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Columnista - 2 noviembre, 2011

Valledupar Como Vamos

Por: José Gregorio Díaz Calderón La  construcción de una ciudad justa y sustentable es el fin de la filosofía de la Red de Ciudades Cómo Vamos en Colombia y del resto de América. Como organización de la sociedad civil, el programa Valledupar Cómo Vamos tiene como misión coadyuvar a las instituciones públicas en la construcción […]

Por: José Gregorio Díaz Calderón

La  construcción de una ciudad justa y sustentable es el fin de la filosofía de la Red de Ciudades Cómo Vamos en Colombia y del resto de América. Como organización de la sociedad civil, el programa Valledupar Cómo Vamos tiene como misión coadyuvar a las instituciones públicas en la construcción de una urbe que responda a la resolución de los múltiples problemas en todas las dimensiones que afectan de forma positiva o negativa la calidad de vida de todos sus habitantes.
Las distintas globalizaciones y las dinámicas sociales, políticas, culturales y económicas afectan todas las dimensiones que afectan nuestra vida en la ciudad como son: trabajo, déficit de servicios públicos, servicios sociales, vivienda y demás servicios que determinan como alta o baja la rentabilidad social de la capacidad instalada de la ciudad en la atención de las necesidades básicas de los vallenatos. Y esas son las variables de las cuales nos enorgullecemos o nos avergonzamos como habitantes de esta urbe en expansión permanente.
Desde el año 2009, el esfuerzo conjunto de la Cámara de Comercio de Valledupar, Fundación Universitaria del Área Andina, Comfacesar, EL PILÓN y la Fundación Carboandes, monitorea el resurgir de la sociedad civil, desapercibida y subutilizada por los últimos gobiernos locales, que han desaprovechado los insumos que las organizaciones y movimientos sociales brindan para el bienestar de la sociedad, postergando así,  la discusión de aquellos variables  impiden la realización de una ciudad justa y ponen en peligro su sustentabilidad como ente jurídico y fiscal.
Todos los organismos estudiosos del desarrollo urbano, liderados por el programa ONU HABITAT como líder en esta temática de la transformación de las ciudades, llegan a la misma conclusión: el grado de ciudad desarrollada se mide por la diferencia en capacidad de respuesta a las políticas nacionales de sus Estados, a la globalización,  a la prioridad del gasto social y su competencia por la población, a la inversión pública, la inversión y actividades de la economía privada, que requieren de tratamientos diferenciales en los programas y proyectos estatales.
Estamos ante la posibilidad de encauzar las distintas manifestaciones que le dan velocidad a la dinámica interna de la ciudad y replantear la senda hasta ahora construida para enfrentar escenarios llenos de riesgo e incertidumbre como la sombra asimétrica del TLC USA sobre nuestra economía local y sus vaticinadas consecuencias en todas las dimensiones de nuestra patria chica.
A puertas de cerrar un período administrativo e iniciar uno nuevo en el ámbito público de la ciudad y del municipio, convocamos a todos los ciudadanos a trabajar pensando en las propuestas de las distintas instancias, pues no se puede olvidar que el gerente es el alcalde y los concejales son su Junta Directiva y la ciudad enfrenta problemas de violencia urbana, degradación del entorno y la ocupación de zonas de actividad agrícola, población joven insertándose al mercado laboral, sostenibilidad fiscal,  lenta movilidad, cultura ciudadana y valores perdidos, pocas áreas verdes, fisuras en la educación con calidad, y por si fuera poco, debe atender el fuerte desequilibrio regional.
En fin, tantos problemas que requieren mucho más que una política expansiva de obras públicas y aumentar la valorización de los predios y la coacción jurídica como fórmula mágica para cubrir necesidades. Desde este espacio promoveremos la sana concertación por construir consensos, espacios de discusión para coadyuvar a los planificadores de nuestro desarrollo entrantes a mejorar los indicadores de calidad de vida y productividad urbana.

