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Columnista - 7 marzo, 2018

Tú decides

Si existe un momento propicio para que los ciudadanos demuestren su rechazo hacia los políticos de siempre, el repudio por actos de corrupción como Odebrecht, el descontento por la complicidad con las obras inconclusas, el desánimo que producen unos parlamentarios que guardan silencio ante los hechos que afectan directamente a la persona del común como […]

Si existe un momento propicio para que los ciudadanos demuestren su rechazo hacia los políticos de siempre, el repudio por actos de corrupción como Odebrecht, el descontento por la complicidad con las obras inconclusas, el desánimo que producen unos parlamentarios que guardan silencio ante los hechos que afectan directamente a la persona del común como ocurrió con el sonado caso de los bebes que fallecieron en la clínica Laura Daniela, ese momento no es otro que aquel en el que nos toca ejercer nuestro derecho al voto.

Pero no se trata de escoger a quienes simulan ser irreverentes o desafiantes contra sectores dominantes, como en el caso de Cristian José Moreno, su comportamiento es lo que popularmente se conoce como las más auténtica “pataleta”, durante cuatro años guardó silencio ante tantos abusos que se estaban cometiendo por parte de los que hoy dice denunciar, pero hoy es un simple rey de burlas que llora porque le quietaron el apoyo que disfrutó hace cuatro años, sustituyendo su falta de trayectoria y preparación, con la orientación del condenado Miguel Duran, para quien el joven congresista se ha convertido en una bala de oxígeno con el que puede respirar aún en el mundo de la política, a pesar de continuar en la mira de la justica por hechos muy graves.

Vivimos en un país de momentos, todo se olvida y cuando tenemos la oportunidad de cambiar nuestra historia, una botella de ron, un pastel o 50 mil pesos logran el efecto de amarrar el voto y por cuatro años más continuaremos con un sistema de salud homicida, un sistema educativo que no genera esperanza en los jóvenes, una infraestructura que sólo sirve para comprar bulldozer en el Congreso, reformas tributarias que crean cargas impositivas al colombiano golpeando directamente nuestros bolsillos; en conclusión, ninguno ha logrado presentar o apoyar propuestas transformadoras de nuestras sociedad porque ni ellos mismos son agentes transformadores de nuestro país.

Observe cuidadosamente a esos que hoy quieren ser congresistas nuevamente y revise si proponen algo distinto para empezar a cambiar las desigualdades históricas de nuestra Nación, eso no lo va a encontrar porque simplemente no lo han hecho y les tengo noticias, vuelva a votar por ellos y se dará cuenta que no lo harán; si quiere tomar partido vote por alguien diferente, alguien que por lo menos no tenga una mancha de escándalos a su alrededor. Sólo un voto responsables es capaz de castigar a pésimos congresistas que solo representan sus propios intereses, recuerda tú decides.

Columnista
7 marzo, 2018

Tú decides

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Andrés Añez Maestre

Si existe un momento propicio para que los ciudadanos demuestren su rechazo hacia los políticos de siempre, el repudio por actos de corrupción como Odebrecht, el descontento por la complicidad con las obras inconclusas, el desánimo que producen unos parlamentarios que guardan silencio ante los hechos que afectan directamente a la persona del común como […]


Si existe un momento propicio para que los ciudadanos demuestren su rechazo hacia los políticos de siempre, el repudio por actos de corrupción como Odebrecht, el descontento por la complicidad con las obras inconclusas, el desánimo que producen unos parlamentarios que guardan silencio ante los hechos que afectan directamente a la persona del común como ocurrió con el sonado caso de los bebes que fallecieron en la clínica Laura Daniela, ese momento no es otro que aquel en el que nos toca ejercer nuestro derecho al voto.

Pero no se trata de escoger a quienes simulan ser irreverentes o desafiantes contra sectores dominantes, como en el caso de Cristian José Moreno, su comportamiento es lo que popularmente se conoce como las más auténtica “pataleta”, durante cuatro años guardó silencio ante tantos abusos que se estaban cometiendo por parte de los que hoy dice denunciar, pero hoy es un simple rey de burlas que llora porque le quietaron el apoyo que disfrutó hace cuatro años, sustituyendo su falta de trayectoria y preparación, con la orientación del condenado Miguel Duran, para quien el joven congresista se ha convertido en una bala de oxígeno con el que puede respirar aún en el mundo de la política, a pesar de continuar en la mira de la justica por hechos muy graves.

Vivimos en un país de momentos, todo se olvida y cuando tenemos la oportunidad de cambiar nuestra historia, una botella de ron, un pastel o 50 mil pesos logran el efecto de amarrar el voto y por cuatro años más continuaremos con un sistema de salud homicida, un sistema educativo que no genera esperanza en los jóvenes, una infraestructura que sólo sirve para comprar bulldozer en el Congreso, reformas tributarias que crean cargas impositivas al colombiano golpeando directamente nuestros bolsillos; en conclusión, ninguno ha logrado presentar o apoyar propuestas transformadoras de nuestras sociedad porque ni ellos mismos son agentes transformadores de nuestro país.

Observe cuidadosamente a esos que hoy quieren ser congresistas nuevamente y revise si proponen algo distinto para empezar a cambiar las desigualdades históricas de nuestra Nación, eso no lo va a encontrar porque simplemente no lo han hecho y les tengo noticias, vuelva a votar por ellos y se dará cuenta que no lo harán; si quiere tomar partido vote por alguien diferente, alguien que por lo menos no tenga una mancha de escándalos a su alrededor. Sólo un voto responsables es capaz de castigar a pésimos congresistas que solo representan sus propios intereses, recuerda tú decides.