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Comunidad - 31 octubre, 2010

Un contador que no sabe cuantas canciones ha compuesto

El compositor, Sergio Moya “Negra no me celes tanto, déjame gozar la vida. Tu conmigo vives resentida, pero yo te alegro con mi canto…” Sergio Moya Molina quizás nunca se imaginó que con está canción titulada ‘La celosa’, que le compuso a su adorada Juana Fulla, para contentarla cuando se iba de correría y aparecían […]

El compositor, Sergio Moya

“Negra no me celes tanto, déjame gozar la vida. Tu conmigo vives resentida, pero yo te alegro con mi canto…”

Sergio Moya Molina quizás nunca se imaginó que con está canción titulada ‘La celosa’, que le compuso a su adorada Juana Fulla, para contentarla cuando se iba de correría y aparecían nuevos amores, le fuera a dar tanto reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Pero además de ‘La celosa’ este compositor vallenato de descendencia guajira, ha logrado tener una brillante carrera musical, con más de doscientas canciones compuestas, de las cueles por lo menos ciento ochenta han sido grabadas y convertidas en éxito por los más connotados músicos del folclor vallenato y por agrupaciones de carácter internacional. Tiene un listado de más de treinta canciones inéditas que está a la espera de que cualquier agrupación musical se decida a grabarlas.
El hombre de ‘La celosa’, como lo conocen en el ámbito musical, es un  compositor de sesenta y nueve años que nació un veintisiete de abril, coincidencialmente, fecha en la cual, desde 1968 se celebra el Festival de la Leyenda Vallenata, y para mayor coincidencia en la calle ‘La Garita’ una de las más populares de Valledupar a dos cuadras de la plaza Alfonso López, escenario donde nació el magno evento musical.
Sergio recuerda que la vena artística la heredó de su padre, Juan Moya López, quien fue un gran cantador de décimas en las fiestas patronales que de desarrollan en la región. “Mi padre fue decimero, la décima es una especie de poesía cantada que se llama así porque es compuesta con estrofas de diez versos, y en las velaciones de los Santos que se hacían en Valledupar, yo siempre estaba pegado a mí papá y eso me llevó a componer las primeras canciones”, explicó.

Historia de La celosa

Aunque para muchos, la canción “La celosa” es una expresión de machismo, Sergio Moya Molina le dio otra connotación y con argumentos explica el sentido de la canción que le compuso a su esposa Juanita, quien por muchos años le ha soportado cualquier cantidad de desordenes en la vida y le supo dar el equilibrio a un hogar que hoy vive feliz y con una gran unidad familiar.
“Esta canción lejos de tener el sentimiento machista, que en algunas partes refleja la letra y que muchos interpretan así; más bien es una invitación que se le hace a la mujer a la reconciliación, cuando yo digo negra  no me celes tanto, déjame gozar la vida, que yo siempre llego completico, eso tiene un sentido social un poco malo en el sentido que está hablando de la proliferación o está hablando de un hombre bígamo o un hombre muy prolífero en mujeres, pero lo que estoy es invitándola a ella a que reconciliemos y a que se tranquilice, que yo estoy dispuesto a dejar todas esas malas mañas con los amoríos callejeros”, dijo.
Reconoce que La celosa es una canción que tiene un doble sentimiento, porque se la compuso a su esposa y porque le ha dado gran reconocimiento nacional e internacional. “Esta canción no es la que más me gusta a mí, ni creo que sea mi mejor canción, pero es la que más trascendencia ha tenido, imagínese que le han  hecho por lo menos quince versiones”.
La celosa fue grabada inicialmente por los Hermanos Zuleta, después la grabaron otros cinco o seis grupos más, también la grabó Carlos Vives, que fue la versión que más pegó y le dio el empujón final, después de eso la han grabado varias agrupaciones internacionales como Los Choqueros de España, Sergio Vargas y varias orquestas de Colombia.

