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Columnista - 29 agosto, 2015

Un inepto con poder es un peligro

Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación, con un solo vínculo, que ligue sus partes entre sí y con el todo.

“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación, con un solo vínculo, que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene su origen, una lengua, unas costumbres y una religión.  ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos!”.  Apartes de la Carta de Jamaica, escrita por el Libertador Simón Bolívar en 1815, significó y constituyó la invitación para la celebración del Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826.

Ese es el origen de la idea integracionista pensada por Simón Bolívar y otros héroes de la campaña de emancipación a principios del siglo XVIII en el Continente Americano. Esta corta reseña histórica es en aras de marcar diferencia con el movimiento expansionista, equivocado y farsante, promovido por el fallecido Hugo Chávez Frías y continuado por el heredero, el incompetente Nicolás Maduro, no hay un calificativo distinto para alguien que acredita hablar con pájaros. Ambos personajes hicieron y hacen lo imposible por llevar a Venezuela al fracaso, en medio de tanta riqueza es inadmisible administrar dificultades y culpar a otros de mis propios errores. Chávez, Maduro y su séquito de áulicos, engendran el juicio de que el problema no es tanto del sistema político – económico, son sus dirigentes los responsables.

Lo acaecido recientemente en la frontera de Cúcuta con Venezuela obedece a la situación coyuntural desfavorable que vive la industria mundial petrolera. La situación económica de un país incide directamente en el comportamiento social, ambos casos son caóticos en Venezuela, con la caída del precio del petróleo, se hace insostenible mantener un sistema de gobierno populista y asistencialista, admitirlo sería reconocer el fracaso, en consecuencia, la alternativa inmediata consiste en buscar responsables externos. Es menester aclarar que cualquier país del mundo es autónomo para deportar ciudadanos a sus países de origen, con fundamento en la vía diplomática y el derecho internacional, por eso en Colombia rechazamos el método inhumano utilizado en contra de nuestros compatriotas por Nicolás Maduro.

Después que Hugo Chávez otorgara cedulas a muchos colombianos para favorecer su proyecto, hoy su sucesor les derriba las casas, los trata de paramilitares y los utiliza como carne de cañón para mimetizar el fracaso.

La crisis fronteriza no es la primera ni será la última, ha sido una constante histórica, no obstante, es el momento para que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, establezca precedentes en el sentido de hacer respetar nuestro territorio, advertir a las organizaciones del hemisferio sobre el mal rumbo del estado venezolano y considerar apartar a Venezuela como garante del proceso de paz, asimismo, conferir instrucciones precisas al grupo negociador en torno a que el proceso desarrollado en La Habana no es para inspirar un modelo fracasado y descontextualizado como el denominado socialismo del siglo XXI, ni para que sea utilizado como chantaje.

Al bravo pueblo venezolano extendemos un abrazo solidario, entendemos que no es fácil ser gobernado por un inepto, son evidentes los tormentos que sufren en su territorio, la crisis fronteriza generada por Nicolás Maduro no debe gestar nacionalismos ni rencillas en dos naciones hermanas libertadas por un grupo de hombres que no conocieron de fronteras.

Por Luis Elquis Díaz

@LuchoDiaz1

Columnista
29 agosto, 2015

Un inepto con poder es un peligro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación, con un solo vínculo, que ligue sus partes entre sí y con el todo.


“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo en una sola nación, con un solo vínculo, que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene su origen, una lengua, unas costumbres y una religión.  ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos!”.  Apartes de la Carta de Jamaica, escrita por el Libertador Simón Bolívar en 1815, significó y constituyó la invitación para la celebración del Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826.

Ese es el origen de la idea integracionista pensada por Simón Bolívar y otros héroes de la campaña de emancipación a principios del siglo XVIII en el Continente Americano. Esta corta reseña histórica es en aras de marcar diferencia con el movimiento expansionista, equivocado y farsante, promovido por el fallecido Hugo Chávez Frías y continuado por el heredero, el incompetente Nicolás Maduro, no hay un calificativo distinto para alguien que acredita hablar con pájaros. Ambos personajes hicieron y hacen lo imposible por llevar a Venezuela al fracaso, en medio de tanta riqueza es inadmisible administrar dificultades y culpar a otros de mis propios errores. Chávez, Maduro y su séquito de áulicos, engendran el juicio de que el problema no es tanto del sistema político – económico, son sus dirigentes los responsables.

Lo acaecido recientemente en la frontera de Cúcuta con Venezuela obedece a la situación coyuntural desfavorable que vive la industria mundial petrolera. La situación económica de un país incide directamente en el comportamiento social, ambos casos son caóticos en Venezuela, con la caída del precio del petróleo, se hace insostenible mantener un sistema de gobierno populista y asistencialista, admitirlo sería reconocer el fracaso, en consecuencia, la alternativa inmediata consiste en buscar responsables externos. Es menester aclarar que cualquier país del mundo es autónomo para deportar ciudadanos a sus países de origen, con fundamento en la vía diplomática y el derecho internacional, por eso en Colombia rechazamos el método inhumano utilizado en contra de nuestros compatriotas por Nicolás Maduro.

Después que Hugo Chávez otorgara cedulas a muchos colombianos para favorecer su proyecto, hoy su sucesor les derriba las casas, los trata de paramilitares y los utiliza como carne de cañón para mimetizar el fracaso.

La crisis fronteriza no es la primera ni será la última, ha sido una constante histórica, no obstante, es el momento para que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, establezca precedentes en el sentido de hacer respetar nuestro territorio, advertir a las organizaciones del hemisferio sobre el mal rumbo del estado venezolano y considerar apartar a Venezuela como garante del proceso de paz, asimismo, conferir instrucciones precisas al grupo negociador en torno a que el proceso desarrollado en La Habana no es para inspirar un modelo fracasado y descontextualizado como el denominado socialismo del siglo XXI, ni para que sea utilizado como chantaje.

Al bravo pueblo venezolano extendemos un abrazo solidario, entendemos que no es fácil ser gobernado por un inepto, son evidentes los tormentos que sufren en su territorio, la crisis fronteriza generada por Nicolás Maduro no debe gestar nacionalismos ni rencillas en dos naciones hermanas libertadas por un grupo de hombres que no conocieron de fronteras.

Por Luis Elquis Díaz

@LuchoDiaz1