La autenticación biométrica consiste en el reconocimiento de características físicas de personas, que son únicas e intransferibles, como es el caso de las huellas dactilares, la huella vocal u otras características propias de cada individuo.

Colombia está realizando un esfuerzo más que significativo en la consolidación de mecanismos que permitan hacer mucho más eficiente y fiable de algunos procesos de autenticación, que ya se utilizan con éxito en otros países del mundo como Francia, Japón, Corea del Sur y los Estados Unidos. Desde el año 2000, la Registraduría Nacional del Estado Civil, RNEC, ha implementado el sistema AFIS (Automated Fingerprint Authentication System) y cuenta con el Archivo Nacional de Identificación que tiene la capacidad de verificar los datos reales de los más de 40 millones de colombianos vivos, así como de aquellos que hayan fallecido, a fin de evitar suplantaciones por medio de la captura y cotejo de la huella dactilar tendiendo plena certeza de la identificación de las personas.

Los mecanismos biométricos utilizados en el mundo son diversos y las tendencias apuntan a los dispositivos móviles. Un reciente informe de la firma internacional, Juniper Research denominado “Human Interface & Biometric Technologies: Emerging ecosystems, Opportunities & Forecast 2014-2019?, pronostica para este año, 6 millones de descargas de aplicaciones móvil equipadas con autentificación biométrica.

Se podría incluso alcanzar la vertiginosa cifra de 770 millones de descargas en 2019, dada la implementación de hardware embebido en teléfonos de gama media como los escáneres de huellas dactilares u otros sistemas de identificación biométrica.

En Colombia, el mecanismo que más confiabilidad tiene gracias a sus niveles de seguridad técnica, es el de huella dactilar, implementado por ejemplo, por los notarios del país, a través de la Unión Colegiada del Notariado Colombiano, que puede ser complementado con mecanismos biométricos tales como la autenticación por voz, el reconocimiento del rostro, iris, firma manuscrita en tableta, geometría de la mano, venas de los dedos y ritmo cardiaco entre otros. Todos tienen en común establecer con un muy alto nivel de certeza la identidad de la persona.

Las organizaciones deben tener en cuenta su objetivo de seguridad y administración de riesgos al momento de buscar un mecanismo biométrico de identificación, a fin de que puedan seleccionar la mejor alternativa en lo referente a biometría. Una empresa que tenga identificado el riesgo de suplantación y el medio por el cual recibe las solicitudes de servicio, debe procurar tener un mecanismo biométrico que le permita realizar el proceso de validación de la identidad, guardando el registro de manera segura y confiable, a fin de que no pueda ser posteriormente manipulado por terceros o por administradores del sistema de validación biométrica.

Se recomienda implementar soluciones que utilicen validación biométrica, bajo el uso de estándares internacionales tales como ISO y ANSI; servicios que al ser certificados por autoridades de registro y certificación digital como lo es Certicámara, tendrá la más alta garantía de seguridad al tratarse de un servicio de autenticación biométrica certificada.