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Columnista - 7 enero, 2017

Tribeca, simplemente excelente

Por una invitación de mi carnal Armando Pantoja Durán fui a conocer su nuevo restaurante familiar, Tribeca, Hamburguesas Gourmet, y déjenme decirles que me encantó, un lugar acogedor en plena zona rosa de Valledupar, pero lo mejor es su comida la cual sabe más rica, por la buena atención de sus propietarios. Como Chef Foodie […]

Por una invitación de mi carnal Armando Pantoja Durán fui a conocer su nuevo restaurante familiar, Tribeca, Hamburguesas Gourmet, y déjenme decirles que me encantó, un lugar acogedor en plena zona rosa de Valledupar, pero lo mejor es su comida la cual sabe más rica, por la buena atención de sus propietarios.
Como Chef Foodie he probado muchísimas hamburguesas, desde las comerciales de restaurantes de cadena, pasando por carritos callejeros, hasta las más sofisticadas, además de eso, modestia aparte me han contratado para crear recetas de hamburguesas gourmets para varios restaurantes de renombre regional y nacional, los cuales no menciono por estrictos motivos profesionales y confidencialidad con mis clientes. Pero me quito el sombrero con las de Tribeca, en mi humilde opinión las mejores que he comido, deliciosas, tienen el balance ideal de ingredientes, carne sin tantos condimentos ni preservativos, perfectamente aderezada, pan fresco, salsas exclusivas de la casa preparadas por ellos, verduras frescas, buen tamaño y presentación, nos garantizan un producto con altos estándares de calidad, además con nombres bien craneados y escogidos, todos de distritos neoyorquinos nos muestran el esfuerzo que se tomaron los dueños para brindarnos algo especial a los clientes.
Diana Daza Corrales, esposa de mi otro amigo Alejandro Pantoja, junto a Virginia Morales Cuello, señora de Armando, son las propietarias de un negocio que está dando que hablar en la ciudad, que desde su apertura ha permanecido repleto, lo cual demuestra la calidad del sitio y que las cosas cuando se hacen con la bendición de Dios, con amor y en unión familiar, siempre marchan bien.
Felicito de corazón a estos amigos emprendedores, que se arriesgaron a crear empresa, montando un restaurante con un toque cosmopolita en una ciudad tradicional, pero difícil y exigente como la nuestra, y no solo eso, sino que tienen todos los requisitos para que Tribeca se convierta en una marca.
Destaco la labor de esta bonita familia, en especial de dos nuevas amigas, ahora hijas adoptivas de Valledupar, Virginia que es samaria y Diana de Corozal, a quien aplaudo especialmente por su estricta supervisión de la cocina y el empeño que le ha puesto a la presentación de los platos y al conocimiento de los mismos, además por la presencia de ambas en el local, muy a pesar de su labor de madres jóvenes.
Para quienes no lo sepan, Tribeca es un distrito de Nueva York, un barrio en el Lower Manhattan. El nombre viene de la contracción de las palabras en inglés “Triangle Below Canal Street” (literalmente Triángulo bajo la calle del Canal). El triángulo, que más bien tiene forma trapezoidal, limita con Canal Street hasta Park Place, y desde el oriente del río Hudson hasta Broadway.

Anteriormente era un distrito industrial pero hoy día se ha convertido en un barrio residencial de moda, que también cuenta con boutiques, galerías de arte, bares, buenos restaurantes, pero especialmente es célebre por ser sede del festival de cine fundado por el archi-famoso actor Robert de Niro, quien allí reside y ha tenido papel protagónico en el resurgimiento del distrito, al igual que otras personalidades como Mariah Carey y David Letterman.
La decoración del restaurante se basa en los edificios de esta comunidad, con detalles bien escogidos, la comida es especial y puedo decir que en Tribeca “descharratizaron” y vistieron de gala la hamburguesa, la cual es en la actualidad un alimento tan popular que aparece con sus diversas variantes en casi todas las culturas de la tierra, pero indudablemente es un plato icónico americano. Recomiendo a ojos cerrados este nuevo sitio, mis bendiciones para sus dueños y empleados.

