Mundial del Vallenato para pasear y escuchar en vivo la caja, guacharaca y el acordeón. Sin embargo, los visitantes se llevan una mala impresión por la falta de organización en los servicios turísticos como transporte, alimentación y hospedaje.

Este municipio cuenta con una riqueza cultural y paisajística que la convierten en un atractivo para propios y visitantes. Sin salir del casco urbano hay sitios encantadores, como el centro histórico, que lo conforman ocho manzanas con edificaciones coloniales. En este sector se ubica la emblemática Plaza Alfonso López, cuna del Festival Vallenato y escenario obligatorio para tomarse fotos y tener un buen recuerdo de la ciudad.

Ni que decir del balneario Hurtado, a orilla del río Guatapurí, donde una imponente Sirena se roba todas las miradas de los bañistas que llegan a deleitarse en las frías aguas que descienden de la Sierra Nevada. Muchos desconocen la historia de la joven mujer con cuerpo de pez, algunos vendedores ambulantes se convierten en improvisados y explican la historia que hoy es leyenda.

Pese a las maravillas antes mencionadas, que no son todas, hay muchas más, los guías turísticos solo aparecen en abril para la temporada de Festival Vallenato, que en su más reciente versión tuvo alrededor de 60 mil visitantes.

En el centro de la ciudad es normal ver a los turistas preguntando a cualquier transeúnte porque no hay punto fijo para que les informen sobre los sitios representativos y seguros para ir a visitar.

Hace unos meses la Alcaldía de Valledupar y la Cámara de Comercio anunciaron que en abril implementarían guías turísticos, para reparar las falencias en este tema, lo cuales serían ubicados en la Terminal de Transportes de Valledupar y en hoteles, pero sólo era por la temporada del Festival Vallenato.

Pese a que el turismo se está convirtiendo en uno de los principales renglones de la economía vallenata, no tiene la atención que merece. Según conocedores del tema, la ciudad necesita urgente como primera medida una agenda de eventos a realizarse durante todo el año, para que todo sea planeado con tiempo y así fortalecer el sector.

“El sector viene creciendo desde la parte privada, pero hace falta promoción del destino, lo cual está a cargo del Estado. Si se trabaja de manera mancomunada entre lo público y lo privado podríamos lograr mejores cosas”, expresó María Elisa Ayala, representante de una agencia de turismo en la ciudad.

Agregó que para mejorar el turismo se debe recuperar todo lo que tiene que ver con las riquezas naturales, porque aunque la gente visita esos lugares de la zona rural, muchos como la familia Morantes, regresan inconformes por la mala atención y falta de organización.

“Valledupar es muy rico en entorno natural, pero hay que invertir en su infraestructura, hay que cultivarlos y mantenerlos en buen estado para que el visitante vuelva”, acotó Ayala.
“Estamos organizando la casa”

Para nadie es un secreto que aunque administraciones anteriores han anunciado inversiones para fortalecer el turismo, no es mucho lo que se ha adelantado. La nueva administración municipal, se comprometió em promocionar turísticamente a la ciudad, por lo que aseguran que la infraestructura irá llegando con los proyectos que se están armando en alianza con el sector privado.

“Estamos organizando la casa y por eso los viernes estamos haciendo con la Casa de la Cultura eventos en la Plaza Alfonso López, los cuales se van a estar ampliando para reforzar el tema de turismo, y actualmente estamos organizando el primer concurso de fotografía en la ciudad con el objetivo de reunir al gremio de fotógrafos y seleccionar las mejores imágenes del municipio”, expresó Elida María Ochoa, coordinadora de Turismo Municipal.

Sobre la falta de los guías turísticos, la funcionaria explicó que desde la administración se está pendiente de formar al personal idóneo para ponerlos a trabajar.

Dijo además que trabajan en recuperar los espacios en la Plaza Alfonso López, que es la mayor vitrina de la ciudad, porque todas las personas que llegan a Valledupar quieren conocer este lugar emblemático.

En cuanto al río Guatapurí, dijo que los vendedores ambulantes serán capacitados. “Estamos socializando para que ellos se concienticen de que hay que capacitarse en servicio al cliente, turismo, porque la respuesta que muchos nos han dado es que ellos toda la vida han trabajado así, lo que no saben son las ventajas que hay con la capacitación”, expresó la coordinadora de Turismo.

