Ana Marcela Moissl es una vallenata, administradora de empresas, egresada de la Universidad de San Martín, con grandes proyectos en mente, entre ellos montar su tienda local con diferentes puntos de ventas en la ciudad.
De manera inicial, sus familiares no se sintieron cómodos con sus tendencias al mundo de la bisutería, pero sus ganas y empuje fueron suficientes para seguir adelante escalando peldaños y logrando resultados visibles que convencieron a sus allegados que el talento que Dios le dio es más grande que sus limitantes.

Moissl desde muy niña se vio involucrada en todo lo que tiene que ver con bisutería, accesorios y joyas, empezó haciendo diseños sencillos y cómodos que eran apetecidos por sus compañeras de estudio, eran pulseras, collares, aretes y demás que eran creados con materiales sencillos que poco a poco fueron reemplazados por nuevos materiales con piedras semipreciosas que le han dado el perfil que hasta ahora tiene su empresa.

“Todo inició cuando en la carrera que cursaba nos pidieron crear una empresa, fue ahí cuando me proyecté como administradora de mi propio negocio que lo llamé: Accesorios Moissl”, nombre que se deriva de su apellido alemán, combinando así la pasión por la bisutería y sus fortalecidas bases como administradora de empresas.

“Mientras creo un accesorio, siento una emocionada expectativa que corre por mis venas ya que ni yo misma sé lo voy a crear, simplemente le pido al Espíritu Santo que me dé creatividad y el resultado son diseños de los cuales hasta yo misma me asombro”, afirmó.

A sus 25 años, Ana Marcela ya lleva cinco colecciones, la primera se llamó ‘Gracia Divina’ y fue lanzada por medios virtuales, redes sociales y enlaces entre sus amigos, luego salió ‘Al Natural’ colección que fue presentada a la sociedad por medio de un lanzamiento en el Club Valledupar donde asistieron familiares, amigos y diseñadores de alto perfil que acudieron al llamado de esta joven talentosa, entre los diseñadores invitados estuvo Corina Daza, propietaria de la reconocida joyería que lleva su nombre, que al quedar encantada con sus diseños no dudó en cederle un lugar en su local que se encuentra ubicado en el Centro Comercial Guatapurí Plaza; otra de sus colecciones es ‘Revelación’, ‘Conquista’ y ‘Fuerza’.

Ana Marcela Moissl es madre de dos niños, Camila y Juan Camilo, que son el motor de sus proyectos y sueños, ellos están plasmados en cada creación, sus obras denotan glamur, elegancia, poder y sobre todo hermosura.

Aunque ha pasado por momentos de desánimo, sus ganas de triunfar han sido más fuertes que los obstáculos, contó Moissl: “hubo un tiempo que en Valledupar se metieron los accesorios chinos y a bajo costo, mis compañeras también empezaron a crear accesorios y los ingresos no eran los mismos que cuando inicié, esa fue una de las razones que me bajaron mis ganas, pero como todo lo que no es original se daña, cuando estos accesorios tenían dos usos dejaban de brillar y ya no servían más, esa razón y el descontento de mis clientes con malos productos chinos me impulsaron a seguir creando e innovando mis productos y seguí con más fuerza, así lo reportan las ventas realizadas a compradores de Europa e Inglaterra, además que he participado en la Feria de las Colonias en Corferias Bogotá y en las Fiestas del Mar en Santa Marta”.

Hay que resaltar que Valledupar cuenta con grandes talentos no solo folclóricos y culturales sino también artesanales, como es el caso de Ana Marcela Moissl, que siendo vallenata cuenta con un apellido alemán heredado de su abuelo. El talento y pasión de ella se fundamenta en las raíces de esta tierra de acordeones que ungen a sus hijos con una esencia diferente a las demás, marcando territorio donde llegan.

La juventud y frescura de Ana Marcela Moissl es la misma que llevan impregnados sus accesorios, convirtiéndose estos en el plato fuerte de las mujeres con tendencia fashionista y a la vanguardia de la moda, que adaptándose a sus colecciones y nuevos estilos imparten la misma belleza que su diseñadora.

Valledupar es cuna no solo de compositores sino de grandes artesanos que con su afán de surgir y escalar peldaños exportan sus productos a nuevos horizontes dando a conocer no solo sus frutos, también el talento vallenato que viaja cargado de ritmos musicales y son comparados con las notas de un acordeón.

Ana Marcela se ha convertido en creadora, distribuidora y exportadora de sus productos, ha sacrificado tiempo y espacio para lograr sus sueños que a largo plazo serán no solamente ser lucidos y modelados por las reinas, sino ser propietaria de muchos puntos de ventas a nivel nacional e internacional, llevando un mensaje de paz a través de sus productos.

La joven vallenata es administradora de empresas pero se ha dedicado a sacar adelante sus diseños en bisutería.

Por Katheryn Sarmiento Torres/ EL PILÓN