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Informes Especiales - 28 julio, 2016

Solo 10 municipios del Cesar tienen agua apta para consumo humano

En el resto del departamento hay cuatro con el preciado líquido de calidad regular y en 11 no es potable.

Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.
Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

El Copey, San Alberto, Valledupar, Curumaní, San Diego, Chimichagua y Río de Oro hacen parte del grupo de 10 municipios del Cesar que suministran a sus habitantes agua apta para el consumo, según un informe de la Secretaría de Salud Departamental sobre el IRCA, Índice de Riesgo de la Calidad de Agua.

(Leer: Cesar tiene acueductos, pero sin agua)

Si bien el líquido suministrado en 10 de los 25 municipios del departamento no registra riesgo para la salud y se encuentran dentro de los parámetros normales, su calidad no es óptima o no cumple con la totalidad de los parámetros analizados.

Paradójicamente, según el informe de Aguas del Cesar, cerca del 92. 67 % del departamento cuenta con acueducto, que tiene diferentes sistemas de abastecimiento; algunos lo hacen de ríos o quebradas y en otros son necesarios los pozos profundos.

A pesar de las inversiones que hizo el gobierno departamental durante los últimos años para la optimización de los acueductos, 11 de estos aun no cuentan con agua potable, ni se garantiza la continuidad y mucho menos la calidad del servicio. (Leer: Cesar es uno de los mayores derrochadores de agua)

“No basta la infraestructura con la que cuenta cada uno de estos municipios, no es suficiente para prestar un buen servicio a la comunidad. La solución está en la operación que da cada administración municipal a la misma”, así lo afirmó el jefe de Planeación de Aguas del Cesar, Juan Pablo Serrano.

El coordinador de la Dimensión de Salud Ambiental, Fredys Manuel Díaz, indicó que algunos de estos  municipios ni siquiera cuentan con una planta de tratamiento, enviando el líquido captado hacia la población sin ninguna intervención, y los que cuentan con un sistema de suministro, no realizan tratamiento alguno, sumado a ello la continuidad del servicio es insuficiente.

Existen variables que determinan la calidad del agua para el consumo humano en las que se demuestran que en Tamalameque, González, Pelaya, Becerril y El Paso, suministran agua que es inviable sanitariamente, con un 100 en el índice del IRCA, durante el primer semestre del año, seguido de Pailitas con un índice de 94.08 y Gamarra con un índice de 87.01. Estos seis municipios registran los índices más altos en materia sanitaria, dado el riesgo inminente que generan a la salud de quienes consuman el agua de esos municipios.

La situación del municipio de Tamalameque es crítica, alarma sustentada en los índices de riesgo de la calidad de agua para consumo humano, elevados al máximo nivel, por lo que el alcalde Jorge Alonso Castro Jaraba manifestó que adelanta las acciones para contrarrestar la crisis de agua en el municipio.

Castro Jaraba aseguró que además de hacer parte del Plan Departamental de Agua, han realizado mesas de trabajos y foros para concientizar a la comunidad sobre la grave situación que afronta el municipio.

“La solución que requerimos es urgente, ya hemos adelantado mesas de trabajo con el viceministerio de Vivienda.

Hemos venido adelantando el proceso a través de Aguas del Cesar, que nos está ayudando en la elaboración y ejecución de un proyecto para el mejoramiento del servicio, basado en la construcción de unos pozos que cumplieron su vida útil, el remplazo de las redes y a la construcción de una planta de tratamiento a ver si reducimos los índices y por fin podemos brindarle una agua de calidad a nuestros habitantes“, indicó el mandatario.

(Leer: En el Cesar el agua se quedó en un plan)

Los habitantes de esos municipios afectados por falta de potabilidad del agua, se someten a la instalación de filtros o a hervir el preciado líquido para consumirlo.

Las mediciones de la calidad del agua deben realizarse por lo menos cada tres meses, mediante acciones de Inspección Vigilancia y Control en todos los municipios, sin embargo las empresas prestadoras del servicio de agua no hacen llegar las muestras a la Dimensión de Salud Ambiental del departamento, para hacer el análisis del agua que están suministrando.

“Enviamos notificaciones y requerimientos de plan de mejoramiento correctivo a cada uno de los municipios con riesgo alto, esto es con el objetivo es mitigar los riesgos inherentes al problema de abastecimiento, potabilización y suministro por lo que se hace perentorio que los alcaldes tomen cartas en el asunto y adopten las medidas pertinentes para el mejoramiento de la calidad del agua, porque de lo contrario está en riesgo la salud de esas poblaciones”, dijo el coordinador de la Dimensión de Salud Ambiental.