Cuando salga de mi casa y me demore por la calle
no te preocupes Juanita,
porque tu muy bien lo sabes que me gusta la parranda
y tengo muchas amistades;
y si acaso no regreso por tarde
volveré al siguiente día en la mañanita.(BIS)

Si me encuentro alguna amiga que me brinde su cariño
yo le digo que la quiero,
pero no es con toda el alma solamente yo le presto
el corazón por un ratico;
todos esos son amores pasajeros
y a mi casa vuelvo siempre completico.(BIS)

CORO:
Negra no me celes tanto,
déjame gozar la vida.(BIS)

Tu conmigo vives resentida,
pero yo te alegro con mi canto.(BIS)

Cuando salgo de parranda muchas veces me distraigo
con algunas amiguitas,
pero yo nunca te olvido porque nuestros corazones
ya no pueden separarse;
lo que pasa es que yo quiero que descanses,
pa’  tenerte siempre bien conservadita.(BIS)

Como tu ya me conoces te agradezco me perdones
si regreso un poco tarde;
cuando llegue yo a mi casa quiero verte muy alegre
cariñosa y complaciente;
pero nunca me recibas con desaire,
porque así tendré que irme nuevamente.(BIS)

CORO:
Negra no me celes tanto,
déjame gozar la vida.(BIS)

Un cantor, contador que está metido de lleno en el folclor

Sin pena, Sergio Moya reconoce que ha sido mal contador de sus canciones, “a pesar de ser contador de profesión, no me he dedicado a contar  para saber cuantas canciones tengo exactamente, creo que son unas ciento ochenta grabada o quizás unas doscientas, porque inéditas tengo unas treinta”, expresó.
Además de componer bellas páginas musicales, Sergio Moya es contador público actividad de la que ya está pensionado, además es titulado en arte y folclor y trabaja como gestor cultural en la Universidad Popular del Cesar.
“En contabilidad ya soy pensionado y no quiero ver un número, ni a un kilometro de distancia. Estoy trabajando como gestor cultural instruyendo a los estudiantes en la literatura, la cultura, la lectura y todo lo que tenga que ver con el área cultural”.
Pero lo fuerte de Sergio es la composición, por ello todavía está componiendo y no desaprovecha ningún momento que sea propicio para componer como: la soledad, cuando está rodeado de la naturaleza y sobre todo la tranquilidad. Y por supuesto que el amor, “si estoy entusiasmado con alguna dama fluyen más fácil las canciones”, dice jocosamente.

Parrandero y mujeriego

El haber tenido la dicha de que sus canciones han sido grabadas por  los más grandes artistas de la música vallenata, como Los Hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, El Binomio de Oro, Los Betos, Beto Zabaleta con varios acordeoneros, Rafael Orozco antes de El Binomio, Otto Serge y Rafael Ricardo, entre otros, quienes las han convertido en éxito, ha hecho que Sergio sea un gran parrandero y mujeriego. Claro, dice que ya está recogido.
“El arte lo pone a uno en el camino de las travesuras, yo no sé por qué a las mujeres les gusta tanto un artista y cuando uno tiene un corazón tan blandito, tan noble, es fácil que caiga en esas cosas de los amores pasajeros, pero al final se impone el principal, porque uno va asentando cabeza, va madurando y se va dando cuenta de que el desorden no es bueno”, explica.
Definitivamente, Moya Molina, no nació para grande en la música vallenata,  porque a pesar de que en la década de los años sesenta, hacía parte de un grupo serenatero, que no tocaba vallenato porque era un ritmo de pobre reputación y cantaban ranchera y bolero que era la moda en la época. Hoy por hoy es uno de los más grandes compositores de la música vallenata.

Rey de la canción inédita

A pesar de que Sergio Moya Molina se ha presentado varias veces en el concurso de la canción inédita del Festival de la Leyenda Vallenata y sólo en 1998 consiguió la corona de rey con la canción ‘Recuerdo de viejos tiempos’, permanece vigente en todos los festivales del país, porque una sus puyas titulada ‘La fiesta de los pájaros’ es la más utilizada por los acordeoneros de todas las categorías para hacer sus presentaciones.

