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Columnista - 28 marzo, 2012

Seguridad

Por: Ricardo Quintero Baute Presidente de la Asamblea del Cesar Que movilidad, seguridad y empleo, sean los temas en torno a los cuales debe girar un programa de gobierno de cualquier ciudad capital o intermedia del país, no es un planteamiento novedoso, ni mucho menos reciente, ni tampoco de autoría de los actuales burgomaestres; lo […]

Por: Ricardo Quintero Baute
Presidente de la Asamblea del Cesar

Que movilidad, seguridad y empleo, sean los temas en torno a los cuales debe girar un programa de gobierno de cualquier ciudad capital o intermedia del país, no es un planteamiento novedoso, ni mucho menos reciente, ni tampoco de autoría de los actuales burgomaestres; lo que sí es de una claridad que ya ni  sorprende, es que en lo que corresponde a Valledupar, la inseguridad del día a día,  es el mal peor.

Y es que con todo, y hechos tan contundentes como el de la pasada edición dominical del periódico El Tiempo,  que resaltaba que en las ciudades de Valledupar y Riohacha lo que  predomina es el empleo informal, y a pesar de la problemática que palpamos permanentemente en materia de movilidad, donde a pesar de los esfuerzos de la actual Administración Municipal, la misma sigue siendo mayúscula; la sensación de inseguridad que vivimos los vallenatos es el más innegable de los tres males.

En el análisis de riesgos que incrementan la inseguridad, seguramente saldrán a relucir, la ubicación de un Centro Penitenciario de Máxima Seguridad en el perímetro de la ciudad, y la poca efectividad en los programas de resocialización que adelanta; las desmovilizaciones de grupos paramilitares y las pocas soluciones laborales a sus exmiembros; la presencia de corredores viales de tránsito permanente de drogas y armas, y la falta de personal de la Policía Nacional.

El tema hace rato hizo crisis, y pensar que es de solución del Alcalde Municipal es casi lo mismo que el hecho de pensar que una sola golondrina hace verano. Presencia del Gobierno Nacional, es la única salvación.

La oportunidad estaba servida para el  23 de marzo, cuando el Ministro del Interior German Vargas Lleras, llegaría a Valledupar, y aunque fuera importante hablar de ordenamiento territorial, el tema grueso a abordar era seguridad. Sí señor, seguridad. Desde mi óptica, sigue servida para el próximo 29 de marzo, fecha en la cual Vargas Lleras anunció que vendrá a la capital del Cesar.

Vargas Lleras tiene carácter, peso específico dentro del gobierno y por encima de todo es un defensor de la seguridad como punto de partida de una sociedad; sin eso, no hay nada. Vargas Lleras es el hombre con el que se puede enviar el mensaje al presidente Santos; Vargas Lleras es el hombre con el cual Fredys Socarras, alcalde de Valledupar, puede abordar el tema, en los mismos términos en los que el alcalde de Santa Marta planteó la problemática a Santos.

La seguridad del área urbana de la capital del Cesar preocupa a la Duma Departamental; se acerca el Festival Vallenato, y es el momento propicio para dar inicio a un escenario seguro, con un personal de Policía lo suficientemente amplio, preparado y apoyado, que resuelva las condiciones de seguridad de Valledupar. Mano dura con la criminalidad; a Vargas Lleras eso le abunda, y mientras con una mano aprieta, con la otra le puede ayudar a Fredys Socarras.

Señor Gobernador del Cesar y Señor Alcalde de Valledupar, hay que expresarle con claridad a Vargas Lleras, lo que se piensa del tema. Dispongan ustedes de quienes tengamos que ir a Bogotá a hablar de la problemática de seguridad de Valledupar.  Realizar una muy seria mesa de trabajo (con cifras y datos puntuales), lo más pronto posible, en la capital del país o aquí mismo en Valledupar, con el Ministro del Interior, con el de Defensa y con el Director de la Policía Nacional, puede ser la cuota inicial de la solución, lógicamente, de la mano de nuestros congresistas, en la que podríamos acompañar las respectivas mesas directivas de la Asamblea del Cesar y del Concejo de Valledupar.

