Por: Alberto Montoya
No tengo la osadía suficiente que tiene Jaime Baily para hacer criticas tan mordaces, pero ganas no me faltan al encontrar un Alcalde tan fuera de contexto con la realidad económica de su ciudad como el Alcalde de Valledupar. Es inconcebible que emita un decreto paralizando toda una ciudad simplemente por ponerse a la moda del ya tan criticado día sin carro.
Existen formas mucho más eficientes de aportarle al medio ambiente donde podamos participar todos los actores de la sociedad y no cercenando la economía regional, es tan ineficiente la medida que las evaluaciones hechas al mismo proceso en Bogotá, demostró que no hubo reducción en la contaminación en el día sin carro, debido a que los principales agentes de contaminación son las industrias y el transporte público, incluido el mismo Transmilenio, considerado el mayor contaminador.
En Valledupar ni existe industria, ni existe transporte urbano; bueno, puede que los cuatro buses que recorren la ciudad contaminen lo mismo por lo viejos y destartalados que están. Como pretende el señor Alcalde paralizar la ciudad sin un verdadero plan de contingencia, con cero planificación, sin tener en cuenta ¿qué pasara con los estudiantes de los colegios y de las universidades? ¿En qué medio pretende que la gente se va a desplazar a sus trabajos?, o es que ¿piensa que el sector productivo puede de un momento a otro paralizar sus actividades sin previa planificación?
No es posible que el Alcalde y su corte no alcancen a dimensionar el perjuicio económico que le está causando a la ciudad; la parálisis total del comercio por no ser incluyente en el momento de generar esta iniciativa, si una actividad de estas se planifica con tiempo. Es el mismo comercio el que aporta para hacer de ella una jornada cultural y de conciencia ambiental. Pero, de esta forma solo se logra darle una estocada que lesiona de forma grave la economía de la ciudad; lo que hoy no vende el comercio no se recupera nunca.
En reunión de los empresarios con los delegados del Alcalde se les insistió que se podía aplazar el día sin carro para poder generar un plan de contingencia, ya que la ciudad no tiene como transportar a la comunidad y eso paralizaría la ciudad. Pero no, ni siquiera tubo la gallardía de ponerle la cara a los empresarios y mucho menos de aplazar la medida o recortarle las horas de su vigencia; es como si se tratara de un pequeño emperador que si hecha para atrás un decreto pierde credibilidad ante sus súbditos.
Ya es hora de bajarle a la arrogancia y a la soberbia señor Alcalde, usted se merece a sus electores y es el momento de mostrar que es usted el alcalde porque poco se le ve, ni siquiera para hacerle frente a tan impopular y dañina medida tomada con el argumento de mejorar el medio ambiente y sin ningún antecedente técnico que la justifique.  [email protected]