La puya dice así:

Ayer estuve en el campo
Cuando era muy tempranito
Me puse a escuchar el canto
De tres lindos pajaritos

Primero escuché un turpial
Silbando con emoción
Como queriendo imitar
Las notas de mi acordeón

También un cucarachero
Formó la gran alharaca
Con su canto bullanguero
Igual que la guacharaca

Un pajaro carpintero
Repicaba con furor
Picando sobre un madero
Como si fuera un tambor

En la fiesta vallenata
De los pájaros cantores
Que cuando en el campo cantan
Hacen revivir las flores

Y fue precisamente una puya titulada ‘La cacería’, la primera canción que le grabaron a Sergio Moya Molina, en el año de 1971, cuando Alberto Pacheco después de coronarse rey vallenato la incluyó en su Larga Duración, además ese mismo año le grabó el paseo Silencio musical; el merengue El palo de cañaguate y el paseo Mi lindo valle, de ahí se dio a conocer como compositor.
La puya La cacería hace alusión a un cazador que iba matando una cantidad de animales y cuando se encontró con el tigre, fue tanto el susto que la escopeta se le cayó y le tocó salir corriendo.

Yo salí de cacería/yo salí de cacería
Con mi escopeta terciada/me fui bien de madrugada
Antes que llegara el día/para que mi correría
Fuera bien aprovechada/bajando por una cuesta
Venia un tigre enfurecido/que cuando sentí el rugido
Se me cayó la escopeta/ahí mismo me di la vuelta
Y acabó mi recorrido.

Un perfil de  Sergio Moya Molina

Nació en Valledupar el 27 de abril de 1941, desde muy temprana edad se interesó por la música vallenata, aunque comenzó cantando rancheras y boleros. Su gran arraigo musical lo llevó a integrar el “Trío de Oro”, al lado de Hernando Marín y Máximo Mobil, tres compositores del momento, a los que todos llamaban para las parrandas y a los que todo conjunto quería grabarle sus canciones.
En Santa Marta conoció a Juana Fulla, su esposa, con quien tiene  quince hijos, de los cuales cinco están metidos en la música, entre ellos Freddy, Sergio Jr y Leonidas quienes conformaron el Trío de Oro los hijos de Sergio Moya.
Su niñez transcurrió en medio de las labores del campo y sólo a los 11 años, por iniciativa propia comenzó la escuela; terminó la primaria en la jornada nocturna con el profesor Blas Orozco, rector de La Parroquial. Luego vino el bachillerato en Codazzi, hasta donde fue jalado por la bonanza algodonera. Allá mismo se inició en la contabilidad, la cual perfeccionó en el Sena, actividad a la que se dedicó en varias empresas del sector privado y entidades de carácter oficial. Hoy está pensionado y se dedica a dar cátedra sobre arte y folclor en la Universidad Popular del Cesar.
Ha participado cinco veces en el Festival de la Leyenda Vallenata. En el año de 1976 ocupó el segundo lugar con la puya “La fiesta de los pájaros”, grabada posteriormente por Alfredo Gutiérrez, luego de haber ganado interpretándola en dos festivales; ganó en 1998 con la canción ‘Recuerdo de viejos tiempos’.

Ganador en los festivales de Arjona (Bolívar) , Codazzi (Cesar), Mahates (Bolívar), Chinú (Córdoba), Primero de mayo (Valledupar) y, en ocasiones anteriores ocupó segundos puestos en Arjona, Chinú, Bogotá y Madrid (Cundinamarca). Ha sido galardonado por la gobernación y la Asamblea Departamental del Cesar, por el Concejo Municipal de Valledupar, por la Alcaldía y el Concejo de Planeta Rica (Córdoba), por el Batallón La Popa y otras entidades y Juntas de Varios festivales, con motivo de sus 25 años de vida artística en el año de 1996.