Así mismo anunció que trabajan con el maestro Alberto ‘Beto’ Murgas con el fin de impulsar el Museo del Acordeón que conserva la historia del instrumento musical más representativo de la ciudad.

“Hemos ido punto a punto, porque en Valledupar las glorietas, los parques, las canchas, son turismo y trabajamos en el tema de jardinería para embellecer a la ciudad. En Guacoche somos ricos en alfarería y hay que retomar ese tema; en Atánquez la artesanía; en el río Badillo, Patillal (tierra de compositores) y La Mina tenemos muchas riquezas, pero lo que estamos tratando de hacer es que por lo menos la gente conozca”, puntualizó Elida María Ochoa.

Con o sin políticas que impulsen el turismo, Valledupar es uno de los destinos obligados para los amantes del vallenato, género musical declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, donde aún conserva el encanto colonial alrededor de la Plaza Alfonso López, mezclado con una variedad de servicios modernos. Allí está el monumento La Revolución En Marcha, la Casa Colonial de la familia Maestre Pavajeau, la Tarima Francisco El Hombre, y la Iglesia Inmaculada Concepción.

La ciudad también se destaca por sus glorietas y avenidas adornadas con grandes monumentos. Aunque este debería ser el municipio más fuerte en turismo no lo es, en Pueblo Bello y Manaure el sector turístico avanza a pasos agigantados, gracias a sus paisajes exuberantes.

Valledupar tiene una riqueza natural que convierte al municipio en una mina de turismo que no ha sido explotada por falta de inversión pública y privada.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]

 

 

 

Informe
30 mayo, 2016

Valledupar no explota su riqueza turística

Aunque la ciudad cuenta con sitios que atraen a propios y visitantes, hace falta organización para optimizar la producción del sector turístico.


La plaza Alfonso López es lugar obligado para los visitantes.

FOTO: JOAQUIN RAMÍREZ.
La plaza Alfonso López es lugar obligado para los visitantes. FOTO: JOAQUIN RAMÍREZ.

La familia Morantes llegó el fin de semana anterior de Bucaramanga a Valledupar y se dirigió al balneario La Mina, uno de los sitios más paradisiacos de la zona por su belleza natural. Al lugar llegaron pasadas las 2:00 de la tarde con ganas de disfrutar de la gastronomía de la región, pero no encontraron que comer, pues en el único restaurante ya o había comida para la venta; y al indagar por esta situación, a los turistas les respondieron que se hacían pocos platos por temor a que no se vendan todos.

Esta situación es común en La Mina y en otros sitios turísticos de la capital del Cesar, debido a la débil infraestructura turista y escaza organización de los negocios.

Como esta familia cientos de turistas llegan a conocer la Capital Mundial del Vallenato para pasear y escuchar en vivo la caja, guacharaca y el acordeón. Sin embargo, los visitantes se llevan una mala impresión por la falta de organización en los servicios turísticos como transporte, alimentación y hospedaje.

Este municipio cuenta con una riqueza cultural y paisajística que la convierten en un atractivo para propios y visitantes. Sin salir del casco urbano hay sitios encantadores, como el centro histórico, que lo conforman ocho manzanas con edificaciones coloniales. En este sector se ubica la emblemática Plaza Alfonso López, cuna del Festival Vallenato y escenario obligatorio para tomarse fotos y tener un buen recuerdo de la ciudad.

Ni que decir del balneario Hurtado, a orilla del río Guatapurí, donde una imponente Sirena se roba todas las miradas de los bañistas que llegan a deleitarse en las frías aguas que descienden de la Sierra Nevada. Muchos desconocen la historia de la joven mujer con cuerpo de pez, algunos vendedores ambulantes se convierten en improvisados y explican la historia que hoy es leyenda.

Pese a las maravillas antes mencionadas, que no son todas, hay muchas más, los guías turísticos solo aparecen en abril para la temporada de Festival Vallenato, que en su más reciente versión tuvo alrededor de 60 mil visitantes.

En el centro de la ciudad es normal ver a los turistas preguntando a cualquier transeúnte porque no hay punto fijo para que les informen sobre los sitios representativos y seguros para ir a visitar.