EL PILÓN conoció que de los requerimientos enviados el pasado 7 de julio a los 15 municipios que presentaron irregularidades, aun no se ha recibido ni un solo plan de cumplimiento a corto, mediano y largo plazo para disminuir el índice de riesgo por distribución del agua.

Recursos y buena gestión son los mejores filtros para el agua en el Cesar. Así queda demostrado en El Copey, como uno de los municipios con los índices más bajos del IRCA, que brinda a los copeyanos un líquido de excelentes condiciones sanitarias. El gerente de la empresa de servicios públicos Emcopey, Luis Hernando Rivas Sierra, dijo que esto puede lograrse con una buena administración de los recursos suministrados, como el buen manejo del Sistema General de Participación de Agua Potable y Saneamiento Básico (SGP), para el mantenimiento y el subsidio de los estratos bajos.

Índices

Según la oficina de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, para determinar el índice de riesgo de la calidad de agua fueron analizadas 22 características físicas, químicas y microbiológicas, en cada municipio. A cada parámetro le fue atribuido un peso determinado según su impacto en la calidad del agua y el riesgo para la salud.

La clasificación del IRCA cuenta con cinco niveles de riesgo:

– De 0 a 5 (sin riesgo): el agua es apta para consumo humano y no hay riesgo alguno de enfermedades.

– De 5,1 a 14 (riesgo bajo): agua no apta, pero tiene un nivel de riesgo bajo de generar enfermedades.

– De 14 a 35 (riesgo medio): agua que no es apta para consumo humano por considerar que puede causar riesgo para la salud.

– De 35,1 a 80 (riesgo alto): agua no potable debido al alto riesgo de contraer enfermedades.

– De 80,1 a 100 (inviable sanitariamente): agua que al ser consumida puede causar enfermedades diarreicas, cólera, fiebre tifoidea y hepatitis A, entre otras afecciones.

“No basta la infraestructura con la que cuenta cada uno de estos municipios, no es suficiente para prestar un buen servicio a la comunidad. La solución está en la operación que da cada administración municipal a la misma”: Juan Pablo Serrano, jefe de planeación de Aguas del Cesar.

 

 

Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Informes Especiales
28 julio, 2016

Solo 10 municipios del Cesar tienen agua apta para consumo humano

En el resto del departamento hay cuatro con el preciado líquido de calidad regular y en 11 no es potable.


Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.
Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

El Copey, San Alberto, Valledupar, Curumaní, San Diego, Chimichagua y Río de Oro hacen parte del grupo de 10 municipios del Cesar que suministran a sus habitantes agua apta para el consumo, según un informe de la Secretaría de Salud Departamental sobre el IRCA, Índice de Riesgo de la Calidad de Agua.

(Leer: Cesar tiene acueductos, pero sin agua)

Si bien el líquido suministrado en 10 de los 25 municipios del departamento no registra riesgo para la salud y se encuentran dentro de los parámetros normales, su calidad no es óptima o no cumple con la totalidad de los parámetros analizados.

Paradójicamente, según el informe de Aguas del Cesar, cerca del 92. 67 % del departamento cuenta con acueducto, que tiene diferentes sistemas de abastecimiento; algunos lo hacen de ríos o quebradas y en otros son necesarios los pozos profundos.

A pesar de las inversiones que hizo el gobierno departamental durante los últimos años para la optimización de los acueductos, 11 de estos aun no cuentan con agua potable, ni se garantiza la continuidad y mucho menos la calidad del servicio. (Leer: Cesar es uno de los mayores derrochadores de agua)

“No basta la infraestructura con la que cuenta cada uno de estos municipios, no es suficiente para prestar un buen servicio a la comunidad. La solución está en la operación que da cada administración municipal a la misma”, así lo afirmó el jefe de Planeación de Aguas del Cesar, Juan Pablo Serrano.

El coordinador de la Dimensión de Salud Ambiental, Fredys Manuel Díaz, indicó que algunos de estos  municipios ni siquiera cuentan con una planta de tratamiento, enviando el líquido captado hacia la población sin ninguna intervención, y los que cuentan con un sistema de suministro, no realizan tratamiento alguno, sumado a ello la continuidad del servicio es insuficiente.

Existen variables que determinan la calidad del agua para el consumo humano en las que se demuestran que en Tamalameque, González, Pelaya, Becerril y El Paso, suministran agua que es inviable sanitariamente, con un 100 en el índice del IRCA, durante el primer semestre del año, seguido de Pailitas con un índice de 94.08 y Gamarra con un índice de 87.01. Estos seis municipios registran los índices más altos en materia sanitaria, dado el riesgo inminente que generan a la salud de quienes consuman el agua de esos municipios.