Comunidad
31 octubre, 2010

Un contador que no sabe cuantas canciones ha compuesto

El compositor, Sergio Moya “Negra no me celes tanto, déjame gozar la vida. Tu conmigo vives resentida, pero yo te alegro con mi canto…” Sergio Moya Molina quizás nunca se imaginó que con está canción titulada ‘La celosa’, que le compuso a su adorada Juana Fulla, para contentarla cuando se iba de correría y aparecían […]


El compositor, Sergio Moya

“Negra no me celes tanto, déjame gozar la vida. Tu conmigo vives resentida, pero yo te alegro con mi canto…”

Sergio Moya Molina quizás nunca se imaginó que con está canción titulada ‘La celosa’, que le compuso a su adorada Juana Fulla, para contentarla cuando se iba de correría y aparecían nuevos amores, le fuera a dar tanto reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Pero además de ‘La celosa’ este compositor vallenato de descendencia guajira, ha logrado tener una brillante carrera musical, con más de doscientas canciones compuestas, de las cueles por lo menos ciento ochenta han sido grabadas y convertidas en éxito por los más connotados músicos del folclor vallenato y por agrupaciones de carácter internacional. Tiene un listado de más de treinta canciones inéditas que está a la espera de que cualquier agrupación musical se decida a grabarlas.
El hombre de ‘La celosa’, como lo conocen en el ámbito musical, es un  compositor de sesenta y nueve años que nació un veintisiete de abril, coincidencialmente, fecha en la cual, desde 1968 se celebra el Festival de la Leyenda Vallenata, y para mayor coincidencia en la calle ‘La Garita’ una de las más populares de Valledupar a dos cuadras de la plaza Alfonso López, escenario donde nació el magno evento musical.
Sergio recuerda que la vena artística la heredó de su padre, Juan Moya López, quien fue un gran cantador de décimas en las fiestas patronales que de desarrollan en la región. “Mi padre fue decimero, la décima es una especie de poesía cantada que se llama así porque es compuesta con estrofas de diez versos, y en las velaciones de los Santos que se hacían en Valledupar, yo siempre estaba pegado a mí papá y eso me llevó a componer las primeras canciones”, explicó.

Historia de La celosa

Aunque para muchos, la canción “La celosa” es una expresión de machismo, Sergio Moya Molina le dio otra connotación y con argumentos explica el sentido de la canción que le compuso a su esposa Juanita, quien por muchos años le ha soportado cualquier cantidad de desordenes en la vida y le supo dar el equilibrio a un hogar que hoy vive feliz y con una gran unidad familiar.
“Esta canción lejos de tener el sentimiento machista, que en algunas partes refleja la letra y que muchos interpretan así; más bien es una invitación que se le hace a la mujer a la reconciliación, cuando yo digo negra  no me celes tanto, déjame gozar la vida, que yo siempre llego completico, eso tiene un sentido social un poco malo en el sentido que está hablando de la proliferación o está hablando de un hombre bígamo o un hombre muy prolífero en mujeres, pero lo que estoy es invitándola a ella a que reconciliemos y a que se tranquilice, que yo estoy dispuesto a dejar todas esas malas mañas con los amoríos callejeros”, dijo.
Reconoce que La celosa es una canción que tiene un doble sentimiento, porque se la compuso a su esposa y porque le ha dado gran reconocimiento nacional e internacional. “Esta canción no es la que más me gusta a mí, ni creo que sea mi mejor canción, pero es la que más trascendencia ha tenido, imagínese que le han  hecho por lo menos quince versiones”.
La celosa fue grabada inicialmente por los Hermanos Zuleta, después la grabaron otros cinco o seis grupos más, también la grabó Carlos Vives, que fue la versión que más pegó y le dio el empujón final, después de eso la han grabado varias agrupaciones internacionales como Los Choqueros de España, Sergio Vargas y varias orquestas de Colombia.

