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Columnista - 7 agosto, 2017

Valledupar amanece leyendo

“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. Esta frase que se le atribuye a San Agustín de Hipona (354 – 430), reconocido el máximo pensador del cristianismo del primer milenio, es el epígrafe de la velada literaria ‘Valledupar amanece leyendo’ que la Alcaldía de Valledupar a través de […]

“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. Esta frase que se le atribuye a San Agustín de Hipona (354 – 430), reconocido el máximo pensador del cristianismo del primer milenio, es el epígrafe de la velada literaria ‘Valledupar amanece leyendo’ que la Alcaldía de Valledupar a través de la Oficina de Cultura ha programado para el próximo viernes 11 de agosto en la plaza ‘Alfonso López’, a partir de las 8:00 de la noche.

Leer es un placer estético del crecimiento personal, aunque se lee por razones de requerimiento laboral, por obligación de estudio, por cultura general; pero para los expertos la mejor forma de promover la lectura, no es obligar, sino seducir a lectores. Una de las maneras de seducción es el acercamiento con los libros. En Latinoamérica la ciudad de mayor promedio de lectores es Buenos Aires. Según un informe de la Consultora británica BOP, es la séptima ciudad del mundo en cantidad de bibliotecas y es la primera con mayor cantidad de librerías en relación a su población, tiene 25 librerías por cada 100.000 habitantes, lo que supera a otras ciudades como Hong Kong (China), con 22, y Madrid (España), con 16.

En Colombia la ciudad con mayor promedio de lectores es Bogotá. Según la Encuesta Bienal de Cultura, el promedio nacional es 2,22 libros leídos al año, en la capital la cifra asciende a 2,9. Un dato curioso por la antigüedad. La Biblioteca Nacional de Colombia, primera biblioteca pública en América, fue fundada el 9 de enero de 1777. Su primer fondo bibliográfico estuvo conformado por una colección que perteneció a los padres jesuitas, expulsados de España por Carlos III en 1767. Nace así uno de los primeros esbozos de biblioteca pública que se dan en el continente, en momentos en que se debatía la necesidad de sustraer la enseñanza al dominio de la escolástica y de abrirse a las nuevas ideas de la ilustración. En 1822, el vicepresidente general Francisco de Paula Santander, ordenó mediante Decreto del 12 de marzo, reorganizar la Biblioteca y le da el nombre de Biblioteca Nacional, le asigna un sueldo al bibliotecario y la traslada a una sede más amplia.

La velada del próximo viernes será una especie de mini biblioteca donde habrá una serie de libros y cada persona puede tomar y elegir un texto para leer. También pueden llevar el libro de su casa para participar en la lectura. Habrá una sesión donde los escritores de manera breve comentan su obra y leen. Complemento a la lectura, están invitados los artistas de la declamación, grupos de teatro, y por supuesto, la fiesta de la palabra tendrá intermedios musicales en guitarras y piano. Y se finalizará con una alborada de la Banda Municipal. Todos estamos invitados, no hay excusa para no asistir.

Nota. Aprovecho este espacio para agradecer al señor alcalde Augusto Ramírez Uhía por mi nombramiento de director de la Oficina de Cultura del municipio de Valledupar, que es un reconocimiento a mi trabajo cultural y docente, y asumo con responsabilidad. También mis agradecimientos a todos. La cultura es la vida espiritual y material, testimonio de la esencia humana. Necesitamos el apoyo y la colaboración de gestores y actores culturales, de los docentes y estudiantes, medios de comunicación, los gremios, las empresas privadas, líderes y los gobernantes.

Por José Atuesta Mindiola

 

Columnista
7 agosto, 2017

Valledupar amanece leyendo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. Esta frase que se le atribuye a San Agustín de Hipona (354 – 430), reconocido el máximo pensador del cristianismo del primer milenio, es el epígrafe de la velada literaria ‘Valledupar amanece leyendo’ que la Alcaldía de Valledupar a través de […]


“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. Esta frase que se le atribuye a San Agustín de Hipona (354 – 430), reconocido el máximo pensador del cristianismo del primer milenio, es el epígrafe de la velada literaria ‘Valledupar amanece leyendo’ que la Alcaldía de Valledupar a través de la Oficina de Cultura ha programado para el próximo viernes 11 de agosto en la plaza ‘Alfonso López’, a partir de las 8:00 de la noche.

Leer es un placer estético del crecimiento personal, aunque se lee por razones de requerimiento laboral, por obligación de estudio, por cultura general; pero para los expertos la mejor forma de promover la lectura, no es obligar, sino seducir a lectores. Una de las maneras de seducción es el acercamiento con los libros. En Latinoamérica la ciudad de mayor promedio de lectores es Buenos Aires. Según un informe de la Consultora británica BOP, es la séptima ciudad del mundo en cantidad de bibliotecas y es la primera con mayor cantidad de librerías en relación a su población, tiene 25 librerías por cada 100.000 habitantes, lo que supera a otras ciudades como Hong Kong (China), con 22, y Madrid (España), con 16.

En Colombia la ciudad con mayor promedio de lectores es Bogotá. Según la Encuesta Bienal de Cultura, el promedio nacional es 2,22 libros leídos al año, en la capital la cifra asciende a 2,9. Un dato curioso por la antigüedad. La Biblioteca Nacional de Colombia, primera biblioteca pública en América, fue fundada el 9 de enero de 1777. Su primer fondo bibliográfico estuvo conformado por una colección que perteneció a los padres jesuitas, expulsados de España por Carlos III en 1767. Nace así uno de los primeros esbozos de biblioteca pública que se dan en el continente, en momentos en que se debatía la necesidad de sustraer la enseñanza al dominio de la escolástica y de abrirse a las nuevas ideas de la ilustración. En 1822, el vicepresidente general Francisco de Paula Santander, ordenó mediante Decreto del 12 de marzo, reorganizar la Biblioteca y le da el nombre de Biblioteca Nacional, le asigna un sueldo al bibliotecario y la traslada a una sede más amplia.

La velada del próximo viernes será una especie de mini biblioteca donde habrá una serie de libros y cada persona puede tomar y elegir un texto para leer. También pueden llevar el libro de su casa para participar en la lectura. Habrá una sesión donde los escritores de manera breve comentan su obra y leen. Complemento a la lectura, están invitados los artistas de la declamación, grupos de teatro, y por supuesto, la fiesta de la palabra tendrá intermedios musicales en guitarras y piano. Y se finalizará con una alborada de la Banda Municipal. Todos estamos invitados, no hay excusa para no asistir.

Nota. Aprovecho este espacio para agradecer al señor alcalde Augusto Ramírez Uhía por mi nombramiento de director de la Oficina de Cultura del municipio de Valledupar, que es un reconocimiento a mi trabajo cultural y docente, y asumo con responsabilidad. También mis agradecimientos a todos. La cultura es la vida espiritual y material, testimonio de la esencia humana. Necesitamos el apoyo y la colaboración de gestores y actores culturales, de los docentes y estudiantes, medios de comunicación, los gremios, las empresas privadas, líderes y los gobernantes.

Por José Atuesta Mindiola