Julio Mario Celedón

Columnista
7 enero, 2017

Tribeca, simplemente excelente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Por una invitación de mi carnal Armando Pantoja Durán fui a conocer su nuevo restaurante familiar, Tribeca, Hamburguesas Gourmet, y déjenme decirles que me encantó, un lugar acogedor en plena zona rosa de Valledupar, pero lo mejor es su comida la cual sabe más rica, por la buena atención de sus propietarios. Como Chef Foodie […]


Por una invitación de mi carnal Armando Pantoja Durán fui a conocer su nuevo restaurante familiar, Tribeca, Hamburguesas Gourmet, y déjenme decirles que me encantó, un lugar acogedor en plena zona rosa de Valledupar, pero lo mejor es su comida la cual sabe más rica, por la buena atención de sus propietarios.
Como Chef Foodie he probado muchísimas hamburguesas, desde las comerciales de restaurantes de cadena, pasando por carritos callejeros, hasta las más sofisticadas, además de eso, modestia aparte me han contratado para crear recetas de hamburguesas gourmets para varios restaurantes de renombre regional y nacional, los cuales no menciono por estrictos motivos profesionales y confidencialidad con mis clientes. Pero me quito el sombrero con las de Tribeca, en mi humilde opinión las mejores que he comido, deliciosas, tienen el balance ideal de ingredientes, carne sin tantos condimentos ni preservativos, perfectamente aderezada, pan fresco, salsas exclusivas de la casa preparadas por ellos, verduras frescas, buen tamaño y presentación, nos garantizan un producto con altos estándares de calidad, además con nombres bien craneados y escogidos, todos de distritos neoyorquinos nos muestran el esfuerzo que se tomaron los dueños para brindarnos algo especial a los clientes.
Diana Daza Corrales, esposa de mi otro amigo Alejandro Pantoja, junto a Virginia Morales Cuello, señora de Armando, son las propietarias de un negocio que está dando que hablar en la ciudad, que desde su apertura ha permanecido repleto, lo cual demuestra la calidad del sitio y que las cosas cuando se hacen con la bendición de Dios, con amor y en unión familiar, siempre marchan bien.
Felicito de corazón a estos amigos emprendedores, que se arriesgaron a crear empresa, montando un restaurante con un toque cosmopolita en una ciudad tradicional, pero difícil y exigente como la nuestra, y no solo eso, sino que tienen todos los requisitos para que Tribeca se convierta en una marca.
Destaco la labor de esta bonita familia, en especial de dos nuevas amigas, ahora hijas adoptivas de Valledupar, Virginia que es samaria y Diana de Corozal, a quien aplaudo especialmente por su estricta supervisión de la cocina y el empeño que le ha puesto a la presentación de los platos y al conocimiento de los mismos, además por la presencia de ambas en el local, muy a pesar de su labor de madres jóvenes.
Para quienes no lo sepan, Tribeca es un distrito de Nueva York, un barrio en el Lower Manhattan. El nombre viene de la contracción de las palabras en inglés “Triangle Below Canal Street” (literalmente Triángulo bajo la calle del Canal). El triángulo, que más bien tiene forma trapezoidal, limita con Canal Street hasta Park Place, y desde el oriente del río Hudson hasta Broadway.

Anteriormente era un distrito industrial pero hoy día se ha convertido en un barrio residencial de moda, que también cuenta con boutiques, galerías de arte, bares, buenos restaurantes, pero especialmente es célebre por ser sede del festival de cine fundado por el archi-famoso actor Robert de Niro, quien allí reside y ha tenido papel protagónico en el resurgimiento del distrito, al igual que otras personalidades como Mariah Carey y David Letterman.
La decoración del restaurante se basa en los edificios de esta comunidad, con detalles bien escogidos, la comida es especial y puedo decir que en Tribeca “descharratizaron” y vistieron de gala la hamburguesa, la cual es en la actualidad un alimento tan popular que aparece con sus diversas variantes en casi todas las culturas de la tierra, pero indudablemente es un plato icónico americano. Recomiendo a ojos cerrados este nuevo sitio, mis bendiciones para sus dueños y empleados.

Julio Mario Celedón