Cuando salga de mi casa y me demore por la calle
no te preocupes Juanita,
porque tu muy bien lo sabes que me gusta la parranda
y tengo muchas amistades;
y si acaso no regreso por tarde
volveré al siguiente día en la mañanita.(BIS)

Si me encuentro alguna amiga que me brinde su cariño
yo le digo que la quiero,
pero no es con toda el alma solamente yo le presto
el corazón por un ratico;
todos esos son amores pasajeros
y a mi casa vuelvo siempre completico.(BIS)

CORO:
Negra no me celes tanto,
déjame gozar la vida.(BIS)

Tu conmigo vives resentida,
pero yo te alegro con mi canto.(BIS)

Cuando salgo de parranda muchas veces me distraigo
con algunas amiguitas,
pero yo nunca te olvido porque nuestros corazones
ya no pueden separarse;
lo que pasa es que yo quiero que descanses,
pa’  tenerte siempre bien conservadita.(BIS)

Como tu ya me conoces te agradezco me perdones
si regreso un poco tarde;
cuando llegue yo a mi casa quiero verte muy alegre
cariñosa y complaciente;
pero nunca me recibas con desaire,
porque así tendré que irme nuevamente.(BIS)

CORO:
Negra no me celes tanto,
déjame gozar la vida.(BIS)

Un cantor, contador que está metido de lleno en el folclor

Sin pena, Sergio Moya reconoce que ha sido mal contador de sus canciones, “a pesar de ser contador de profesión, no me he dedicado a contar  para saber cuantas canciones tengo exactamente, creo que son unas ciento ochenta grabada o quizás unas doscientas, porque inéditas tengo unas treinta”, expresó.
Además de componer bellas páginas musicales, Sergio Moya es contador público actividad de la que ya está pensionado, además es titulado en arte y folclor y trabaja como gestor cultural en la Universidad Popular del Cesar.
“En contabilidad ya soy pensionado y no quiero ver un número, ni a un kilometro de distancia. Estoy trabajando como gestor cultural instruyendo a los estudiantes en la literatura, la cultura, la lectura y todo lo que tenga que ver con el área cultural”.
Pero lo fuerte de Sergio es la composición, por ello todavía está componiendo y no desaprovecha ningún momento que sea propicio para componer como: la soledad, cuando está rodeado de la naturaleza y sobre todo la tranquilidad. Y por supuesto que el amor, “si estoy entusiasmado con alguna dama fluyen más fácil las canciones”, dice jocosamente.

Parrandero y mujeriego

El haber tenido la dicha de que sus canciones han sido grabadas por  los más grandes artistas de la música vallenata, como Los Hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, El Binomio de Oro, Los Betos, Beto Zabaleta con varios acordeoneros, Rafael Orozco antes de El Binomio, Otto Serge y Rafael Ricardo, entre otros, quienes las han convertido en éxito, ha hecho que Sergio sea un gran parrandero y mujeriego. Claro, dice que ya está recogido.
“El arte lo pone a uno en el camino de las travesuras, yo no sé por qué a las mujeres les gusta tanto un artista y cuando uno tiene un corazón tan blandito, tan noble, es fácil que caiga en esas cosas de los amores pasajeros, pero al final se impone el principal, porque uno va asentando cabeza, va madurando y se va dando cuenta de que el desorden no es bueno”, explica.
Definitivamente, Moya Molina, no nació para grande en la música vallenata,  porque a pesar de que en la década de los años sesenta, hacía parte de un grupo serenatero, que no tocaba vallenato porque era un ritmo de pobre reputación y cantaban ranchera y bolero que era la moda en la época. Hoy por hoy es uno de los más grandes compositores de la música vallenata.

Rey de la canción inédita

A pesar de que Sergio Moya Molina se ha presentado varias veces en el concurso de la canción inédita del Festival de la Leyenda Vallenata y sólo en 1998 consiguió la corona de rey con la canción ‘Recuerdo de viejos tiempos’, permanece vigente en todos los festivales del país, porque una sus puyas titulada ‘La fiesta de los pájaros’ es la más utilizada por los acordeoneros de todas las categorías para hacer sus presentaciones.