Columnista
28 marzo, 2012

Seguridad

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Ricardo Quintero Baute

Por: Ricardo Quintero Baute Presidente de la Asamblea del Cesar Que movilidad, seguridad y empleo, sean los temas en torno a los cuales debe girar un programa de gobierno de cualquier ciudad capital o intermedia del país, no es un planteamiento novedoso, ni mucho menos reciente, ni tampoco de autoría de los actuales burgomaestres; lo […]


Por: Ricardo Quintero Baute
Presidente de la Asamblea del Cesar

Que movilidad, seguridad y empleo, sean los temas en torno a los cuales debe girar un programa de gobierno de cualquier ciudad capital o intermedia del país, no es un planteamiento novedoso, ni mucho menos reciente, ni tampoco de autoría de los actuales burgomaestres; lo que sí es de una claridad que ya ni  sorprende, es que en lo que corresponde a Valledupar, la inseguridad del día a día,  es el mal peor.

Y es que con todo, y hechos tan contundentes como el de la pasada edición dominical del periódico El Tiempo,  que resaltaba que en las ciudades de Valledupar y Riohacha lo que  predomina es el empleo informal, y a pesar de la problemática que palpamos permanentemente en materia de movilidad, donde a pesar de los esfuerzos de la actual Administración Municipal, la misma sigue siendo mayúscula; la sensación de inseguridad que vivimos los vallenatos es el más innegable de los tres males.

En el análisis de riesgos que incrementan la inseguridad, seguramente saldrán a relucir, la ubicación de un Centro Penitenciario de Máxima Seguridad en el perímetro de la ciudad, y la poca efectividad en los programas de resocialización que adelanta; las desmovilizaciones de grupos paramilitares y las pocas soluciones laborales a sus exmiembros; la presencia de corredores viales de tránsito permanente de drogas y armas, y la falta de personal de la Policía Nacional.

El tema hace rato hizo crisis, y pensar que es de solución del Alcalde Municipal es casi lo mismo que el hecho de pensar que una sola golondrina hace verano. Presencia del Gobierno Nacional, es la única salvación.

La oportunidad estaba servida para el  23 de marzo, cuando el Ministro del Interior German Vargas Lleras, llegaría a Valledupar, y aunque fuera importante hablar de ordenamiento territorial, el tema grueso a abordar era seguridad. Sí señor, seguridad. Desde mi óptica, sigue servida para el próximo 29 de marzo, fecha en la cual Vargas Lleras anunció que vendrá a la capital del Cesar.

Vargas Lleras tiene carácter, peso específico dentro del gobierno y por encima de todo es un defensor de la seguridad como punto de partida de una sociedad; sin eso, no hay nada. Vargas Lleras es el hombre con el que se puede enviar el mensaje al presidente Santos; Vargas Lleras es el hombre con el cual Fredys Socarras, alcalde de Valledupar, puede abordar el tema, en los mismos términos en los que el alcalde de Santa Marta planteó la problemática a Santos.

La seguridad del área urbana de la capital del Cesar preocupa a la Duma Departamental; se acerca el Festival Vallenato, y es el momento propicio para dar inicio a un escenario seguro, con un personal de Policía lo suficientemente amplio, preparado y apoyado, que resuelva las condiciones de seguridad de Valledupar. Mano dura con la criminalidad; a Vargas Lleras eso le abunda, y mientras con una mano aprieta, con la otra le puede ayudar a Fredys Socarras.

Señor Gobernador del Cesar y Señor Alcalde de Valledupar, hay que expresarle con claridad a Vargas Lleras, lo que se piensa del tema. Dispongan ustedes de quienes tengamos que ir a Bogotá a hablar de la problemática de seguridad de Valledupar.  Realizar una muy seria mesa de trabajo (con cifras y datos puntuales), lo más pronto posible, en la capital del país o aquí mismo en Valledupar, con el Ministro del Interior, con el de Defensa y con el Director de la Policía Nacional, puede ser la cuota inicial de la solución, lógicamente, de la mano de nuestros congresistas, en la que podríamos acompañar las respectivas mesas directivas de la Asamblea del Cesar y del Concejo de Valledupar.