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Editorial - 30 diciembre, 2012

Valduparense, cuida lo tuyo…al final de cuentas siempre lo pagas.

En días recientes publicamos una nota sobre el problema que está atravesando el Alumbrado público de Valledupar por la falta de civismo de sus habitantes. Durante el 2012, los robos de luminarias superan los $5.000 millones de pesos. Una cifra verdaderamente alarmante, teniendo en cuenta que la nuestra es una ciudad de alguna manera oscura […]

En días recientes publicamos una nota sobre el problema que está atravesando el Alumbrado público de Valledupar por la falta de civismo de sus habitantes. Durante el 2012, los robos de luminarias superan los $5.000 millones de pesos. Una cifra verdaderamente alarmante, teniendo en cuenta que la nuestra es una ciudad de alguna manera oscura y con muchos puntos aún por alumbrar. Es decir, la necesidad de alumbrado público aún está por ser cubierta por la concesión encargada de este servicio. Con esos $5.000 millones anuales que debe gastar la empresa en reponer lo que ya se había puesto, se podrían alumbrar otras zonas de la ciudad y los corregimientos que están careciendo de este servicio.

Sin embargo, el tema no es solamente el servicio de alumbrado público. Son todos los servicios públicos, y la falta de civismo de los habitantes de Valledupar. Es el caso de la gasolina: Muchos tanquean en el municipio de La Paz o en cualquier lugar que venda gasolina de contrabando para ahorrarse alrededor de 2.000 pesos por galón. La diferencia entre la gasolina venezolana y la colombiana, no supera eso. Pero resulta que al mismo tiempo, el conductor normal que está tanqueando de contrabando, se queja del mal estado de las vías de la ciudad. Resulta que el municipio de Valledupar ha dejado de percibir grandes ingresos por concepto de la sobretasa a la gasolina, por cuenta del contrabando, dejándolo sin recursos para invertir en la malla vial. Si ese mismo conductor que se queja de las calles, consumiera gasolina colombiana que termina sirviendole al municipio para repararlas, la situación de la malla vial sería otra seguramente. No tiene derecho a reclamar progreso, quien no paga por el. Y una buena parte de los Valduparenses tiene su cuota de responsabilidad en que los servicios públicos no funcionen adecuadamente. Lo mismo sucede con el agua, la energía eléctrica y un largo etcétera. Ahora, los políticos ladrones que han pasado por la administración pública son los causantes de esa actitud de la gente. Pero sería bueno por empezar a cambiar el chip cada personal primero. Así que por favor Valduparense y Cesarense, cuida o consume lo tuyo. De alguna forma, lo terminas pagando.

La Universidad Nacional sede La Paz Cesar es un proyecto de Estado.

 

Ayer Safady en su caricatura tuvo mucha razón cuando se preguntó si la aprobación de la Universidad Nacional sede Cesar, fue un efecto retardado de la desastrosa administración de Cristian Moreno o de la naciente de Luis Alberto Monsalvo. Lo cierto es que ha sido un proyecto de Estado en el sentido amplio de la palabra, pues logró superar el cambio de administración. Es un proyecto que no naufragó con el adanismo típico de muchos gobernantes colombianos. Gracias a que fue un proyecto impulsado por la sociedad civil, que es mucho más estable que los políticos, el proyecto pudo superar el cambio de administración. Necesitamos muchos más proyectos como este. Que se propague ese espiritu de hacer proyectos gran envergadura para nuestra gente, superando rencillas resquemores y querellas.

 

Editorial
30 diciembre, 2012

Valduparense, cuida lo tuyo…al final de cuentas siempre lo pagas.

En días recientes publicamos una nota sobre el problema que está atravesando el Alumbrado público de Valledupar por la falta de civismo de sus habitantes. Durante el 2012, los robos de luminarias superan los $5.000 millones de pesos. Una cifra verdaderamente alarmante, teniendo en cuenta que la nuestra es una ciudad de alguna manera oscura […]


En días recientes publicamos una nota sobre el problema que está atravesando el Alumbrado público de Valledupar por la falta de civismo de sus habitantes. Durante el 2012, los robos de luminarias superan los $5.000 millones de pesos. Una cifra verdaderamente alarmante, teniendo en cuenta que la nuestra es una ciudad de alguna manera oscura y con muchos puntos aún por alumbrar. Es decir, la necesidad de alumbrado público aún está por ser cubierta por la concesión encargada de este servicio. Con esos $5.000 millones anuales que debe gastar la empresa en reponer lo que ya se había puesto, se podrían alumbrar otras zonas de la ciudad y los corregimientos que están careciendo de este servicio.

Sin embargo, el tema no es solamente el servicio de alumbrado público. Son todos los servicios públicos, y la falta de civismo de los habitantes de Valledupar. Es el caso de la gasolina: Muchos tanquean en el municipio de La Paz o en cualquier lugar que venda gasolina de contrabando para ahorrarse alrededor de 2.000 pesos por galón. La diferencia entre la gasolina venezolana y la colombiana, no supera eso. Pero resulta que al mismo tiempo, el conductor normal que está tanqueando de contrabando, se queja del mal estado de las vías de la ciudad. Resulta que el municipio de Valledupar ha dejado de percibir grandes ingresos por concepto de la sobretasa a la gasolina, por cuenta del contrabando, dejándolo sin recursos para invertir en la malla vial. Si ese mismo conductor que se queja de las calles, consumiera gasolina colombiana que termina sirviendole al municipio para repararlas, la situación de la malla vial sería otra seguramente. No tiene derecho a reclamar progreso, quien no paga por el. Y una buena parte de los Valduparenses tiene su cuota de responsabilidad en que los servicios públicos no funcionen adecuadamente. Lo mismo sucede con el agua, la energía eléctrica y un largo etcétera. Ahora, los políticos ladrones que han pasado por la administración pública son los causantes de esa actitud de la gente. Pero sería bueno por empezar a cambiar el chip cada personal primero. Así que por favor Valduparense y Cesarense, cuida o consume lo tuyo. De alguna forma, lo terminas pagando.

La Universidad Nacional sede La Paz Cesar es un proyecto de Estado.

 

Ayer Safady en su caricatura tuvo mucha razón cuando se preguntó si la aprobación de la Universidad Nacional sede Cesar, fue un efecto retardado de la desastrosa administración de Cristian Moreno o de la naciente de Luis Alberto Monsalvo. Lo cierto es que ha sido un proyecto de Estado en el sentido amplio de la palabra, pues logró superar el cambio de administración. Es un proyecto que no naufragó con el adanismo típico de muchos gobernantes colombianos. Gracias a que fue un proyecto impulsado por la sociedad civil, que es mucho más estable que los políticos, el proyecto pudo superar el cambio de administración. Necesitamos muchos más proyectos como este. Que se propague ese espiritu de hacer proyectos gran envergadura para nuestra gente, superando rencillas resquemores y querellas.