La puya dice así:

Ayer estuve en el campo
Cuando era muy tempranito
Me puse a escuchar el canto
De tres lindos pajaritos

Primero escuché un turpial
Silbando con emoción
Como queriendo imitar
Las notas de mi acordeón

También un cucarachero
Formó la gran alharaca
Con su canto bullanguero
Igual que la guacharaca

Un pajaro carpintero
Repicaba con furor
Picando sobre un madero
Como si fuera un tambor

En la fiesta vallenata
De los pájaros cantores
Que cuando en el campo cantan
Hacen revivir las flores

Y fue precisamente una puya titulada ‘La cacería’, la primera canción que le grabaron a Sergio Moya Molina, en el año de 1971, cuando Alberto Pacheco después de coronarse rey vallenato la incluyó en su Larga Duración, además ese mismo año le grabó el paseo Silencio musical; el merengue El palo de cañaguate y el paseo Mi lindo valle, de ahí se dio a conocer como compositor.
La puya La cacería hace alusión a un cazador que iba matando una cantidad de animales y cuando se encontró con el tigre, fue tanto el susto que la escopeta se le cayó y le tocó salir corriendo.

Yo salí de cacería/yo salí de cacería
Con mi escopeta terciada/me fui bien de madrugada
Antes que llegara el día/para que mi correría
Fuera bien aprovechada/bajando por una cuesta
Venia un tigre enfurecido/que cuando sentí el rugido
Se me cayó la escopeta/ahí mismo me di la vuelta
Y acabó mi recorrido.

Un perfil de  Sergio Moya Molina

Nació en Valledupar el 27 de abril de 1941, desde muy temprana edad se interesó por la música vallenata, aunque comenzó cantando rancheras y boleros. Su gran arraigo musical lo llevó a integrar el “Trío de Oro”, al lado de Hernando Marín y Máximo Mobil, tres compositores del momento, a los que todos llamaban para las parrandas y a los que todo conjunto quería grabarle sus canciones.
En Santa Marta conoció a Juana Fulla, su esposa, con quien tiene  quince hijos, de los cuales cinco están metidos en la música, entre ellos Freddy, Sergio Jr y Leonidas quienes conformaron el Trío de Oro los hijos de Sergio Moya.
Su niñez transcurrió en medio de las labores del campo y sólo a los 11 años, por iniciativa propia comenzó la escuela; terminó la primaria en la jornada nocturna con el profesor Blas Orozco, rector de La Parroquial. Luego vino el bachillerato en Codazzi, hasta donde fue jalado por la bonanza algodonera. Allá mismo se inició en la contabilidad, la cual perfeccionó en el Sena, actividad a la que se dedicó en varias empresas del sector privado y entidades de carácter oficial. Hoy está pensionado y se dedica a dar cátedra sobre arte y folclor en la Universidad Popular del Cesar.
Ha participado cinco veces en el Festival de la Leyenda Vallenata. En el año de 1976 ocupó el segundo lugar con la puya “La fiesta de los pájaros”, grabada posteriormente por Alfredo Gutiérrez, luego de haber ganado interpretándola en dos festivales; ganó en 1998 con la canción ‘Recuerdo de viejos tiempos’.

Ganador en los festivales de Arjona (Bolívar) , Codazzi (Cesar), Mahates (Bolívar), Chinú (Córdoba), Primero de mayo (Valledupar) y, en ocasiones anteriores ocupó segundos puestos en Arjona, Chinú, Bogotá y Madrid (Cundinamarca). Ha sido galardonado por la gobernación y la Asamblea Departamental del Cesar, por el Concejo Municipal de Valledupar, por la Alcaldía y el Concejo de Planeta Rica (Córdoba), por el Batallón La Popa y otras entidades y Juntas de Varios festivales, con motivo de sus 25 años de vida artística en el año de 1996.