En el marco de la tercera versión de la Feria Inmobiliaria y de la Construcción, Expoupar 2016, organizada por la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, son muchos los inversionistas y personalidades de gran importancia que visitan la capital del Cesar, con el propósito de exponer sus diferentes proyectos en esta materia y empaparse de las nuevas ofertas que tiene Valledupar, respecto a su acelerado crecimiento y rentabilidad en terrenos para nuevas edificaciones.

Consciente del impacto que genera este tipo de iniciativas en un sector que apunta al crecimiento comercial y urbano en todos los ámbitos de la economía, la presidente de Camacol, Sandra Forero, habló con EL PILÓN acerca de varios temas que tienen una connotación de vital importancia respecto a la actividad de la construcción no solo a nivel local, sino también, nacional.

Hace pocos días usted se pronunció sobre el paro de transportadores de carga ¿cómo afecta esta situación al sector de la construcción?

En la cadena de valor del sector edificador, el paro de trasportadores de carga está afectando la ejecución de los proyectos, debido a la escasez de insumos en las regiones y centros urbanos, impactando de manera indirecta la construcción de más de 180.000 viviendas y cinco millones de metros cuadrados de actividad no residencial. A esta afectación se suman las dificultades  que  enfrenta el sector industrial y comercial que a diario despacha cerca de $70 mil millones en materiales y productos manufacturados para  las obras de construcción y que  hoy se encuentran represados, en una gran proporción,  en las plantas de producción y los centros de distribución.

El diálogo debe ser el canal para construir y acordar las medidas en las que prevalezca el interés general, y en ese sentido el gremio constructor acompaña las acciones del Gobierno Nacional para dar soluciones oportunas a este tema. Ningún grupo debe instar a las vías de hecho para poner en discusión sus pretensiones, y en ningún caso como sector formal podemos aceptar que con afectaciones al país y a su economía se instigue al Gobierno Nacional frente a intereses particulares.

¿Cómo se movió el sector de la construcción durante el primer semestre?

En el primer trimestre de 2016 la construcción de edificaciones continuó aportando al desempeño económico del país. De acuerdo con las recientes cifras publicadas por Coordenada Urbana, durante los primeros cinco meses del año se han vendido 70.660 unidades de vivienda nueva que significaron una inversión de los hogares en las 13 principales regiones del país de 13.1 billones de pesos, es decir un incremento de 2.3% respecto a 2015.

El resultado obedece, particularmente, al dinamismo que se ha presentado en los segmentos de clase media, en particular el segmento que cubre los subsidios generados desde el FRECH contra-cíclico, cuyo valor de la inversión ha sido la de mayor crecimiento, es decir en las viviendas cuyo precio oscilan entre $93 millones y $231 millones.

¿Cuál es el impacto de las políticas públicas de nuevas viviendas?

Según los resultados que hemos tenido, podríamos decir que ha sido muy bueno. En lo corrido del año, al mes de abril de 2016, las unidades de vivienda comercializadas con valor entre $48 y $93 millones de pesos, las cuales hacen parte del programa Mi Casa Ya, crecieron a ritmos del 5.8% anual, mientras que las ventas de vivienda con valor entre $93 y $231 millones de pesos (FRECH contra-cíclico) tuvieron una variación del 19.6% anual en este mismo periodo.

Es importante destacar, que de acuerdo con las proyecciones realizadas por el Departamento de Estudios Económicos de Camacol, Mi Casa Ya tendrá un aporte al crecimiento de 2.2 puntos porcentuales sobre el PIB de edificaciones al cierre del año, de otro lado, la contribución del FRECH contra-cíclico se estima en 0.8 puntos porcentuales adicionales sobre el crecimiento del PIB del sector.

Un punto clave en el tema de edificaciones es la seguridad jurídica ¿Cómo avanza el sector en este aspecto? 

La actividad edificadora tiene efectos sobre los territorios, las condiciones paisajísticas y ambientales, y por eso la formalidad actúa bajo los estándares y parámetros que fija la ley y el ordenamiento territorial, concediendo derechos que se forjan de forma explícita en la licencia de construcción. Sin embargo, el alcance de algunos pronunciamientos, así como la deliberada actuación de algunas autoridades municipales que, obrando muchas veces con desconocimiento de la ley, vulneran de forma directa los derechos adquiridos de muchas empresas y marcan una zona gris en las expectativas de los proyectos y las futuras inversiones.

El sector edificador es consciente de la responsabilidad que implica su actuación y de los riesgos que debe gestionar en el desarrollo de los proyectos; sin embargo, en ningún caso y bajo ninguna condición procede que la actuación pública sea un marco de inestabilidad e incertidumbre para las inversiones. El clima de nuestras inversiones debe siempre depender de las condiciones de mercado y los riesgos que las empresas quieran asumir, bajo el principio de la preservación de los derechos y la estabilidad regulatoria en las cuales fueron concebidas.

¿Cómo esta Valledupar en cuanto a condiciones para la inversión en materia inmobiliaria?

Según la información disponible, que data del 2014, la economía del Cesar crece dos puntos porcentuales por encima de la media, lo que nos muestra que hay un buen dinamismo para la compra de vivienda, para el empleo y todo lo que se ha visto en el desarrollo del mercado inmobiliario.

Dos cosas son importantes; la primera es que la estructura económica de la región todavía es altísimamente dependiente de la actividad minero energética, la extracción petrolera y minera. Ahora se encuentra que la minería perdió un poco de participación mientras que la construcción avanzó en ese sentido. Entonces eso demuestra que la economía local se está recomponiendo en favor de la actividad constructora.