La situación animal en la capital del Cesar es preocupante; en lo que va corrido del año, se han conocido denuncias de envenenamiento a perros de la ciudad, un problema en salud pública al que las administraciones deben reforzar su control y seguimiento para evitar y reducir estas prácticas indiscriminadas.

Franklin Mendoza Galvis, médico veterinario, comentó que los venenos más utilizados por las intolerantes personas son, principalmente, rodenticidas, es decir, veneno para ratones. Así mismo se han utilizado otros a base de fluoroacetato de sodio, cuagulantes y estricnina, pesticidas que pueden causar la muerte de los perros en tres o cuatro horas aproximadamente. Las signologías son: ahogamiento, escases de oxigeno e irritación en el sistema nervioso central.

En caso del fluoroacetato de sodio, no tiene antídoto conocido, manifiesta Galvis. El diagnóstico puede arrojar vómitos compulsivos, problema en el que los profesionales trabajan para proteger la vía aérea. “Hemos tenido unos casos que se han salvado, siempre sostengo que uno salva al que se envenena con el veneno malo”, comentó el veterinario. Señaló el Guayaquil como uno de los venenos aplicados a las comidas, estrategias por medio de la cual se producen estos actos crueles.

Además recordó que, “el Ministerio de Salud, tomó cartas en el asunto y obligó a las empresas a no hacer venenos buenos (efectivos)”, los cuales también eran utilizados para atentar con la vida humana.

Acotó el veterinario que aunque el número de casos ha bajado, se siguen presentando con “regularidad estas intoxicaciones a los perros”. Recuerda un caso de un canino que ingirió el alimento envenenado y estuvo en observación durante 6 horas; su dueña realizó el retiro voluntario y, a las tres horas, el perro estaba convulsionando. Nueve horas después murió. Tanto los perros criollos o de raza pura son susceptibles a estos casos.

Autoridades

La comisario Adolfina Luz Gómez Oñate, a través de la Policía Ambiental, ha realizado campañas puerta a puerta, reuniones en conjuntos residenciales y demás barrios de la ciudad instaurando las acciones de prevenir las muertes a estos animales. “Se comunica a la ciudadanía que la Ley 1774 protege el respeto a la vida animal y castiga a quienes comentan maltratos a los mismos, sancionados también por el Decreto 1801 del Código Nacional de Policía y Convivencia”.

Seguimiento

Hace algunos días, habitantes del barrio Simón Bolívar dieron a conocer las muertes de tres perros del sector. Gómez Oñate confirma que: “No fue envenenamiento (…) un vehículo atropelló a tres caninos. La Policía Ambiental llegó a atender el caso”, pero lamentablemente la camioneta y el conductor habían huido.

Situación legal

Si la persona es sorprendida en flagrancia o el denunciante corrobora la información con pruebas contundentes y fehacientes, el autor del hecho será castigado con tres años de cárcel. En cuanto a zoofilia, la pena carcelaria aumenta, así lo expresó Adolfina Gómez quien además es jefe del grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía del Cesar.

EDUARDO MOSCOTE / EL PILÓN
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