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Columnista - 9 abril, 2018

Un avión en picada

“Usted es el copiloto de un avión en picada y se durmió en todo el vuelo”. Esta frase que se volvió viral en las redes y será lapidaria en la historia de los enfrentamientos políticos del país, es del candidato a la Presidencia de la República, por el Centro Democrático, Iván Duque, la he tomado […]

“Usted es el copiloto de un avión en picada y se durmió en todo el vuelo”. Esta frase que se volvió viral en las redes y será lapidaria en la historia de los enfrentamientos políticos del país, es del candidato a la Presidencia de la República, por el Centro Democrático, Iván Duque, la he tomado para iniciar mi columna porque, aunque fue directa para el también candidato Vargas Lleras, nos cae a todos los colombianos.

Hemos viajado en un avión no solo en barrena, también sin rumbo desde muchos mandados presidenciales atrás del actual, y nos hemos dormido; solo despertamos en una nueva campaña proselitista y es para atizar el desafuero, el odio sin sentido y los quereres demenciales: la polarización. Luego seguimos adormecidos esperando que el gobierno haga y deshaga, criticamos y no hacemos nada, no ayudamos ni reprendemos al piloto de la nave; no exigimos que tome los mandos con energía y cumpla con los programas anunciados en las campañas.

No solo eso, no evitamos el mal sueño mientras dormimos pensando en la corrupción, no reprochándola sino pensando en cómo podemos sacarle tajada al festín de abusos en que se han convertido todos los estamentos del Estado. En fin, somos copilotos del avión que surca el rumbo de una patria que ya no aguanta más, algo podemos hacer para ayudar o reclamar al conductor que cumpla, que la responsabilidad que le entregó el pueblo es grande, que no piense en “mermeladas”, ni en complacer, que de él depende que el avión se remonte y evite un trágico estrellón.

Me gustó el debate de “Todos contra Duque”, porque el candidato no se amilanó, en él hay carácter, conocimiento y creo que así como se defendió tiene la enjundia para defender al país, para pilotear con mano segura hasta llevarnos a un buen amaryterrizaje.

Es poco lo que he escrito de política, no estoy invitando a nadie a que vote por el que yo vote, pero después de tantos años de periodismo activo, de escribir tanto y tanto, de observar al país, más con tristeza que con alegría, es hora de que mi sencilla opinión de un buen candidato la escriba aquí.

Pensemos bien, tenemos tiempo para meditar en la patria y en los que se ofrecen para dirigirla; votar es un verdadero acto de fe en que podemos evitar el siniestro que puede ocurrir si seguimos de copilotos impertérritos, adormilados nos podemos profundizar en un sueño irredento y cuando queramos despertar ya quizás sea tarde y estaremos más allá con “el alma llena de eternidad”.

Columnista
9 abril, 2018

Un avión en picada

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Mary Daza Orozco

“Usted es el copiloto de un avión en picada y se durmió en todo el vuelo”. Esta frase que se volvió viral en las redes y será lapidaria en la historia de los enfrentamientos políticos del país, es del candidato a la Presidencia de la República, por el Centro Democrático, Iván Duque, la he tomado […]


“Usted es el copiloto de un avión en picada y se durmió en todo el vuelo”. Esta frase que se volvió viral en las redes y será lapidaria en la historia de los enfrentamientos políticos del país, es del candidato a la Presidencia de la República, por el Centro Democrático, Iván Duque, la he tomado para iniciar mi columna porque, aunque fue directa para el también candidato Vargas Lleras, nos cae a todos los colombianos.

Hemos viajado en un avión no solo en barrena, también sin rumbo desde muchos mandados presidenciales atrás del actual, y nos hemos dormido; solo despertamos en una nueva campaña proselitista y es para atizar el desafuero, el odio sin sentido y los quereres demenciales: la polarización. Luego seguimos adormecidos esperando que el gobierno haga y deshaga, criticamos y no hacemos nada, no ayudamos ni reprendemos al piloto de la nave; no exigimos que tome los mandos con energía y cumpla con los programas anunciados en las campañas.

No solo eso, no evitamos el mal sueño mientras dormimos pensando en la corrupción, no reprochándola sino pensando en cómo podemos sacarle tajada al festín de abusos en que se han convertido todos los estamentos del Estado. En fin, somos copilotos del avión que surca el rumbo de una patria que ya no aguanta más, algo podemos hacer para ayudar o reclamar al conductor que cumpla, que la responsabilidad que le entregó el pueblo es grande, que no piense en “mermeladas”, ni en complacer, que de él depende que el avión se remonte y evite un trágico estrellón.

Me gustó el debate de “Todos contra Duque”, porque el candidato no se amilanó, en él hay carácter, conocimiento y creo que así como se defendió tiene la enjundia para defender al país, para pilotear con mano segura hasta llevarnos a un buen amaryterrizaje.

Es poco lo que he escrito de política, no estoy invitando a nadie a que vote por el que yo vote, pero después de tantos años de periodismo activo, de escribir tanto y tanto, de observar al país, más con tristeza que con alegría, es hora de que mi sencilla opinión de un buen candidato la escriba aquí.

Pensemos bien, tenemos tiempo para meditar en la patria y en los que se ofrecen para dirigirla; votar es un verdadero acto de fe en que podemos evitar el siniestro que puede ocurrir si seguimos de copilotos impertérritos, adormilados nos podemos profundizar en un sueño irredento y cuando queramos despertar ya quizás sea tarde y estaremos más allá con “el alma llena de eternidad”.