La situación del municipio de Tamalameque es crítica, alarma sustentada en los índices de riesgo de la calidad de agua para consumo humano, elevados al máximo nivel, por lo que el alcalde Jorge Alonso Castro Jaraba manifestó que adelanta las acciones para contrarrestar la crisis de agua en el municipio.

Castro Jaraba aseguró que además de hacer parte del Plan Departamental de Agua, han realizado mesas de trabajos y foros para concientizar a la comunidad sobre la grave situación que afronta el municipio.

“La solución que requerimos es urgente, ya hemos adelantado mesas de trabajo con el viceministerio de Vivienda.

Hemos venido adelantando el proceso a través de Aguas del Cesar, que nos está ayudando en la elaboración y ejecución de un proyecto para el mejoramiento del servicio, basado en la construcción de unos pozos que cumplieron su vida útil, el remplazo de las redes y a la construcción de una planta de tratamiento a ver si reducimos los índices y por fin podemos brindarle una agua de calidad a nuestros habitantes“, indicó el mandatario.

(Leer: En el Cesar el agua se quedó en un plan)

Los habitantes de esos municipios afectados por falta de potabilidad del agua, se someten a la instalación de filtros o a hervir el preciado líquido para consumirlo.

Las mediciones de la calidad del agua deben realizarse por lo menos cada tres meses, mediante acciones de Inspección Vigilancia y Control en todos los municipios, sin embargo las empresas prestadoras del servicio de agua no hacen llegar las muestras a la Dimensión de Salud Ambiental del departamento, para hacer el análisis del agua que están suministrando.

“Enviamos notificaciones y requerimientos de plan de mejoramiento correctivo a cada uno de los municipios con riesgo alto, esto es con el objetivo es mitigar los riesgos inherentes al problema de abastecimiento, potabilización y suministro por lo que se hace perentorio que los alcaldes tomen cartas en el asunto y adopten las medidas pertinentes para el mejoramiento de la calidad del agua, porque de lo contrario está en riesgo la salud de esas poblaciones”, dijo el coordinador de la Dimensión de Salud Ambiental.

EL PILÓN conoció que de los requerimientos enviados el pasado 7 de julio a los 15 municipios que presentaron irregularidades, aun no se ha recibido ni un solo plan de cumplimiento a corto, mediano y largo plazo para disminuir el índice de riesgo por distribución del agua.

Recursos y buena gestión son los mejores filtros para el agua en el Cesar. Así queda demostrado en El Copey, como uno de los municipios con los índices más bajos del IRCA, que brinda a los copeyanos un líquido de excelentes condiciones sanitarias. El gerente de la empresa de servicios públicos Emcopey, Luis Hernando Rivas Sierra, dijo que esto puede lograrse con una buena administración de los recursos suministrados, como el buen manejo del Sistema General de Participación de Agua Potable y Saneamiento Básico (SGP), para el mantenimiento y el subsidio de los estratos bajos.

Índices

Según la oficina de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, para determinar el índice de riesgo de la calidad de agua fueron analizadas 22 características físicas, químicas y microbiológicas, en cada municipio. A cada parámetro le fue atribuido un peso determinado según su impacto en la calidad del agua y el riesgo para la salud.

La clasificación del IRCA cuenta con cinco niveles de riesgo:

– De 0 a 5 (sin riesgo): el agua es apta para consumo humano y no hay riesgo alguno de enfermedades.

– De 5,1 a 14 (riesgo bajo): agua no apta, pero tiene un nivel de riesgo bajo de generar enfermedades.

– De 14 a 35 (riesgo medio): agua que no es apta para consumo humano por considerar que puede causar riesgo para la salud.

– De 35,1 a 80 (riesgo alto): agua no potable debido al alto riesgo de contraer enfermedades.

– De 80,1 a 100 (inviable sanitariamente): agua que al ser consumida puede causar enfermedades diarreicas, cólera, fiebre tifoidea y hepatitis A, entre otras afecciones.

“No basta la infraestructura con la que cuenta cada uno de estos municipios, no es suficiente para prestar un buen servicio a la comunidad. La solución está en la operación que da cada administración municipal a la misma”: Juan Pablo Serrano, jefe de planeación de Aguas del Cesar.

 

 

Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

Los habitantes buscan soluciones para conseguir agua potable.

Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]