Columnista
2 noviembre, 2011

Valledupar Como Vamos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Díaz Calderón

Por: José Gregorio Díaz Calderón La  construcción de una ciudad justa y sustentable es el fin de la filosofía de la Red de Ciudades Cómo Vamos en Colombia y del resto de América. Como organización de la sociedad civil, el programa Valledupar Cómo Vamos tiene como misión coadyuvar a las instituciones públicas en la construcción […]


Por: José Gregorio Díaz Calderón

La  construcción de una ciudad justa y sustentable es el fin de la filosofía de la Red de Ciudades Cómo Vamos en Colombia y del resto de América. Como organización de la sociedad civil, el programa Valledupar Cómo Vamos tiene como misión coadyuvar a las instituciones públicas en la construcción de una urbe que responda a la resolución de los múltiples problemas en todas las dimensiones que afectan de forma positiva o negativa la calidad de vida de todos sus habitantes.
Las distintas globalizaciones y las dinámicas sociales, políticas, culturales y económicas afectan todas las dimensiones que afectan nuestra vida en la ciudad como son: trabajo, déficit de servicios públicos, servicios sociales, vivienda y demás servicios que determinan como alta o baja la rentabilidad social de la capacidad instalada de la ciudad en la atención de las necesidades básicas de los vallenatos. Y esas son las variables de las cuales nos enorgullecemos o nos avergonzamos como habitantes de esta urbe en expansión permanente.
Desde el año 2009, el esfuerzo conjunto de la Cámara de Comercio de Valledupar, Fundación Universitaria del Área Andina, Comfacesar, EL PILÓN y la Fundación Carboandes, monitorea el resurgir de la sociedad civil, desapercibida y subutilizada por los últimos gobiernos locales, que han desaprovechado los insumos que las organizaciones y movimientos sociales brindan para el bienestar de la sociedad, postergando así,  la discusión de aquellos variables  impiden la realización de una ciudad justa y ponen en peligro su sustentabilidad como ente jurídico y fiscal.
Todos los organismos estudiosos del desarrollo urbano, liderados por el programa ONU HABITAT como líder en esta temática de la transformación de las ciudades, llegan a la misma conclusión: el grado de ciudad desarrollada se mide por la diferencia en capacidad de respuesta a las políticas nacionales de sus Estados, a la globalización,  a la prioridad del gasto social y su competencia por la población, a la inversión pública, la inversión y actividades de la economía privada, que requieren de tratamientos diferenciales en los programas y proyectos estatales.
Estamos ante la posibilidad de encauzar las distintas manifestaciones que le dan velocidad a la dinámica interna de la ciudad y replantear la senda hasta ahora construida para enfrentar escenarios llenos de riesgo e incertidumbre como la sombra asimétrica del TLC USA sobre nuestra economía local y sus vaticinadas consecuencias en todas las dimensiones de nuestra patria chica.
A puertas de cerrar un período administrativo e iniciar uno nuevo en el ámbito público de la ciudad y del municipio, convocamos a todos los ciudadanos a trabajar pensando en las propuestas de las distintas instancias, pues no se puede olvidar que el gerente es el alcalde y los concejales son su Junta Directiva y la ciudad enfrenta problemas de violencia urbana, degradación del entorno y la ocupación de zonas de actividad agrícola, población joven insertándose al mercado laboral, sostenibilidad fiscal,  lenta movilidad, cultura ciudadana y valores perdidos, pocas áreas verdes, fisuras en la educación con calidad, y por si fuera poco, debe atender el fuerte desequilibrio regional.
En fin, tantos problemas que requieren mucho más que una política expansiva de obras públicas y aumentar la valorización de los predios y la coacción jurídica como fórmula mágica para cubrir necesidades. Desde este espacio promoveremos la sana concertación por construir consensos, espacios de discusión para coadyuvar a los planificadores de nuestro desarrollo entrantes a mejorar los indicadores de calidad de vida y productividad urbana.