Hace unos meses la Alcaldía de Valledupar y la Cámara de Comercio anunciaron que en abril implementarían guías turísticos, para reparar las falencias en este tema, lo cuales serían ubicados en la Terminal de Transportes de Valledupar y en hoteles, pero sólo era por la temporada del Festival Vallenato.

Pese a que el turismo se está convirtiendo en uno de los principales renglones de la economía vallenata, no tiene la atención que merece. Según conocedores del tema, la ciudad necesita urgente como primera medida una agenda de eventos a realizarse durante todo el año, para que todo sea planeado con tiempo y así fortalecer el sector.

“El sector viene creciendo desde la parte privada, pero hace falta promoción del destino, lo cual está a cargo del Estado. Si se trabaja de manera mancomunada entre lo público y lo privado podríamos lograr mejores cosas”, expresó María Elisa Ayala, representante de una agencia de turismo en la ciudad.

Agregó que para mejorar el turismo se debe recuperar todo lo que tiene que ver con las riquezas naturales, porque aunque la gente visita esos lugares de la zona rural, muchos como la familia Morantes, regresan inconformes por la mala atención y falta de organización.

“Valledupar es muy rico en entorno natural, pero hay que invertir en su infraestructura, hay que cultivarlos y mantenerlos en buen estado para que el visitante vuelva”, acotó Ayala.
“Estamos organizando la casa”

Para nadie es un secreto que aunque administraciones anteriores han anunciado inversiones para fortalecer el turismo, no es mucho lo que se ha adelantado. La nueva administración municipal, se comprometió em promocionar turísticamente a la ciudad, por lo que aseguran que la infraestructura irá llegando con los proyectos que se están armando en alianza con el sector privado.

“Estamos organizando la casa y por eso los viernes estamos haciendo con la Casa de la Cultura eventos en la Plaza Alfonso López, los cuales se van a estar ampliando para reforzar el tema de turismo, y actualmente estamos organizando el primer concurso de fotografía en la ciudad con el objetivo de reunir al gremio de fotógrafos y seleccionar las mejores imágenes del municipio”, expresó Elida María Ochoa, coordinadora de Turismo Municipal.

Sobre la falta de los guías turísticos, la funcionaria explicó que desde la administración se está pendiente de formar al personal idóneo para ponerlos a trabajar.

Dijo además que trabajan en recuperar los espacios en la Plaza Alfonso López, que es la mayor vitrina de la ciudad, porque todas las personas que llegan a Valledupar quieren conocer este lugar emblemático.

En cuanto al río Guatapurí, dijo que los vendedores ambulantes serán capacitados. “Estamos socializando para que ellos se concienticen de que hay que capacitarse en servicio al cliente, turismo, porque la respuesta que muchos nos han dado es que ellos toda la vida han trabajado así, lo que no saben son las ventajas que hay con la capacitación”, expresó la coordinadora de Turismo.

Así mismo anunció que trabajan con el maestro Alberto ‘Beto’ Murgas con el fin de impulsar el Museo del Acordeón que conserva la historia del instrumento musical más representativo de la ciudad.

“Hemos ido punto a punto, porque en Valledupar las glorietas, los parques, las canchas, son turismo y trabajamos en el tema de jardinería para embellecer a la ciudad. En Guacoche somos ricos en alfarería y hay que retomar ese tema; en Atánquez la artesanía; en el río Badillo, Patillal (tierra de compositores) y La Mina tenemos muchas riquezas, pero lo que estamos tratando de hacer es que por lo menos la gente conozca”, puntualizó Elida María Ochoa.

Con o sin políticas que impulsen el turismo, Valledupar es uno de los destinos obligados para los amantes del vallenato, género musical declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, donde aún conserva el encanto colonial alrededor de la Plaza Alfonso López, mezclado con una variedad de servicios modernos. Allí está el monumento La Revolución En Marcha, la Casa Colonial de la familia Maestre Pavajeau, la Tarima Francisco El Hombre, y la Iglesia Inmaculada Concepción.

La ciudad también se destaca por sus glorietas y avenidas adornadas con grandes monumentos. Aunque este debería ser el municipio más fuerte en turismo no lo es, en Pueblo Bello y Manaure el sector turístico avanza a pasos agigantados, gracias a sus paisajes exuberantes.

Valledupar tiene una riqueza natural que convierte al municipio en una mina de turismo que no ha sido explotada por falta de inversión pública y privada.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]